Maravilla Prehistórica. En las faldas del cerro de la ex hacienda de las Remedios, se encuentra ubicada a 60 km al sur de la Ciudad de Jiménez, una cueva donde emanan aguas termales y en su cúspide una gran cueva donde se aprecian con gran claridad pinturas rupestres de etnias que poblaron esta región hace más de 500 años. La zona del Silencio, rodeada de emblemáticos misterios y controversia llamado así porque es imposible escuchar cualquier ruido en el área. Además, los visitantes pueden ver algunas especies animales y de plantas muy raras como el cactus morado o una especie de tortuga de desierto un tanto deforme. Cualquier señal de radio se pierde en esta zona por lo que los autos, aviones y otro tipo de vehículos se deben quedar fuera del área.
El casco de la hacienda fue construido hacia 1906, dato que se encuentra en relieve sobre el acceso principal, siendo su primer propietario el general Eulogio Ortíz. En el remate se aprecia frontón rectangular roto, flanqueado de bóveda. Una parte de esta hacienda se encuentra en ruinas. En el interior de la casa grande se encuentra un jardín al centro, delimitado por una arcada de medio punto.
La Sierra de los Remedios se localiza a 14 km al norte de la estación de ferrocarril Escalón, por camino de terracería hasta llegar al poblado de nombre División del Norte; de este lugar se camina hasta la segunda cima de donde inicia la sierra, localizándose una enorme cueva que se encuentra ricamente decorada por pinturas rupestres, destacando los trazos geométricos, zoomorfos y en menor proporción motivos antropomorfos. La necesidad natural del ser humano por aventurarse a lo desconocido y descubrir nuevos horizontes, fue, tal vez, el detonante, para emprender esta aventura hacia un lugar que unicamante conociamos por tradicion oral, pero que sin embargo esta ahi, esperando ser visitado y respetado y es asi que partiendo de cd. lerdo, pasando por gomez palacio, nos dirigimos en busca de ese lugar donde la extraña belleza del desierto chihuahuense nos esperaba. la ruta es simple, toamamos la carretera a chihuahua, llegamos a ceballos durango, seguimos derecho hasta llegar a el poblado de escalon chih. y ahi doblamos a la derecha hasta llegar, por un camino de terraceria a un enigmatico lugar donde lo unico que se aprecia a lo lejos es el casco de una vieja hacienda perdida entre, la inmensidad del valle y de los cerros.llegando al lugar, a lo lejos la hacienda, perdida en la nadaes dificil pensar que antes este haya sido un lugar con algun tipo de actividad social, puesto que la unica evidencia que queda de eso son las ruinas de que en alguna ocasion fue la comunidad de division del norte, pero que hoy en dia no es mas que un mudo testigo del paso del tiempo , donde las costrucciones de adobe adornan las fachadas elegantes, en su tiempo claro, de las casas que existian.
La llegada al lugar estuvo rodeada de una expectacion , una expectacion causada por llegar a un lugar que mentalmete uno se imagina, pero que al verlo difiere de lo que se espera , es la consecuencia de crearse una expectativa, sin embargo el dia empezaba y habria muchas cosas nuevas por descubrir. Lo primero era establecer un buen lugar para levantar el campamento y que mejor que a la sombra de los pinabetes y a un costado de la alberca de aguas termales. La primera inquetud que nos planteabamos era conocer el origen de esas aguas tan calientes y con propiedades “aparentemente” curativassiguiendo el rastro del agua llegamos hasta la falda del cerro a la cual se penetra por una parte del cerro a manera de tunel donde se camina hacia el interior hasta llegar a la boca de la cueva-tunel, bellamente decorada con cantera y adornos a la manera tradicional antiguaya que se dice que la cueva se usaba desde principios de siglo