La ‘nueva estrategia’ de las autoridades incluye el turismo de aventura, el religioso o incluso el médico
Jordania.- Jordania apuesta por desarrollar nuevos mercados y diversificar los ingresos para impulsar el turismo, un sector vital para la economía de un país que empieza a recuperarse de las turbulencias geopolíticas que sacudieron a sus vecinos en los últimos años.
En 2017, el reino recibió más de cuatro millones de visitantes, un alza considerable respecto al año anterior, pero un resultado aún alejado de los siete millones de turistas que recibió en 2010 antes del estallido de la guerra en Siria.
Es un país de una riqueza cultural enorme. Ahí, justo detrás de nosotros, hay un templo romano, una iglesia bizantina y una mezquita omeya, es apasionante, se maravilla Emmanuel Reneaume, un turista francés que visita la ciudadela de Ammán.
Pero hoy ya no solo los tesoros ocultos de la ciudad antigua de Petra o el agua cristalina del mar Rojo atraen a los visitantes.
La «nueva estrategia» de las autoridades incluye el turismo de aventura, el religioso o incluso el médico, dice a la AFP el director de la Oficina de Promoción del Turismo, Abed Al Razaq Arabiyat.
El margen de maniobra es más amplio desde que se calmó el tumulto de la primavera árabe de 2011 y se laminó el «califato» del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
Corazón y riñones
Sin recursos naturales y dependiente del turismo, que representa entre 10% y 12% de su Producto Interno Bruto (PIB), según la ministra a cargo del sector, Jordania apuesta con fuerza por el turismo médico, consciente de su atractivo.
«Si Líbano es reputado por la cirugía estética y Turquía por los implantes capilares, Jordania se distingue por las operaciones de corazón y riñones y por la fecundación in vitro», afirma el presidente de la asociación de hospitales privados, Fawzi Al Hamuri.Entre 250 mil y 300 mil pacientes extranjeros son admitidos en Jordania cada año, lo que aporta mil 500 millones de dólares al país, dice a la AFP.
La mayoría de pacientes proceden de países árabes. Para facilitar su entrada, el gobierno adoptó en marzo una medida que permite a los iraquíes, yemeníes, sirios, libios, sudaneses, chadianos y etíopes obtener una visa en 48 horas.
«La seguridad en el país, la limpieza de los hospitales, la ausencia de cortes eléctricos» convencieron a Samer Mustafá, un iraquí de 50 años, de viajar al país vecino para someterse a una operación a corazón abierto.
Nuevas «experiencias turísticas»
Actualmente, el turismo médico representa el 4% del PIB y emplea directamente a 35 mil personas, según Hamuri.
«Diversificar los mercados es también una forma de prevenir desafíos ante los imprevistos» en una región muy volátil, argumenta Abed Al Razaq Arabiyat.
«Quisimos aplicar un plan para dar a conocer las diferentes experiencias turísticas posibles en Jordania -turismo de aventura, religioso, terapéutico o nupcial- gracias a los miles de sitios arqueológicos, históricos y naturales que cuenta el país, agregó.El reino concentra así ahora sus esfuerzos en el desarrollo del turismo cinematográfico gracias a sus paisajes impresionantes, como el desierto del Wadi Rum y sus valles de arena rodeados de acantilados ocres y rosados que atraen a numerosos cineastas extranjeros.