As.com Juan Carlos Yuste Jiménez (Madrid, 1975) celebra la vida a cada instante. Motivos tiene de sobra. El colegiado, de 46 años, es un veterano del arbitraje español, pero hoy afronta su presencia en el Sevilla-Villarreal como asistente con la ilusión de un debutante. Con la ilusión del que siente que tiene que sentirse un afortunado porque ha vuelto a nacer.
Hace apenas unos meses pudo morir, si no llega a ser porque una llamada lo impidió. Yuste contó ayer en los micrófonos de El Larguero cómo este verano el destino quiso que una llamada salvadora le salvara la vida. Cuenta que se acababa de vacunar con la segunda dosis cuando empezó a notar que le faltaba el aire. Cuenta que su calvario comenzó en pleno mes de agosto, antes de la primera jornada de LaLiga Santander.
Fue en verano, concretamente con la primera jornada cuando comienza el calvario. «Antes del Granada-Valencia, al ponerme la segunda dosis noté falta de aire en los entrenamientos, y no le di mucha importancia. Lo achaqué a las pocas vacaciones. En el Granada-Valencia, como en las ponencias que hice al día siguiente con árbitros donde me tenía que parar para coger aire en Madrid, me di cuenta. Esa misma noche fui a urgencias porque tenía una previa de Champions en Dinamarca», relata en El Larguero al periodista Yago de Vega.
El colegiado, con 23 años de experiencia en la máxima categoría del arbitraje español, al ver que sus síntomas no mejoraban, decidió llamar a una amiga médica para que le diera su opinión sobre lo que le estaba pasando. Esa llamada le salvó la vida. «Todos me decían que no sabían el tiempo de recuperación, pero bendita llamada porque el problema era que en un 99 % no hubiera aterrizado vivo. Desde un infarto a un ictus y que pueda quedarme en un avión», reconoció.
El calvario de Yuste aún continuó un tiempo más porque el pronóstico por parte del médico que lo atendió en el Hospital Beata Santa Ana de Madrid, de entrada, no fueron nada buenos y se intuía que algo grave estaba por venir: «En la analítica tenía el Dímero D (el factor que si está por encima de 500 existe riesgo de trombosis) casi 8.000. Efectivamente, tras realizarme un TAC tenía los trombos expandidos por los dos pulmones y me quedé en la UCI. Tuve la suerte que fui reaccionando bien y estuve cinco días más ingresado».
La noticia de su ingreso hospitalario corrió como la pólvora y tuvo que salir al paso a través de las redes sociales de aquellas informaciones que lo situaban al borde de la muerte: «Pude tener el móvil e ir tranquilizando a todo el mundo».
Yuste Jiménez volvió al arbitraje a lo grande, en el derbi Barcelona-Espanyol en el estreno de Xavi Hernández en el banquillo azulgrana. Cuando han pasado casi cuatro meses de aquel gran susto y de aquella llamada providencial que le evitó una muerte casi segura, este colegiado madrileño sabe que aquel gesto le salvó la vida.
El colegiado madrileño regresa con la ilusión de un principiante, pese a los 23 años de carrera: «Estoy muy bien. Afortunadamente, ha sido una recuperación relativamente rápida. He pasado las pruebas físicas mejor que las de agosto. Me noté mucho mejor en este 18 de noviembre».