Alejandro Panfil
“Un evento muy novedoso para el fútbol argentino”, anunció así el Club Social y Deportivo Yupanqui la presentación oficial de su flamante refuerzo, el volante central surcoreano Jung Euihyeon, de 21 años. Pero la novedad no es su procedencia, ya de por sí llamativa para un refuerzo de un club del ascenso profundo -en la Primera C-, sino que será el único jugador del equipo en tener sus propios patrocinantes en la indumentaria, una iniciativa que no tiene precedentes en el fútbol argentino. “Yo juego como Iniesta”, se presentó, algo nervioso, en la conferencia de prensa realizada en el bufet del club. Luego se corrigió, a pura sonrisa: “Quiero jugar como Iniesta”.
La historia oficial señala que el joven surcoreano acudió a una prueba por medio de su representante cuando ya el plantel estaba completo para arrancar la temporada y sus condiciones entusiasmaron al entrenador Facundo Ledesma, quien inmediatamente pidió ficharlo. “‘¿Vos estás seguro?’, me preguntó el presidente. Y le dije que técnicamente andaba muy bien. Se movieron rápidamente, lo pudieron fichar y se adaptó muy bien. Sabía jugar al truco y un montón de cosas”, contó el DT. La misma historia señala que para aprovechar la nueva contratación se buscó atraer patrocinadores a través del asesor de marketing Marcelo Papazian, quien sedujo a Gabriel Pressello, gestor cultural y dueño del restaurante Café Seúl, y a Alejandro Yoon, propietario de Gangnam Express -empresa que vende productos coreanos-, con la idea de patrocinar la camiseta de un solo jugador.
“Hay que creer en el proyecto y conseguir más personas que crean en el proyecto”, celebró Papazian, convencido que será un antes y un después por el cual los clubes van a tener una variante más para generar ingresos y difusión. Prueba de ello es que ya se reservaron 300 camisetas de Jung Euihyeon al valor de 25 mil pesos cada una y aseguran que para Yupanqui es un récord de venta anticipada tratándose de un jugador que aún no hizo su estreno. “Hace muchos años que trabajo en la gestión de la cultura coreana en la Argentina. Y cuando me llegó la idea al toque lo agarré porque son las ideas con las que suelo trabajar”, contó Pressello, quien entiende que esta es una gran oportunidad una iniciativa de estas características en tiempos de gran popularidad de la cultura coreana a través de la gastronomía, el K-Pop y las series.
Acostumbrado a la creatividad para la subsistencia, el humilde club de Villa Lugano que marcha en el puesto 13° en la Primera C encaró una nueva acción mediática que hizo recordar aquella campaña publicitaria de Coca Cola, allá por 2001, cuando en una de los cinco avisos que se realizaron, los jugadores de Yupanqui salían a la cancha y eran recibidos por solo un puñado de hinchas. El lema de dicha publicidad era “el club con menos hinchas del fútbol argentino… pero no con menos pasión”. El comercial fue un gran espaldarazo, ya que el club superó el récord de espectadores (96) y también logró una media de ocho afiliaciones por día y en la actualidad cuenta con 2600 socios que pueden realizar una decena de actividades deportivas en la sede de Guaminí 4512. A ese contexto llegó Fede, como lo llaman aquí por la difícil pronunciación de su nombre, tras sus pasos por Deportivo Español, Atlanta, Club Catedral y Argentino de Quilmes.
“Me encanta cómo juega Iniesta porque tiene mucha habilidad con la pelota y quiero jugar como él”, amplió para LA NACION Jung Euihyeon, quien además siempre tuvo como referente en su puesto a su compatriota Park Ji-sung, ex compañero de Carlos Tevez en Manchester United, y siente orgullo por todo lo logrado por Heung-min Son, de Tottenham Hotspur: “Me gusta mucho su mentalidad, porque es muy difícil ser exitoso en el extranjero siendo asiático. Acá cuando llegué los chicos me decían Son por él”.
Jung Euiheyon integra la breve lista de asiáticos que llegaron al fútbol argentino, con la salvedad de que todos los demás fueron japoneses. La contratación más llamativa y novedosa fue la de Nahoiro Takahara, que tuvo un corto paso por Boca en 2001, durante la presidencia de Mauricio Macri. Jugó poco y marcó un solo gol, en un 6-1 ante Lanús en la Bombonera. Le siguió Yusuke Kato, que en 2004 llegó a Huracán con 18 años y fue dirigido por Antonio Mohamed cuando el Globo logró el ascenso a primera en 2007. Solo pudo marcar un gol, en un triunfo 2-1 ante Talleres y rescindió su contrato al retornar de un préstamo en Defensores de Belgrano. Cabe recordar también que en 1999 pasó por River Takahiro Kawamura, pero rápidamente se fue de Núñez ya que Ramón Díaz nunca le dio minutos. Recientemente, Argentinos Juniors fichó a Ryoga Kida, de 18 años, quien llegó cedido y con opción de compra desde Nagoya. En el fútbol femenino tienden a lograr mayor continuidad: Ichika Egashira, de 21 años, firmó el año pasado en Excursionistas, siendo la primera asiática del fútbol argentino, y luego pasó a River. Luna Watanabe, mediocampista de 20 años, fue incorporada el año pasado por Ferro. Yuria Sasaki, de 20 años, firmó con Boca y Fuko Takahashi, de 26 años, fue contratada por Gimnasia.
“Esto es muy importante para desarrollar mi carrera en el fútbol. Estoy muy contento con esta oportunidad y quiero aprovecharla”, se ilusiona ahora con la continuidad el surcoreano Jung Euihyeon. O Fede. O el nuevo Iniesta que contrató Yupanqui.