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Somos las historias que nos contamos, seamos nosotros mismos quienes las escriban, o si las leemos, o vemos. Disney ha formado un montón de vidas debido a su películas, tanto de la vieja escuela como de la nueva con Marvel o Star Wars.
Lo que es cierto es que muchas de sus historias están basadas en libros que pocos conocemos o en hechos reales que ocurrieron y de seguro ignorábamos.
Sin embargo, si nos metemos en ese agujero de conejo, podremos darnos cuenta de la verdad detrás de estas historias y así aprenderemos un poco de como han sido compartidas y como es que, las anécdotas que nos cuentas, sí pueden ser un tanto verídicas.
Por ejemplo ¿Has vitola película de «La Espada en la Piedra»?, es uno de los clásicos de Disney que casi todos hemos visto. Pues tal parece que hay una historia real detrás del mito y de la película que se inspiró en el.
La Leyenda de Excalibur
Excalibur es el nombre que se le dio a la legendaria espada del Rey Arturo, la cual, de acuerdo al mito, tiene propiedades únicas. Es por eso que solo un «elegido» puede sacar esta espada de la roca y con ella vencer a sus enemigos.
En la película este mito se lleva con la leyenda de que solo aquél que saque esta espada de la piedra podrá convertirse en Rey de Inglaterra, por esto se volvió una obsesión para muchos en el reino.
Por su parte, en la realidad, hay una espada que está en esta situación, incrustada en una roca en algún lugar de Italia, donde antiguamente estaba el imperio romano. Esta espada está incrustada en una piedra en la Capilla de Montesiepi en la Toscana y se dice que fue dejada ahí por el mismo Santo Galgano Guidotti.
El «culpable» de la espada
Te darás cuenta que no fue el Mago Merlín quien dejó esta prueba del heredero legítimo del trono, fue una persona que seguramente no conocías, el canonizado Galgano Guidotti. Nació en 1148, viviendo su juventud como un adinerado caballero. Sin embargo, para 1180, decidió dedicarse totalmente a la religión.
Cuando se dedicó totalmente a sus creencias, Guidotti comenzó a tener visiones. En una de estas visiones, el mismísimo Arcángel Gabriel le ordenó abandonar todo cuanto poseía, Guidotti le respondió que seria más fácil romper una roca en dos, por lo que lanzó la que traía a una roca.
De acuerdo a la leyenda, ante esta respuesta, Gabriel realizó un milagro que hizo que este ex caballero obedeciera, la espada que lanzó atravesó la roca como si la hubiera lanzado al agua.
Así fue como Guidotti comenzó una peregrinación que lo llevó hasta Montesiepi. En ese lugar las visiones incrementaron, una de ellas le indicó que debía plantar una cruz, pero como no había madera cerca para construir una, decidió clavar de nuevo su espada en una piedra para cumplir el deseo del Arcángel.
Esta vez, la espada quedó incrustada en la roca hasta el fin de los tiempos. Guidotti dedicó el resto de sus días en la tierra a construir un Templo. Tras un año después de iniciar su plan, murió sin poder terminar la construcción.
Esta historia se regó por toda Europa y fue el Papa Lucius III quien lo declaró santo en 1185, decidiendo terminar la construcción del templo que había iniciado, el cual se erigió al rededor de la espada incrustada.
Este mito no puede comprobarse del todo, lo que sí se pudo comprobar es la edad de la espada, la cual está datada de entre el año 1000 y el 1200 de nuestra era.
Como curiosidad, se dice que cualquier persona que sea impura y toque la espada, sufrirá desgracias terribles, ya que solo el «elegido» puede tocarla. Al momento, la espada está en exhibición bajo una cúpula y, sea verdad o mentira el «maleficio», no se permite tocarla bajo casi ninguna circunstancia.