Jóvenes de Guadalupe y Calvo evitan ser reclutados por el crimen organizado y huyen
Ante el temor de ser reclutados salen de sus hogares dejando atrás sus pertenencias y el lugar que los vio nacer, señalan integrantes del Colectivo Nuevo Amanecer
La situación descrita es desgarradora y refleja el impacto devastador que la violencia y el reclutamiento por parte del crimen organizado tienen en las comunidades de Guadalupe y Calvo. Es profundamente preocupante que los jóvenes se vean obligados a abandonar sus hogares y comunidades para evitar ser reclutados por grupos criminales, dejando atrás sus pertenencias y el lugar que los vio nacer.
La falta de apoyo de las autoridades para abordar esta problemática solo agrava la situación y deja a las familias desplazadas en una situación de vulnerabilidad aún mayor. Es crucial que las autoridades locales y estatales tomen medidas inmediatas para proteger a estas comunidades y brindarles el apoyo necesario para reconstruir sus vidas de manera segura y digna.
Además de abordar las causas subyacentes del reclutamiento por parte del crimen organizado, como la falta de oportunidades económicas y educativas, es fundamental mejorar la capacidad de aplicación de la ley y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a huir de sus hogares debido a la violencia.
El trabajo conjunto entre el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general es esencial para abordar esta crisis humanitaria y brindar esperanza y protección a las personas afectadas.
Cabe señalar que en lo que va del presente 2024 se han registrado en este municipio más de 12 homicidios, siendo los hechos más recientes los correspondientes a los de un joven que fue asesinado a tiros en Guadalupe y Calvo y su abuelo recogió su cuerpo para llevárselo a casa y después dio aviso a las autoridades. Sus restos fueron localizados en una brecha que conducía a la localidad de Dolores a Los Arroyitos.
También el cuerpo de un hombre en estado de descomposición, quien fue localizado en el interior de un barranco en la comunidad de Caballo Prieto, seccional de Baborigame.
La situación descrita por el Colectivo 10 de Octubre es desoladora y pone de relieve la grave crisis de seguridad y gobernanza que enfrentan algunas comunidades en Chihuahua. El miedo y la incertidumbre que sienten las personas desplazadas por la violencia y el crimen organizado son comprensibles dadas las circunstancias extremas en las que se encuentran.
Es preocupante que estas personas se vean obligadas a esconderse en diversos municipios del estado por temor a ser localizadas por grupos criminales, y aún más preocupante es la percepción de que la autoridad no puede garantizar su seguridad ni proporcionarles el apoyo necesario.
La falta de confianza en las autoridades es comprensible dada la sensación de que están sobrepasadas por el crimen organizado y no pueden garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas.
Es alentador ver que el Colectivo 10 de Octubre está comprometido a brindar apoyo y asesoramiento a estas personas desplazadas y a dar seguimiento a sus casos para garantizar que sean escuchadas por las autoridades pertinentes. Sin embargo, es fundamental que las autoridades locales y estatales redoblen sus esfuerzos para abordar esta crisis humanitaria y proteger a las personas afectadas por la violencia y el desplazamiento forzado.