Agustín Sánchez cree que los festejos alrededor de la fecha son un invento del capitalismo
EL UNIVERSAL
La películas «007: Spectre», estrenada en 2015, y «Coco», de 2017, así como el lanzamiento de la muñeca Barbie Catrina, han dado pie a la creación de un fenómeno cultural que tiene más que ver con el capitalismo que con una tradición mexicana de Día de Muertos, dice Agustín Sánchez, quien es uno de los más importantes investigadores de la caricatura en México. Sin embargo, dice, la «estética» de la catrina sigue siendo la misma que en los últimos años.
«Nos está tocando ver el nacimiento de un proceso cultural: la invención comercial del Día de Muertos. El marketing se está aprovechando de un fenómeno que venía creciendo desde los años 70, cuando se inventaron los grandes altares en Ciudad Universitaria», dice.
Para el autor de libro «La portentosa vida de José Guadalupe Posada» los desfiles y los festejos alrededor del Día de Muertos son un invento del capitalismo.
«No juzgo si es bueno o malo, es posible que sea un fenómeno que repercute en una derrama económica en un momento de crisis. Sin embargo, hay que apuntar que a alguien del gobierno se le ocurrió que sería buena idea hacer un desfile del Día de Muertos como el que aparece en la película de James Bond y le resultó. El desfile atrae a turistas de todo el mundo y se está creando la idea de que es una tradición mexicana y no lo es», explica.
Hace unos días se anunció que con el objetivo de apoyar al turismo nacional y reactivar la economía, se realizarán festejos por el Día de muertos, entre los que destacan el «Desfile Internacional Día de Muertos celebrando la vida» que se realizará el 31 de octubre y que contará con la participación de más de mil voluntarios, cuatro artistas internacionales, 10 carros alegóricos, entre otros, en los 8.7 km de recorrido que tendrá una duración de 5 horas.
«Es un privilegio ver cómo se genera un fenómeno cultural, para los estudiosos de las industrias culturales es un buen tema a estudiar. Los que estudiamos fenómenos históricos, de humor y de Posada, ya estamos viendo cómo crece el fenómeno. El desfile tiene cuatro años, es realmente nuevo. Las grandes industrias son muy hábiles para vender, por eso también hemos visto a la Barbie Catrina», refiere Sánchez.
Y agrega: «La estética social, es decir, como se visten las personas para el Día de Muertos, no se ha modificado en los últimos años, incluso se sigue haciendo el chiste de si la gente que se maquilla se parece más a un osito panda que a una calavera o catrina. Lo que sí ha cambiado es el desfile, es totalmente nuevo, que nada tiene que ver con la cultura mexicana».
A esta «cultura light», que sólo busca la atracción y las masas, no le interesa encontrar la raíz del fenómeno. En este sentido, apunta Sánchez, si bien se habla de Posada, no existe un homenaje real al caricaturista.
«Posada, evidentemente, no es el creador de este fenómeno, pero sí es el punto partida y no existe un interés en identificar la raíz, todo el mundo se refiere a Posada como parte del fenómeno mercantil. Ocurre como con Santa Clós, ¿a quién le importa San Nicolás? Esto seguirá creciendo porque es un buen negocio y lo que priva en un mundo neoliberal como el nuestro, es el negocio. Posada no quedará en el olvido, pero tampoco repercutirá en un interés mayor por su obra. Al rato veremos desfiles en todo el país y todo se lo deberemos a James Bond y a Coco», indica Sánchez.