Camille CAMDESSUS
El expresidente republicano Donald Trump pinta en sus mítines un cuadro apocalíptico de Estados Unidos, destrozado según él por los migrantes y una inflación galopante.
«Nuestro país va a la deriva», repite a menudo el republicano, candidato por tercera vez a la Casa Blanca contra la vicepresidenta demócrata Kamala Harris.
El septuagenario acusa a los migrantes de todos los males del país, desde «violar a las jóvenes estadounidenses» hasta «envenenar la sangre» de Estados Unidos o comer mascotas.
Si gana el 5 de noviembre el primer día «termina la invasión y comienzan las deportaciones», afirmó esta semana en Wisconsin, uno de los siete estados que probablemente decidirán el resultado de los comicios.
«Se están apoderando de nuestros pequeños pueblos y ciudades», añadió.
La migración es su tema favorito y en su opinión «el más importante».
Si pierde ha advertido que el «país va a hundirse en una depresión» económica.
«Si quieres que tus ingresos se desplomen, tu patrimonio neto colapse, tus facturas de impuestos se disparen y tus trabajos desaparezcan por completo (…) entonces vota por Kamala», la «reina de los impuestos», dijo, reconociendo que su discurso es «sombrío».
– «Comunista» y «fascista» –
Ya utilizó esta retórica durante la campaña de 2016. Ese año le permitió ganar las elecciones, pero en 2020 perdió frente a Joe Biden.
Ahora lo lleva más al extremo, afirma el politólogo Julian Zelizer.
«Los argumentos son los mismos, el enfoque es el mismo pero todo está multiplicado por diez y con aún menos salvaguardias», declara a la AFP.
El tono se ha crispado sobre todo desde que Kamala Harris entró en la carrera, reemplazando a Biden.
Sin la menor prueba, Donald Trump repite que su rival demócrata quiere «ejecutar bebés» con su programa sobre el aborto, es «marxista», «comunista», «fascista» y «deficiente mental».
«Joe Biden se convirtió en deficiente mental, Kamala nació así», dijo hace unos días. «Sólo un discapacitado mental podría haber permitido que esto le sucediera a nuestro país», soltó.
– «En medio de las balas» –
Pero qué más da que le reprochen las mentiras y la falta de precisión.
El tempestuoso republicano cuenta con el respaldo de un partido que le cubre las espaldas y le coronó a bombo y platillo en la convención celebrada en Milwaukee en julio, pocos días después de haber resultado herido en una oreja en un intento de asesinato.
Sus seguidores no descartan que Dios le salvara la vida y le juran lealtad absoluta, pese a sus problemas judiciales.
«Si alguien disparara a Trump, yo sería el primero en lanzarme en medio de las balas para intentar salvarle», dijo Donald Owen, de 71 años, a la AFP en Michigan.
Visten la famosa gorra roja MAGA, por las siglas en inglés del lema «Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo». Y ahora además camisetas con la imagen de Donald Trump con el puño en alto y la oreja sangrando.
Todo lo que hace, incluso los diminutos pasos que da cuando abandona el escenario, forman parte de una coreografía calculada meticulosamente para sus campañas electorales.
A veces se lanza a una perorata confusa, cuenta anécdotas extrañas sobre ataques de tiburones, barcos con baterías eléctricas y electrocuciones.
Los demócratas se burlan y destacan su avanzada edad.
El candidato, de 78 años, insiste en que está en plena forma y en su sano juicio, pero ha descartado volver a presentarse en 2028 si pierde el 5 de noviembre.
Por el momento no se ha comprometido a reconocer el resultado de las elecciones, lo que lleva a algunos a temer una vuelta al caos de hace cuatro años en caso de derrota.
El 6 de enero de 2021 miles de partidarios del republicano atacaron el Capitolio, en uno de los días más sombríos de la democracia estadounidense.
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