Becca Monaghan
En un episodio de Keeping Up With The Kardashians, Khloé Kardashian reveló que asistió a una fiesta organizada por Diddy donde, aseguró, la mitad de los invitados estaban “desnudos”.
En el episodio titulado ‘Secrets of a Double Life’ de 2014, Khloé conversa con su hermana Kourtney en su vestidor. El clip empieza cuando Kourtney le pregunta: “¿Y con quiénes estuviste este fin de semana?”, a lo que Khloé responde: “Varios de mis amigos”.
Entonces, Kourtney menciona a modo de broma una serie de nombres: “¿Diddy, Quincy [Combs], Justin Bieber, French Montana?”, y con una sonrisa, Khloé asiente y comenta: “Hasta ahora vas bien”, y bromeó diciendo que su hermana probablemente no reconocía a las celebridades que mencionó. Kourtney confesó que no y Khloé respondió: “Bien”.
Momentos más tarde, al recordar su ajetreada noche, Khloé relató que tomó un avión a las 5:30 de la mañana y que, en la “fiesta” a la que había ido, la mitad de los invitados “estaban desnudos”. Además, con una sonrisa, le insinuó a Kourtney: “Te habría encantado”.
Este diálogo cobra relevancia en medio de la reciente demanda contra Diddy, cuyas fiestas de freak offs (es decir, sesiones de sexo salvajes) fueron calificadas por sus abogados como “un estilo de vida, no un delito”.
No existen pruebas que sugieran que Khloé ni las celebridades mencionadas en el episodio de KUWTK estuvieran involucradas o al tanto de las actividades descritas en la demanda.
Las acusaciones contra Diddy incluyen establecer “una empresa criminal” cuyos miembros y asociados se dedicaban e intentaban dedicarse, entre otros delitos, al “tráfico sexual, trabajos forzados, secuestros, incendios provocados, sobornos y obstrucción a la justicia”.
El rapero, cuyo nombre real es Sean Combs, fue arrestado tras declararse inocente de los cargos de conspiración para asociación ilícita y tráfico sexual. Se le negó la libertad bajo fianza, fijada en USD 50 millones.
Las acusaciones señalan que Diddy “abusó, amenazó y coaccionó” a mujeres y otras personas de su entorno para satisfacer sus deseos sexuales, proteger su imagen pública y encubrir su comportamiento. Su abogado, Marc Agnifilo, señaló que su cliente era inocente y defendió que las fiestas de freak offs eran consensuadas. Agregó que no podían ser calificadas como tráfico sexual, ya que todos los asistentes participaron de forma “voluntaria”.
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Traducción de Leticia Zampedri