La historia de “La Viuda Negra”, el Vocho más rápido de todos los tiempos Conocido por ser el auto que puso a México sobre ruedas, el Volkswagen Sedán (Vocho de cariño) ha sido protagonista de un gran número de historias. Desde unidades que cruzaron un lago entero con algunas modificaciones, hasta ser un ícono de los taxistas para nuestro país, este es un modelo que pasó a la historia y siempre será recordado con cariño.
Gracias a su simpleza mecánica y resistencia, los Vochos han sido objeto de modificaciones increíbles. Tal es el caso de la famosa Viuda Negra, una creación hecha por Turbonique en los años 60 que, hasta el día de hoy, mantiene el récord de velocidad en este modelo.
Turbonique fue una empresa especializada en modificaciones a vehículos de producción de la época. Lo que los diferenciaba era una patente mecánica un tanto rara: un eje turbocargado.
Contrario a otras propuestas, Turbonique montaba un turbocargador en el eje trasero de los coches que funcionaba como un propulsor extra independiente al motor. Esto llegó a dar hasta más de 500 caballos de fuerza extra a los coches, pero su funcionamiento era sumamente peligroso.
Usaban combustible de cohetes espaciales para su funcionamiento y su instalación era descuidada. Gracias a su composición, este combustible podía explotar a la mínima provocación, lo que terminaba en una catástrofe.
A pesar de la mala reputación por ser “inseguros” Turbonique demostró sus credenciales con un Volkswagen Sedán de 1955 (Vocho). Su característica mecánica de eje turbocargado fue montada en el pequeño auto y, luego de algunas pruebas, decidieron ir por el récord de velocidad.
Según los documentos de la época, Turbonique se presentó en una pista de arrancones y logró una velocidad máxima de 241 kilómetros por hora, pero tuvo que frenar antes de alcanzar el límite de la pista de pruebas.
Sin embargo, Turbonique no dejó su intento en ese número y decidieron realizar otra pasada, ahora en un lago seco. La Viuda Negra logró alcanzar los 299 kilómetros por hora y, de un momento a otro, salió volando en el aire.
Afortunadamente, su piloto sobrevivió al impacto sin daño alguno. Turbonique utilizó una fotografía posterior al accidente para promocionarse como una “compañía segura”, pero la realidad es que la estructura del Vocho salvó la vida del piloto.