Agencia EFE
Leipzig (Alemania), 22 jun (EFE).- Olvidado en la Liga de Arabia Saudí y descartado por muchos como una opción viable para equilibrar el dentro del campo de la selección francesa, N’Golo Kanté, indiferente ante los incrédulos, demostró en sus dos primeros partidos de la Eurocopa que todavía es un futbolista muy válido para el combinado que dirige Didier Deschamps.
El jugador del Al-Ittihad Jeddah es el único de toda la competición que ha sido nombrado en dos ocasiones ‘hombre del partido’ por la UEFA. Fue el mejor en la pírrica victoria de su equipo sobre Austria (0-1) y en el empate que cosechó este viernes frente a los Países Bajos (0-0). Nadie esperaba que un jugador de 33 años, desde hace una temporada fuera del circuito de las grandes Ligas europeas, consiguiera erigirse como el hombre más imporante de un equipo con nombres como Kylian Mbappé, Ousmané Dembélé o Antoine Griezmann.
Finalizada en el Chelsea una etapa de siete temporadas en la que fue clave para ganar una Liga de Campeones y una Premier League, Kanté hizo las maletas para rellenar un campeonato como el árabe necesitado de estrellas. Nombres como Cristiano, Brozovic, Mahrez, Fabinho, Firmino, Benzema, Laporte, Neymar o Mané dan lustre a un torneo que ha tenido que pagar sueldos millonarios para hacerse con los servicios de jugadores que en su mayoría apuran su carrera.
Y Kanté, uno de los cimientos del mayor éxito de Francia en las últimas décadas (el Mundial de Rusia 2018), parecía destinado a cobrar bien y a concluir su aventura en el mundo del fútbol en Arabia. Como si estuviera en un cementerio de elefantes, apurando su carrera después de disfrutar del éxito total con el Chelsea y con Francia. Sin embargo, Deschamps no dudó en apostar por él para la Eurocopa ante la sorpresa general.
El técnico de Bayona dio en la diana. La llamada de Kanté ha sido su gran acierto para intentar llevarse el título en Alemania. La realidad es que Kanté siempre encuentra la posición perfecta sobre el campo. Es inteligente con la pelota y sin ella y cumple con el balón en los pies. En apenas 180 minutos se ha vuelto a convertir en el armazón de Francia con datos que, aunque están lejos de los que consiguió en 2018, su año mágico, son muy relevantes.
Por ejemplo, según datos de BeSoccer, Kanté recuperó 13 balones contra Austria. Después bajó la estadística hasta los 5 contra Países Bajos. No está cerca de su récord, cuando alcanzó las 23 recuperaciones en un partido frente a Alemania en 2018. Pero en esta Eurocopa, se codea con los mejores y roza el ‘top ten’ de jugadores que más balones han recuperado en un solo partido. Sin embargo, sí entra en la lista de los diez nombres que más jugadas han interceptado. Lo ha conseguido en 11 ocasiones, cuando el mejor registro lo tiene Stefan Posch con 18.
Pero, de Francia, es el jugador, quitando los dos centrales (Upamecano y Saliba), que más pases intenta (116) y el tercero en conducciones de balón (17 por las 25 de Upamecano y las 22 de Dembélé). La edad tal vez le haya pasado factura y no consigue igualar su versión de 2018, pero Kanté aún resiste el paso del tiempo con datos muy buenos que reconoció su entrenador tras el primer partido frente a Austria.
«Sólo hay que ver lo que hizo, por eso le llamé. En cuanto tuve la certeza de que había recuperado toda su capacidad atlética… Tiene inteligencia táctica, capacidad para recuperar balones y proyectarse. Por supuesto, hoy ha estado brillante y mucho mejor, porque es lo que necesitábamos. Ha brillado sin duda», dijo Deschamps.
Kanté todavía tiene partidos por delante para engordar sus cifras. El próximo, ante Polonia, la primera eliminada de la Eurocopa, medirá la progresión de un jugador que poco a poco se acerca a sus mejores números, los que le encumbraron como uno de los mejores centrocampistas de contención y equilibrio del mundo. Francia se frota las manos con el redescubrimiento de Kanté, que poco a poco se acerca al mejor Kanté.
Juan José Lahuerta
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