De adicto a ADICTO
Por Ernesto Salayandía García
¿Infundado miedo a un marihuano?
Nadie ha muerto de sobredosis del TCH
Hará cosa de 4 años que les di el mensaje a tres adolescentes prendidos de la hierba mala hierba, por supuesto negados, soberbios e irreverentes, defendiendo no solo el consumo, sino la legalización, argumentando que si el gobierno quería reglamentar las drogas, obedecía que estas, en su caso, la marihuana, no era dañina, sumando, que es su uso medicinal, se me dijo, que ningún marihuano había muerto de sobredosis, que no se sabía de qué alguien hubiera tenido delirios de persecución, como un cocainómano como yo, que no se registraban accidentes de tránsito o laborales como en el caso del alcohol, me dijeron, que el consumo no generaba problemas de matrimonio, que ellos conocían a papas grifos que eran por demás tranquilos, me dijeron tantas cosas defendiendo la mota, que me dieron ganas de echarme un churro- Es medicinal y recreativa, por esa razón, los gringos, canadienses y muchos países han legalizado su consumo, no pasa nada, exageras Ernesto.- Manejaban también sus argumentos que los papas ahí presentes, les creyeron y todo siguió igual, con el tiempo, se les permitió fumar adentro de sus casas, portar sus dosis personales y para compartir con sus amigos, usar los complementos de esta adicción que son el licor y las clonacepanes, claro, que las consecuencias no se han hecho esperar, consecuencias familiares, escolares, físicas, mentales, emocionales, espirituales y las relacionadas con la personalidad, la marihuana provoco grandes cambios en todas las áreas señaladas y estos jóvenes negados, están viviendo su propia experiencia. Es real, el marihuano se torna histérico con el tiempo de consumo. Uno de ellos, tuvo que dejar de consumir o reprobaba la escuela, su memoria y capacidad de retención habían desaparecido por el abuso en el consumo de mota diario.
María Fernanda, adicta a la marihuana
Cuando se enteraron, que su hija de 13 años, fumaba marihuana, sus papas, pusieron el grito en el cielo, buscaron la manera de internarla tres meses, le cerraron todas las puertas, prohibiendo amistades, culpando que por ahí, ella se había prendido, delante de mí, le echaron la culpa al novio y a las amigas, también a la escuela que es un refugio de drogadictos, más aun, entre ellos, se aventaban el paquetito.- Es tu culpa, no haz atendido a esta niña.- Cuando escuche sus versiones, escuche a María Fernanda.- Mis papas, se la pasan peleando todo el tiempo, nunca tienen tiempo para mí, mi mama, reniega de todo y por nada, siempre me está gritando, ordenando, que esto y que aquello, a veces me golpea y me castiga, mi papa, fuma marihuana en el patio, se emborracha muy seguido y cuando deja las bachitas de la mota, yo les soy mate en el patio, mi casa es un verdadero desmadre, mi hermano, prendido del cristal y mi hermana, prostituta, adicta a la cocaína y cuando conté la historia de esta familia, alguien me dijo.- No es mi caso, los únicos que nos drogamos son mi papa y yo, aunque mi mama, es neurótica, no pasa nada, ya nos acostumbramos a sus gritos.- El adicto nace y se hace en casa, los hogares disfuncionales son el dinamo generador de la enfermedad que comanda la ignorancia acompañada de la negación y la gran mayoría de las familias, no tenemos el espíritu de prevención, no visualizamos los problemas de nuestros hijos,
hasta que explota la bomba, en ese momento, buscamos soluciones, pretendemos tapar el pozo, después del niño ahogado y cuando cae al pozo, ya es demasiado tarde, en la mayoría de los casos de los adictos a cualquier sustancia, la consecuencias comienzan con la deserción escolar, el abandono de sí mismo, autoestima baja, depresión y neurosis extrema, sumando otro tipo de drogas al consumo de la marihuana. La familia, cree que un anexo de tres meses va a desintoxicar a su hijo, sale peor el remedio, que la curación, salvo honrosas excepciones,
La recaída de Fede, anoche me hablo de Montreal
Trabajamos hace algún tiempo su recuperación, después de haber tocado fondos duros, crueles e impactantes, decidió hacer un cambio en su vida, se salvó de morir, de haber ingresado el CERESO, tuvo consecuencias muy graves por andar en la fiesta y con malas amistades, logramos mantenerlo limpio por un prologando tiempo de cuatro o cinco años, conoció a una mujer que lo ayudo mucho, tuvieron un hijo y se fue a vivir a Montreal , Canadá, gracias a su trabajo se hizo de una casita y de una buena camioneta, a Fede, le comenzó a ir súper, pero se le olvido su genética, sus antecedentes neuróticos, compulsivos y alcohólicos de sus antecesores, abuelos, padres y tíos enfermos de alcoholismo, se le olvido que es adicto, adicto hasta que se muera, que su enfermedad es mortal, progresiva, incurable, contagiosa, peligrosa, burlona, es un enfermedad perra, y ahora, prendido de la mota medicinal desde hace un par de años, comenzó a justificarse, argumentando que la legalización, genera ingresos a las escuelas y que con ese dinero, se hacen obras de interés público, pero narro su diario vivir.- Ernesto, sufro de depresión, mi mujer me abandono por mi pinche genio, la llegue a golpear tres veces, no soportaba los llantos de mi hijo y también le di sus trancazos, no tengo un trabajo estable, me irrito, exploto, soy mecha corta y cada vez fumo más y más de la porquería, me chuto hasta diez churros al día.- ¿Que hago, Ernesto, ayúdeme?.-
Fede, está tocando un fondo, comprobando que, en un adicto, la marihuana no tiene nada de medicinal, ni recreativa, es una maldita droga que gesta a corto y largo plazo, infinidad de daños.
Efectos a largo plazo en la salud de personas adultas
Las investigaciones muestran que el uso prolongado de marihuana puede causar:
Efectos cardiovasculares: El consumo de marihuana puede estar relacionado con un mayor riesgo de ataques cardíacos en adultos. Efectos respiratorios: El humo de la marihuana irrita los pulmones. Los fumadores habituales de marihuana (que consumen a diario o casi a diario) tienen muchos de los problemas de salud que padecen los fumadores de tabaco, como tos diaria, bronquitis, mucosidad y sibilancia. El humo de la marihuana que inhalan los fumadores activos y pasivos contiene los mismos productos químicos cancerígenos que el humo del tabaco. Cáncer de pulmón: Existen investigaciones contradictorias sobre los efectos de fumar marihuana y el cáncer de pulmón. Algunos de los productos químicos cancerígenos del humo del tabaco también están presentes en el humo de la marihuana. Fumar marihuana habitualmente está estrechamente relacionado con el daño a los tejidos de las vías respiratorias en los pulmones. Dicho daño puede sanar si se deja de fumar marihuana. Es preciso investigar más para poder
determinar si el daño a los tejidos aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer de pulmón. Efectos en la salud mental y en el cerebro: El consumo habitual de marihuana puede provocar daños en la memoria, que pueden durar una semana o más tras la última vez que se haya consumido El uso periódico de marihuana en adultos (al menos semanalmente) está relacionado con la depresión, probablemente también con otros problemas de salud mental, como ansiedad y psicosis