Eduardo Arredondo Delgado
El cantante Udo Dirkschneider y el bajista Peter Baltes prefirieron conversar de otros temas para dejar una estela de humo y no abordar el tema tabú: la separación y una casi imposible reunión de Accept. Le rehúyen al tema y hasta les causa salpullido o sarna. Baltes es más abierto pero no dice más. Visiblemente entre el silencio que guarda se percibe que Baltes tuvo un fuerte desencuentro con Wolf Hoffman, el dueño y fundador de Accept. El bajista ya no regresaría a la banda, después de 40 años o más de relación y entonces ante la ausencia de Baltes, el teutón Wolf renovó a la banda, reclutando a nuevos músicos en una nueva encarnación de Accept.
De setenta años, poco más de cuarenta años dedicados a la música, Udo luciendo una camisa negra con estampado de una calavera de Día de Muertos en la tradición mexicana, solo comentó lo feliz que lo hace regresar a tierras mexicanas y a Chihuahua particularmente. En el 2007, Udo estuvo por vez primera en Chihuahua (en el Gimnasio Manuel Bernardo Aguirre) donde compartió escenario con Mago de Oz (un día antes, Tool se presentó en Las Cruces, Nm).
De cara redonda, agrietada por el paso del tiempo Udo, fue amable, aunque no pudo ocultar lo parco que es y apenas esbozó una pequeña sonrisa, luego de tomar sus pertenencias, una voluminosa maleta para tomarla él mismo y llevarla rodando con una agarradera. Apurado para no dar declaraciones y zafarse de su pasado con Accept, siguió caminando hasta ser recogidos-él y su banda- en una camioneta estilo Van, en el estacionamiento del aeropuerto, Roberto Fierro y luego ser trasladados al hotel.
Los poco más de diez fans reunidos le dieron un cálido recibimiento y aunque las muecas de Udo lo delataba-su cansancio y hasta molestia- aceptó de buena lid firmar todo lo que le pusieron en mano.
Baltes quien ahora vive en Florida, aseguró que el guitarrista, Jorg Fischer, ex Accept vive en L.A, aunque reconoció que no tiene contacto con el legendario músico, pero según sabe trabaja en la industria fílmica, sin que haya vuelto a retomar su carrera en la música. Vía correo electrónico la misma información fue confirmada por el productor teutón, Dieter Dierks, antiguo colaborador de Accept. Después del álbum, Roussian Roulette (1986) Fischer desapareció de la escena sin dar explicación alguna, solo grabando intermitentes e intrascendentes proyectos a pesar de haber sido un fulgurante guitarrista.
Peter Baltes lamenta la condición de la industria musical y dice que hay que tocar continuamente en directo. El bajista, uno de los grandes del metal, dio entrever que hay muchas posibilidades de trabajar en el próximo material de Udo aunque no lo confirmó, pero si continuará en el tour de promoción del álbum “Game Over”.
Los alemanes se despidieron exhortando a la gente, curiosa que no los identificaba que fueran al concierto y recordar las hazañas de Udo y su banda.