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MADRID (AP) — El presidente de la federación español de fútbol empañó la consagración de la selección en el Mundial femenino tras besar en los labios a una jugadora durante la ceremonia de entrega de medallas, desencadenando críticas por conducta inapropiada en un deporte plagado por escándalos de sexismo.
Las críticas de ministros del gobierno español y múltiples voces del mundo del fútbol arreciaron el lunes sobre Luis Rubiales, el presidente de la federación nacional de fútbol, por su conducta inapropiada al celebrar la victoria 1-0 de la La Roja ante Inglaterra en la final disputada el domingo en Sydney, Australia.
La Real Federación Española, que preside Rubiales, trató de minimizar el incidente al difundir primero una declaración atribuida a la jugadora que besó y luego publicó un video en el que Rubiales se disculpa.
En el palco e inmediatamente después de la victoria de España, Rubiales se llevó la mano a los testículos en un gesto triunfal, sin prestar atención a que la princesa Sofía, de 16 años, estaba a su lado. Luego, durante la ceremonia de premiación, Rubiales besó en los labios a la jugadora Jenni Hermoso, atrayendo la atención y amargando el festejo del día más glorioso del fútbol femenino español.
El beso impactó dadas las frecuentes denuncias de abusos sexuales perpetrados por hombres con funciones de dirigente o técnicos contra futbolistas que conforman las selecciones nacionales. Dos de los equipos que disputaron el Mundial, Haití y Zambia, fueron remecidos por denuncias de ese tipo.
En España el ministro de Cultura y Deporte del país, Miquel Iceta, dijo a Radio Nacional de España que “es inaceptable besar en los labios a una jugadora para felicitarla”.
Más fuerte fue la reacción de la ministra de Igualdad Irene Montero.
“Es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar. Es tarea de toda la sociedad. El consentimiento en el centro”, escribió Montero el domingo en la red social X, previamente conocida como Twitter.
La federación procuró aplacar la polémica la noche del domingo con una declaración atribuida a Hermoso.
“Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial”, dijo Hermoso en el texto difundido por la federación. «El ‘presi’ y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento”.
Pero el lunes la federación publicó un video de Rubiales en el que ofrece disculpas y admite que “seguramente me he equivocado”, pero que lo hizo en “un momento de máxima efusividad”.
“Aquí lo veíamos algo natural, normal, pero fuera parece que se ha formado un revuelo”, dijo Rubiales en el video.
“Si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra. Y además aprender de esto y entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la federación, pues tiene que, sobre todo en ceremonias y en este tipo de cuestiones, tener más cuidado”, añadió.
Rubiales, de 45, presidió al sindicato de futbolistas de España durante ocho años antes de ser elegido como máximo jerarca de la federación en 2018. La selección femenina fue remecida por una rebelión de jugadoras el año pasado debido a las quejas sobre el diario trabajo bajo la dirección del técnico Jorge Vilda.
Tras la final, cuando Hermoso pasó entre los dignatarios presentes para recibir su medalla, Rubiales colocó sus manos en su cabeza y le besó en los labios. También abrazó a varias jugadoras más y posó su brazo alrededor de la reina Letizia.
En un video de Instagram en el vestuario tras el incidente, las jugadoras gritaban y se reían mientras veían el beso reproducido en un teléfono.
Hermoso pudo ser captada cuando riéndose gritó: «Eh, pero no me ha gustado”. Cuando sus compañeros que hacía, respondió: «¿Qué hago yo? Mírame, mírame”, dando a entender que no podía hacer nada.
FIFPRO, el sindicato global de futbolistas, deploró el proceder de Rubiales.
“Es profundamente lamentable que un momento tan especial para las jugadoras de la selección de España ante una audiencia televisiva global quedara manchado por la conducta inapropiada de un individuo con semejante responsabilidad», dijo FIPRO en un comunicado.
Rubiales también funge como vicepresidente de la UEFA y fue el representante de mayor rango del ente rector del fútbol europeo en la final en Australia.
Videos grabados tras el silbatazo final mostraron a Rubiales celebraron la victoria en la primera fila de una sección especial, cerca de la reina de España y el presidente de la FIFA Gianni Infantino. Rubiales alzó los brazos y dio un salto mientras apuntaba hacia la cancha, y brevemente se tocó los genitales con la mano derecho.
Ex futbolista, Rubiales tendrá un papel importante en captar votos para que su país sea sede del Mundial masculino en 2030. España encabeza una candidatura junto a Portugal, Marruecos y, de momento, Ucrania, para albergar el torneo de 48 equipos, y es la favorito para la votación que se realizará el año próximo.
Tanto la UEFA como la FIFA no respondieron de inmediato el lunes a solicitudes de comentarios sobre la conducta de Rubiales.