Dimitrios dijo que perdonó la vida de las personas que le gustaban «para que pudieran contar» su historia Por: AP Texas.- Diez personas murieron el viernes en un nuevo tiroteo en una escuela secundaria de Texas, Estados Unidos, cometido por el estudiante Dimitrios Pagourtzis quien confesó su crimen ante los investigadores y dijo que perdonó la vida de las personas que le gustaban «para que pudieran contar» su historia. El hecho ocurrió en la secundaria Santa Fe, en el condado de Galveston, ubicado a unos 75 kilómetros al sur de Houston, cuando el joven abrió fuego en el aula de artes del complejo que cuenta con cerca de 1500 alumnos.
Ahora, a dos días de la masacre, el pueblo estadounidense sigue consternado mientras comienzan a conocerse las historias de las víctimas.
Christopher Jake Stone
Este joven de 17 años es otra de las víctimas del agresor de Texas. Era un jugador de fútbol americano súper versátil: ocupaba las posiciones de centro, guardia, tackle defensivo o donde sea que el entrenador lo necesite, según contó su hermana Mercedez.
Tenía 15 años y era miembro de una familia unida, que disfrutaba pasar las vacaciones de verano en el lago, en Crosby. Le gustaba practicar esquí acuático, pasea en jet sky y pescar.
Cuando su prima, Su primo, Ashley Fonseca, de 21 años, se enteró de lo que había ocurrido no lo podía creer: recordó que le había prometido que harían un viaje al parque de diversiones Six Flags y que ahora nunca más lo iba a ver.
«Se suponía que íbamos a hacer un viaje para este verano para ir al lago otra vez», dijo y tuiteó que tenía el corazón destrozado: «Duele muchísimo», de acuerdo con lo publicado por el diario The Washington Post.
Cynthia Tisdale
Esta señora de 63 años es una de las victimas adultas de la masacre. Maestra sustituta, trabajaba con frecuencia en la escuela secundaria Santa Fe, según contó su hijo Recie, quien aseguró que «le encantaba ayudar a los niños».
Vivía en Dickinson, Texas, con su esposo, William, quien había trabajado como asistente legal durante más de dos décadas. La pareja, casada hace casi 47 años, tiene tres hijos y 11 nietos.
Shana Fisher
Tenía 16 años y un perro llamado Kallie que era su amigo más fiel. Era una chica hermosa, inteligente, divertida y talentosa, según la describió su madre, quien también contó que este mes había cumplido años.
Ella tenía mucho amor en su corazón, agregó la mujer.
Antes de enterarse del destino fatal de su sobrina, una de sus tías escribió en las redes sociales: «Todavía no hay confirmación de dónde está. ¡Por favor, sigue orando! «. Luego, tras enterarse de lo ocurrido, dijo: «Debería estar comprando su primer auto, no en su funeral».
Sabika Sheikh
Era pakistaní, tenía 18 años y habia llegado a Estados Unidos por un programa de intercambio estudiantil. Su familia, de hecho, consideraba que en el país iba a estar segura. Y sin embargo, Sabika es una de las diez personas asesinadas el viernes pasado en un nuevo tiroteo en una escuela.
«Nos enteremos del tiroteo por la televisión local y tratamos de contactar a Sabikay sus amigos pero no pudimos», dijo su padre en una entrevista desde Karachi, Pakistán, quien advirtió que estaba a punto de regresa a casa, dado que el 9 de junio terminaba el intercambio.
La joven era la mayor de tres hermanas y tenía un hermano mayor. Soñaba con convertirse en una trabajadora social para abordar los problemas de las mujeres en Pakistán, con el objetivo de empoderarlas.
Era muy alegre y brillante, la describió su tío.
David Hale, el embajador de Estados Unidos en Pakistán, anunció que había llamado a su familia para ofrecerle sus más profundas condolencias. «Como estudiante de intercambio, Sabika fue una embajadora de jóvenes, un puente entre nuestros pueblos y nuestras culturas», escribió en la página de Facebook de la embajada.Aaron Kyle McLeod
Uno de sus amigos más cercanos, Kali Reeves, recordó a este joven de 15 años como alguien que siempre bromeaba: «Nunca fue una persona triste o triste, siempre tuvo que bromear o reírse sobre cosas».
Era simplemente extrovertido y súper dulce. Definitivamente no se merecía esto, agregó.
McLeod era estudiante de primer año y todos lo conocían por su segundo nombre, Kyle.
Angelique Ramírez
Compasiva y afectuosa. Así recordó en sus redes sociales Rebecca Ruiz a su amiga Angelique, quien también fue asesinada en la escuela secundaria Santa Fe el viernes.
Ella llevó sonrisas a quienes la conocieron. Al perder a Angelique, sus amigos y familiares perdimos tanto, indicó Ruiz.
Tras su muerte, se abrió una web para recaudación de fondos en su nombre y en menos de 15 horas, se superó el objetivo de 10 mil dólares.
Jared Black
Este adolescente de 17 años estaba en su clase favorita, la de arte, cuando fue asesinado a tiros el viernes. Sus padre demoraron cerca de 13 horas en enterarse lo que había ocurrido y ahora están «destrozados y devastados», según se informó en un comunicado.
Había cumplido años días atrás y planeaba festejar junto a sus seres queridos el fin de semana.
«Lo extrañamos mucho», escribió su medio hermano, Nick Black, en el comunicado.Queríamos verlo al menos una vez más.
A Black le encantaba jugar Minecraft en Xbox y Pokémon Go en su teléfono celular.
Kimberly Vaughan
Estaba en su clase de arte cuando comenzó el tiroteo. Su madre, Rhonda, buscó durante muchas horas cualquier información para encontrar a su hija hasta que fue notificada de que había sido asesinada.
Un miembro de la familia declaró ante la prensa: «Les pedimos que nos tengan a todos, especialmente a Rhonda y su hijo, en sus oraciones. Kim está ahora en el cielo con el Señor».Gracias a todos por sus oraciones y buenos deseos esta tarde, realmente ayuda, agregó.
Glenda Ann Perkins
A las pocas horas del ataque, en las redes sociales los estudiantes comenzaron a mostrar su dolor por el hecho de que alguien a quien describieron como una abuela, una novia y un ángel cariñoso había resultado herido. Tiempo después, el fiscal de distrito del condado de Galveston anunció que Glenda Perkins había sido asesinada en el ataque de Santa Fe High.
La mayoría de la gente la conocía como Ann, su segundo nombre.
Un grupo de baile local, TNT Dance Xplosion, pidió oraciones por su hija, que había estado con el grupo, y por su esposo: «Era una madre increíble y un sustituto adorado que era amado por todos».