La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
· Cruz Pérez Cuéllar vs. Javier Corral: una campaña interminable.
· Las policías municipales: ¿guardianes sin guardián?
Recientemente el senador morenista, Cruz Pérez Cuéllar, ex amigo y ex correligionario de partido del actual gobernador chihuahuense, Javier Corral Jurado, ha cuestionado severamente a éste la ineficacia de su gobierno para hacer frente al creciente problema de inseguridad y violencia que desde hace tres años mantiene postrado al Estado de Chihuahua. Es más, la postura del legislador, ante la falta de resultados, lo ha llevado a pedir la renuncia del Fiscal General del Estado, Cesar Augusto Peniche Espejel, y el Coordinador Estatal de Seguridad, Óscar Alberto Aparicio Avendaño, a quienes Pérez Cuéllar considera deben ser sustituidos por personas más capaces.
Es innegable el incremento en la problemática delincuencial que ha registrado Chihuahua desde finales del año 2016 a la fecha; asimismo, resulta indiscutible la notoria desavenencia que desde tiempo atrás separa a los otrora amigos, Pérez y Corral, y no menos evidente es que cada vez se halla más cercano el proceso electoral 2021, para el relevo de la gubernatura en Chihuahua. Por ello, la diatriba Cruz Pérez Cuéllar vs. Javier Corral parece ser una campaña interminable.
Son, injustas, y de serias consecuencias, sin duda, las condiciones laborales bajo las cuales prestan sus servicios los integrantes de las corporaciones policiales en algunos municipios de la entidad. A raíz de la privación de la libertad y ejecución de cuatro agentes de la policía municipal de San Francisco de Conchos, ha trascendido la noticia de que los extintos elementos desempeñaban sus funciones sin contar con prestaciones de seguridad social. Las declaraciones del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Néstor Armendáriz, han puesto el dedo en la llaga de lo que parece ser una problemática de mayores dimensiones a las imaginadas, pues dicho funcionario reveló que no solo los agentes de policía de San Francisco de conchos enfrentan tal situación, ya que también existen irregularidades similares en los municipios de Urique, Belisario Domínguez, Bocoyna y Moris.
La pregunta obligada es ¿en cuántos municipios de los 67 que integran el estado de Chihuahua, o de los 2458 que conforman al país, los policías laboran sujetos a la violación de sus derechos fundamentales?. Es grave tal anomalía, pues al caer en cumplimiento de su deber, careciendo de seguridad y protección social, los agentes policiacos dejan a sus viudas e hijos huérfanos en el desamparo al no ser éstos beneficiarios de pensiones por viudez u orfandad, u otro tipo de apoyos institucionales de carácter permanente que les permitan sufragar los gastos de manutención familiar. Vaya situación irónica la nuestra, somos una sociedad con guardianes sin guardián, porque quienes velan por nuestra seguridad y protección, no tienen quien vele por la de ellos y sus deudos.