John Cena protagonizó uno de los momentos más llamativos de la noche al aparecer desnudo en la ceremonia
Antes de actor, John Cena fue luchador profesional con 25 campeonatos ganados a sus espaldas y 16 reinados como campeón mundial. Se dice fácil y pronto. Su carrera ha estado enfocada en este deporte donde ha obtenido todos los títulos y reconocimientos posibles. Precisamente su trabajo como tal fue lo que lo llevó, casi por casualidad, al celuloide, convirtiéndose, de la noche a la mañana, en protagonista de películas como The Marine, 12 Rounds y Legendary, entre otras.
Pero el de esta noche en los Oscar ha sido, sin duda, uno de sus mejores papeles. Salir prácticamente desnudo al escenario tan solo cubriendo sus partes más íntimas para presentar el premio al Mejor Diseño de Vestuario, ha sido el mayor trampolín para impulsar su carrera como actor y darse a conocer, aún más, ante la créme de la créme de la industria.
Un desnudo con homenaje incluido
La escena no ha sido por casualidad, sino un guiño a lo sucedido en la gala de los Oscar de 1974, cuando Robert Opel, un fotógrafo y dueño de una galería de arte, se mostró como su madre lo trajo al mundo en plena emisión de los premios. Un episodio que ya es historia de la famosa entrega de galardones, como lo fue la famosa bofetada de Will Smith a Chris Rock.
Sucedió el 2 de abril de 1974 cuando Opel supuestamente se hizo pasar por periodista para subir al escenario de la 46ª edición de los Premios de la Academia y correr desnudo por detrás de David Niven cuando presentaba a Elizabeth Taylor.
«Bueno, damas y caballeros, eso casi tenía que suceder… ¿Pero no es fascinante pensar que probablemente la única risa que ese hombre hará alguna vez en su vida es desnudándose y mostrando sus defectos?», dijo Niven logrando salir del momento.
Un actor que sabe hacer el ridículo
Así son los Oscar, cada premiación tiene su nota discordante y, en esta ocasión, también ha sido ingeniosa. La divertida conversación entre Jimmy Kimmel y John Cena antes de salir a escena hacía entrever que se avecinaba uno de los momentos más comentados de la ceremonia, y así fue. John Cena aparentemente desnudo (llevaba una tela cubriéndole sus partes íntimas), negándose a repetir la escena de 1974 mientras se cubría con una parte del decorado sobre el escenario. Pero entonces el presentador le entregaba el sobre, dejándolo solo y teniendo que acercarse al micrófono tapándose solamente con el papelito.
Cena llegó justo a tiempo para añadir la chispa y la gracia a unos premios que, hasta el momento, estaban siendo algo más serios de lo habitual y que agarran fuerza más hacia la recta final. El actor y luchador desbancó por unos minutos a la propia Barbie con este modelo de carne y hueso que ha dado lugar a uno de los momentos más divertidos de la noche. Un momento tan ridículo como divertido que demuestra la versatilidad de John Cena como actor cómico.
Porque si no lo sabían, la estrella de la lucha se lució previamente en El pacificador, la serie original de HBO Max donde desplegó su carisma, rápido ingenio y capacidad para reírse de sí mismo. Aquella serie le dio una oportunidad idónea para fusionar todos esos atributos y usarlos a favor del personaje. Y el resultado fue una actuación brillante e hilarante. Lo mismo que consigue en su nueva película, Ricky Stanicky, recientemente estrenada en Amazon Prime Video donde se luce, de nuevo, haciendo el ridículo con el tono de humor.
¿Será que ha nacido una estrella en Hollywood? Para eso habrá que esperar, pero ver algo así, tan lejos de lo acartonado y cuadriculado de esta premiación, como audiencia, siempre se agradece.