Es la sorpresa de la semana si debemos creer a la encuestadora Mitofsky que no sin frecuencia saca por abajo de la mesa la cuchara sopera para cargar números según el cliente.
De atrás hasta el número uno compartido con Cruz Pérez Cuéllar ha llegado en las preferencias electorales por la gubernatura el jefe del Gobierno federal en el estado, Juan Carlos Loera de la Rosa
La euforia hacia el 2021 facilitada por Corral
De atrás hasta el número uno compartido con Cruz Pérez Cuéllar ha llegado en las preferencias electorales por la gubernatura el jefe del Gobierno federal en el estado, Juan Carlos Loera de la Rosa.
AMLO casi tocaba el cuatro hace dos meses, hoy acumula tantos puntos por día (hasta cuatro) que no sorprendería su llegada al 10 inclusive antes que sea presentada la vacuna mexicano-argentina.
Pero efectivamente guarda la llegada de Loera a la fila de los punteros cierta lógica con la realidad político-electoral del estado, donde los mismos números de Roy Campos exhiben lapidariamente que más del 90 por ciento de los chihuahuenses no desean más un gobierno como el de Javier Corral.
Sólo el 8.9 por ciento quieren que el próximo gobernador siga como el actual mandatario, una respuesta abrumadora del mismo tamaño al desinterés de Corral Jurado en su mal, fatal desempeño, al frente de la gubernatura.
En buena medida es el desperdicio del gobernador como administrador y director de las políticas públicas estatales uno de los factores esenciales que ha detonado los ímpetus generalizados entre sus opositores hacia el 2021 y facilitado su incursión entre el electorado chihuahuense primeramente urgido por desplazar a César Duarte, hoy por quitarse de encima el asfixiante zapato corralista.
***
Loera empareja a Pérez Cuéllar en Morena y es colocado como nuevo dominante junto con la alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, “Maru”, por el Partido Acción Nacional (PAN); y el alcalde independiente de Juárez, Armando Cabada Alvídrez.
Maru y Loera no han desplazado sus vehículos con el combustible facilitado por el corralismo. No han enfrentado al gobernador para colocarse como ofertas mejores, pero han evitado que la displicencia del nuevo amanecer infecte o debilite sus propios proyectos.
Pérez Cuéllar ha respondido con calibres mayores los ataques de Palacio. Su senaduría es una bazuca que no ha desaprovechado. Ya se esperaba encendieran brasas de antiguas lumbres entre ambos.
El superdelegado del Gobierno federal es amigo personal del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Lo hizo “gobernador federal” en Chihuahua y Loera ha respondido en la misma dimensión con autoridad cuando ha sido requerida (se ha ido quitando a los delegados federales que o traían sus propias agendas o lo combatían) y camina con presencia y soluciones permanentes en los lugares más remotos de la entidad.
Hasta hoy ha mostrado piel delgada. Aguanta moquetes en las manifestaciones y que le quemen su camioneta en justificadas furias sociales por la extracción de agua no pactada en los polémicos tratados internacionales.
Por completo distinto a Corral que ni escrito soporta un pellizco. Usa el gobernador a sus guaruras para poner “sana distancia” de todo chihuahuense que se le pretenda arrimar. Y lógico, entre más lejanía, menos calificación. Ya urge en Palacio un sonrisa sincera y un cálido saludo antiCovid a los visitantes.
Loera de la Rosa parece que detuvo en tiempo aquellos dañinos flirteos con el gobernador de inicio de la administración. Llegaron al alimón hasta la reestructuración de la deuda, que no fue cosa pequeña, y hasta ahí.
En el altiplano también ha hecho el funcionario federal su trabajo más allá de AMLO. Tiene la bendición del comunicador social de Presidencia, Jesús Ramírez; del líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado; de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; y sin duda, de las principales área que operan la Secretaría del Bienestar.
***
Si hablamos de Pérez Cuéllar, de Maru Campos y de Armando Cabada, hablamos más o menos de comportamientos similares y resultados semejantes.
El juarense no aparece junto a los punteros generales pero en la misma sorpresa de Loera, ha surgido entre un par de variables de las manejadas por Mitofsky “si los únicos candidatos fueran…” con los mencionados en el párrafo anterior, más Omar Bazán, del PRI, y Gustavo Madero, del PAN. Aquí Cabada casi roza el 20 por ciento.
Se han sostenido ellos en la cima gracias a un intenso activismo antes y después del semáforo naranja. Han logrado sortear hasta ahora con éxito la pandemia y mantener sus nombres bien posicionados sin dejar su función de lado ya sea desde el terreno presencial con cubrebocas y hasta mascarilla o desde el virtual.
Tienen bien recorrido buena parte del territorio estatal.
La alcaldesa de Chihuahua se ha dado el lujo de descansar en sus operadores el sostenimiento de su principal fuerza que es la capital y el centro del estado, y ha empezado a dedicar el tiempo necesario para incursiones hacia el principal territorio votante de la entidad, Juárez, y otros municipios de la región noroeste.
La panista enfrenta también la doble tarea de sostener sus ligas e importantes apoyos en la Ciudad de México, esencialmente a partir del presidente del PAN, Marko Cortés y los gobernadores panistas; y de contener los embates al más puro estilo canino lanzados en su contra por el gobernador Corral.
Los resultados en las encuestas generales para un PAN puntero llevan como condición sine qua non el nombre de la alcaldesa.
De Pérez Cuéllar no se requieren mayores detalles para explicar su fuerte presencia estatal: diputado local, diputado federal, presidente del PAN en la entidad, candidato a gobernador (por el Movimiento Ciudadano) y de remate una senaduría que le ha permitido seguir desplegado por los 67 municipios.
Tiene varios enlaces importantes en la Ciudad de México pero encabeza sus padrinazgos el jefe de Morena en la Cámara Alta, el hábil exgobernador de Zacatecas y operador en primera línea de AMLO, Ricardo Monreal.
Especialista en medios, el alcalde juarense ha logrado colocar su nombre por la gran mayoría del estado con algunas presentaciones personales que han sido multiplicadas periodísticamente desde que dejó claro que buscaría la gubernatura. Donde aparecen notas y/o análisis en la materia surgen sus apellidos.
Cabada viaja temprano, por la noche o los fines de semana necesarios a la Ciudad de México donde ha logrado conectarse con altos funcionarios de Seguridad, Sedena, Gobernación, líderes políticos y empresariales que no solamente no le han hecho ningún feo en sus aspiraciones, sino que han metido el hombro para impulsarlo. Ha sido otro factor que lo mantiene vigente a nivel nacional.
También ha buscado el edil la sana distancia con Palacio de Gobierno. Ha logrado superar iniciales diferencias con el gobernador Corral pero ha impedido con bastante diplomacia que lo arrastre su avalancha de despojos representados justo en actos de mal gobierno que enfadan a los electores. Le sabe mejor al golf que el mandatario pero no juega ni con frecuencia ni en horarios de trabajo.
***
Tras ellos cuatro han venido sumándose algunos más con similar euforia, otros con menos ímpetu y evidente flojera por recorrer la entidad pero todos con la intención de sacar alguna raja al 202.
Hay quien busca aplicar en la contienda por la gubernatura esa máxima de que caballo que alcanza gana, como el consejero amlista de Pemex, Rafael “Rafa” Espino.
Su función en la Ciudad de México no le ha permitido al morenista armar recorridos, ni lejos, al estilo Loera o los otros tres, pero ha aprovechado bien los fines de semana. Esto le ha ayudado a subir en las encuestas. Reuniones discretas, en corto y sólo con determinados liderazgos. Sin duda su mayor ventaja es su amistad y asesoría en materia fiscal al presidente. Es de asegunes su popularidad entre la tropa.
Omar Bazán, el dirigente estatal del PRI, lleva acaso más territorio recorrido que todos justo por su función pero lo mantienen lejos de los punteros los Duartes, Lozoyas, estafas maestras y las otras linduras pegadas como cochambre en las siglas del Revolucionario Institucional a lo largo del país y en gran parte de la geografía chihuahuense.
Sigue innegablemente apareciendo en el listado el senador panista, Gustavo Madero Muñoz. Tampoco es puntero pero seguramente arreciará sus recorridos por el estado y apostará a ciertas variables de resultados todavía impredecibles tanto al interior de su partido como al exterior que se presenten en las siguientes semanas o meses. No tan pronto como un par de semanas pero sí antes de diciembre.
Acción Nacional hierve en su estómago. El gobernador desea imponer su agenda en Chihuahua e ir “hasta donde tope” en la nominación de candidatos a todo, pero está muy débil justo por su pobre actuación y el final de su poder. Esto ha permitido el surgimiento precisamente del “otro” PAN, deslindado de él, fresco, pujante y con mucho carácter dispuesto a impedir ese objetivo.
Madero depende mucho de los resultados de esa lucha que se libra en el estado y en el centro del país.
Alfredo Lozoya, el alcalde de Parral, avanza a paso lento; el cantante priista Tony Meléndez sigue apareciendo con importante presencia; también el morenista Víctor Quintana. “Teto” no despunta todavía ni ha sido contemplado en los sondeos. Apenas trata de sumarse a la carrera.
Nadie se quiere perder el 2021… particularmente todos ellos.
Hasta el momento, de ahí saldrá el nuevo gobernador…
Subscribe to Updates
Get the latest creative news from FooBar about art, design and business.
La euforia hacia el 2021 Cruz Pérez Cuéllar ha llegado en las preferencias electorales por la gubernatura
Please follow and like us:
Previous ArticleEn Chihuahua el PAN y Madero manipulan conflicto del agua: AMLO
Next Article Perfila INE registro para cinco partidos