Agencia EFE
(EFE).- El pertiguista sueco Armand Duplantis, el mediofondista noruego Jakob Ingebrigtsen, la fondista etíope Gudaf Tsegay y el vallista estadounidense Grant Holloway dieron brillo a unos Mundiales de pista cubierta de Nanjing (China) algo descafeinados, en los que no se batió ningún récord del mundo y hubo grandes ausencias como las de Yulimar Rojas, Jordan Díaz, Noah Lyles o Femke Bol.
Los Mundiales de Nanjing dejaron pocas sorpresas y las principales estrellas que acudieron a la ciudad china ganaron sin demasiados sobresaltos, demostrando su superioridad en sus diferentes disciplinas.
Duplantis, con una discreta marca de 6,15 metros, y sin intentar batir su propio récord del mundo de 6,27, demostró por qué es el mejor con la pértiga, sin encontrar demasiada oposición en sus rivales, aunque el griego Emmanuil Karalis trató de ponerle a prueba y, con 6,05, hizo récord nacional y se llevó la plata.
Jakob Ingebrigtsen, que hace poco más de dos semanas en Apeldoorn (Países Bajos) realizó una gesta histórica al ser el primer atleta europeo en conseguir tres veces consecutivas el doblete continental en 1.500 y 3.000 bajo techo, se marchó de China con dos oros mundiales en ambas distancias y dejando claro que ahora mismo es el mejor sobre la pista. Dominó ambas carreras y, aunque el británico Neil Gourley y el etíope Berihu Aregawi intentaron sorprenderle, él quiso marcar su territorio haciendo valer la ley del más fuerte.
Con mucha más holgura venció Gudaf Tsegay, que corrió sola y sin oposición la final de los 1.500 metros. Entró en meta en 3:54.86, casi cinco segundos menos que la medallista de plata, la también etíope Diribe Welteji, que llegó en 3:59.30. Su superioridad fue tan notoria que para la temporada de aire libre se antoja como una de las rivales más temibles dentro del mediofondo internacional femenino.
Los 60 vallas tuvieron nombre propio, el de Grant Holloway. El mismo que tienen desde el 16 de marzo de 2014 cuando el estadounidense perdió la última carrera en la distancia. Desde entonces carrera que hace, carrera que gana.
En el triple salto, sin las dos grandes referencias mundiales, el español Jordan Díaz y la venezolana Yulimar Rojas, la gloria se la llevó el cubano Andy Díaz, representando a Italia, y la también cubana Leyanis Pérez, que por fin pudo celebrar un triunfo en un gran campeonato internacional saltando 14,93 metros, una marca inalcanzable para la española Ana Peleteiro, reciente campeona de Europa bajo techo, que, lastrada por unas molestias en una rodilla, se llevó un bronce.
Estos campeonatos mundiales también sirvieron para refrendar la progresión del joven prodigio italiano Mattia Furlani, que, con 20 años, se llevó el oro en salto de longitud por delante de los dos principales favoritos, el jamaicano Wayne Pinnock, plata, y el griego Miltiadis Tentoglou, cuarto.
Lo mismo pasó con la francesa Marie-Julie Bonnin, bronce en el reciente Europeo de Apeldoorn (Países Bajos), que se proclamó campeona de salto con pértiga a sus 23 años, igualando con una marca de 4,75 metros el récord nacional que poseía en solitario Ninon-Guillon Romarin desde el 20 de julio de 2018.
Una de las principales sorpresas la protagonizó la australiana Nicola Olyslagers, que, como ya hizo hace un año en los Mundiales de pista cubierta de Glasgow, volvió a subirse a lo más alto del podio en Nanjing sorprendiendo en la final del salto de altura a la principal favorita, la ucraniana Yaroslava Mahuchikh, que se llevó el bronce y ha encontrado una firme opositora a su reinado en la disciplina.
Los Mundiales de Nanjing no dejaron ningún récord del mundo aunque sí un récord de los campeonatos, el de Gudaf Tsegay en los 1.500 con esos 3:54.86, que mejoraron su anterior plusmarca de 3:57.19 en los Mundiales de Belgrado 2022.
Lo que sí hubo fueron récords nacionales. Un total de veintisiete se batieron, destacando tres en relevos del 4×400 con los equipos de Hungría (3:06.03), China (3:06.90) y Sri Lanka (3:10.58).
Las numerosas ausencias de estrellas internacionales como la neerlandesa Femke Bol (400 y 4×400), el estadounidense Noah Lyles (60 y 4×400), el español Jordan Díaz (triple salto), la venezolana Yulimar Rojas (triple salto), el británico Josh Kerr (3.000) o la santalucense Julien Alfred (60) deslucieron unos campeonatos en los que tampoco hubo una gran respuesta del público chino, que no llenó en alguna sesión el pabellón del Parque Deportivo Olímpico Juvenil de Nanjing.
Estos Mundiales debieron celebrarse en marzo de 2020 pero fueron suspendidos por la pandemia de la covid y fue posponiéndose en el calendario hasta este 2025 para cumplir los contratos de World Athletics con la ciudad china.
David Ramiro
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