Charmed se convirtió en una de las series más famosas a finales de los 90 e inicios de los 2000 AGENCIA
Charmed se convirtió en una de las series más famosas de The WB a finales de los 90 e inicios de los 2000, pues contaba la historia de tres hermanas que eran brujas y tenían que proteger a la humanidad de la visita de seres malignos del más allá, sin que nadie se enterase de sus capacidades extrasensoriales.
Se trataban de Prue, Piper y Phoebe Halliwell, interpretadas por Shannen Doherty, Holly Marie Combs y Alyssa Milano, respectivamente.
Cuando la serie alcanzó su mayor éxito, luego de la emisión de los primeros capítulos, nadie se habría imaginado que Shannen pasaría un mal trago cada que tenía que compartir escena con Alyssa, la cual no la trataba nada bien, pues ahora, la actriz de 52 años se sincera en su podcast «Let´s be clear», en el que revela lo mucho que le afectó su salida de la serie, tras participar en las primeras tres temporadas.
Y, en la más reciente entrega del podcast, Doherty recibió como invitada nada más y nada menos que a Holly Marie, su hermana de ficción y de la vida real también, pues todavía antes de que trabajaran juntas en Charmed, ya eran grandes amigas.
Combs respaldó las declaraciones de Doherty, en las que aseguraba que Milano había sido quien pidió al productor de la serie, Jonathan Levin, que la eliminara del reparto, con la advertencia de que eligiera entre las dos.
«No era nuestra intención, pero nos han acorralado en este rincón; básicamente estamos en esta posición en la que es lo una o lo otra», le dijo el productor a Holy Marie en esa época.
De ese modo, Levin no tuvo otra opción que optar porque Alyssa fuera la actriz que permanecería en el show, debido a que lo amenazó con denunciar a la producción bajo las acusaciones de haber generado un ambiente de trabajo hostil para ella. El productor -narró la actriz- se sintió acorralado, debido a que Milano grababa todo lo que sucedía en el set.
«(Alyssa) había documentado cada vez que se sentía incómoda en el set», generando la idea de que Doherty era la culpable de que se sintiese incómoda.
De ese modo, Combs tomó la determinación de abandonar el proyecto, pues no quería continuar grabando sin Shannen, sin embargo, no pudo dejar su papel como Piper, debido a que Levin le dijo que la demandaría si no cumplía su contrato, el que se prolongó hasta el año 2006, cuando se grabó la octava y última temporada de Charmed.
Por su parte, Shannen destacó que la amistad entre ella y Holly Marie se enfrió, luego de que Alyssa y su madre Lin estrecharan su relación con la actriz, que al no tener una familia cercana, se sintió abrazada por el trató que recibió de su compañera de reparto y la progenitora de esta.
«Creo que era bastante obvio que fui criada por padres adolescentes y que no tenía una gran familia», reconoció Holly Marie. «Entonces tienes razón, cuando una familia se abalanzó y básicamente intentó adoptarme, fue muy seductor para mí».
Fue así que, cuando Combs fue hospitalizada, tras una cirugía en la que le extirparon un tumor del útero, Doherty tuvo que enfrentarse a la negación de las Milano, pues contó que, prácticamente, no permitían que visitara a la actriz que, desde su trinchera, creía que Shannen no la estaba apoyando en un momento tan crucial.
«Esperé 24 horas después de tu cirugía y no fue fácil para mí entrar (a verte), me sentí como si me dijeran que ni siquiera podía entrar; Alyssa y su madre impedían que la gente te viera y en ese momento no lo sabías. Recuerdo que me enviaste un mensaje de texto que decía: «-Amiga, ¿vas a venir a verme?», detalló.
Cabe señalar que tras la salida de Shanne, Rose McGowan se unió al elenco con el personaje de Paige Matthews.