Es cierto que el apellido Woods ni es tan conocido ni suena exactamente igual que el de Beckham, pero este podría haber sido el apellido de Victoria Beckham si David no se hubiera cruzado en su camino. La diseñadora estuvo comprometida con un chico llamado Mark Woods que trabajaba para la empresa de sus padres poco antes de conocer al futbolista, e incluso llegó a usar su apellido durante sus primeros días como Spice Girl.
Victoria conoció a Mark cuando tenía 14 años, y su relación fue tan bien que ambos decidieron irse a vivir juntos a una lujosa casa valorada en más de 400.000 euros que los padres de su chico le dejaron en el pueblo de Goffs Oak, en Hertfordshire, donde ambos establecieron su nidito de amor.
En 1994, justo después de que Victoria hiciera una audición para las Spice Girls, Mark le propuso matrimonio, y está no dudó en decirle que sí. Sin embargo, al poco tiempo de comenzar a triunfar como cantante y de ser bautizada como la Spice Pija, Victoria Adams Wood, como empezó a llamarse, decidió terminar con su relación de seis años y poner fin así a su compromiso.
«No era la persona adecuada para mí, no me estaba divirtiendo, así que eso tuvo que terminar», diría Victoria por aquel entonces en una entrevista en el Canal 4. «¡Pero tampoco le devolví el anillo! Todavía lo tengo porque era un anillo malvado. ¿No es horrible? Me hace sonar muy materialista», añadía la exSpice.
Mark, por su parte, tan solo tuvo palabras de cariño hacia la diseñadora en un primer momento, diciendo: «Fue una relación muy especial. Pero esa parte de mi vida ya terminó. Es triste porque estuvimos juntos durante mucho tiempo. Pero ella tiene lo que siempre quiso y estoy orgulloso de ella».
Sin embargo, años después concretamente en 2004, el que a punto estuvo de convertirse en el marido de la exSpice cambió de parecer y decidió hablar de su vida sexual en un documental llamado Los secretos de Victoria Beckham, que no sentó nada bien a la estrella británica.
Dos años después de su separación de Mark, Victoria conoció a Beckham en durante su asistencia a un partido del Manchester United y 10 meses después anunciaron su compromiso. «Hoy soy la chica más feliz del mundo», confesaba la estrella británica que por aquel entonces tenía tan solo 23 años. «Estoy con el hombre con el que sé que voy a envejecer y a arrugarme», añadía la diseñadora.
Ese día, ella insistió en que la propuesta de David había sido una «sorpresa», aunque después se supo que el compromiso había llegado unos días antes, concretamente en el estreno de Spice World en Los Ángeles, y una vez que regresaron al Reino Unido deshicieron hacerlo público. “Ya habíamos visto algunos anillos, pero no sabía cuál había elegido. Le dije cuál sería el anillo de mis sueños. Él lo recordó y lo hizo especialmente para mí», dijo Victoria aquel inolvidable 25 de enero de 1998 mientras mostraba orgullosa su solitario de diamantes valorado en 65.000 euros que sigue usando hoy en día, tal y como se puede apreciarse en el documental de Beckham recién estrenado por Netflix.