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Te traemos 30 datos sobre la vida de Freddie Mercury que seguro no conocías.
El verdadero nombre de Freddie Mercury era Farrokh Bulsara
¿Sabías que cuando nació a Freddie Mercury le llamaron Farrohh Bulsara? Nació en Zanzíbar el 5 de septiembre de 1946 de padres persas de la India. Su padre trabajaba en la Oficina Colonial Británica como cajero y eran una familia persa bastante conservadora.
Farrokh decidió que quería que empezaran a llamarle Freddie cuando era un niño y estudiaba en Bonbay, donde su familia lo había enviado cuando tenía 8 años. Sin embargo, no cambió legalmente su nombre por el de Freddie Mercury hasta 1970, cuando empezó con Queen. Eligió “Mercury” porque le gustaba mucho el elemento químico que lleva ese mismo nombre; además, en la mitología persa, Mercury es el mensajero de la verdad y el amor y él se consideraba a sí mismo de esa misma forma.
Cuando uno piensa en Freddie Mercury, le vienen a la mente coronas y una capa de rey, pero también piensa en rangos vocales insólitos y fantásticos bailes en el escenario, además de fiestas salvajes, sexo, drogas y rock and roll. Pero muchos no saben que Freddie era un niño normal en Zanzíbar, donde nació.
Cuando sus padres le enviaron a un internado en la actual Bombay, se dieron cuenta de que tenía un talento natural para tocar el piano. Como dijo su madre en una ocasión: «Desde el principio, Freddie tenía vocación musical. Estaba todo el tiempo en su cabeza». Incluso creó una banda escolar llamada The Hectics, cuando sólo tenía 12 años y versionaban a artistas de rock and roll como Little Richard. Mercury estaba obsesionado con la música pop occidental.
Mercury se encargaba de cargar el equipaje en el aeropuerto de Heathrow
Freddie regresó a Zanzíbar cuando terminó la escuela en Bombay, pero en 1964 se trasladó a Inglaterra con su familia para escapar de los violentos disturbios que supondrían el inicio de la Revolución de Zanzíbar. Se mudaron a una pequeña casa en Middlesex, Inglaterra.
Como querían que tuviera educación universitaria, sus padres le convencieron para que empezara a estudiar. Freddie estudió arte en el oeste de Londres durante un tiempo y luego se cambió a arte gráfico y diseño, de lo que se graduó en 1969. Mercury empezó a trabajar a tiempo parcial como mozo de equipajes en el aeropuerto de Heathrow. Le gustaba la música y se le veía a menudo en conciertos clandestinos por Londres, hasta que conoció a Brian May y Roger Taylor, que eran el guitarrista y el batería de Smile, banda a la que se unió en 1970. Mercury cambió el nombre de la banda por el de Queen en 1971.
“No voy a ser una estrella del pop. ¡Voy a ser una leyenda!”
Desde niño Freddie sabía que su destino era convertirse en leyenda. Su inigualable pasión por la música era algo de otro mundo y fue lo que le convirtió en el gigante del rock and roll que llegó a ser. Antes de convertirse en su vocalista, Mercury escuchaba a la banda Smile cada vez que daban un concierto. Le encantaba su sonido y estaba decidido a formar parte de ella.
Freddie estaba tan seguro de que iba a triunfar como músico, que a menudo decía que iba a ser una gran estrella del pop. Chris Smith, que fue miembro de Smile, recuerda haber visto a Mercury rodeándose la cara con las manos y cuando le preguntó si estaba bien, Freddie simplemente gritó: «No voy a ser una estrella del pop. Voy a ser una leyenda». Tenía razón, señor Mercury.
La primera vez de Mercury sobre un escenario
Freddie se convirtió en el cantante de Smile de la forma más inesperada. El cantante principal dejó la banda en 1970, dejando un puesto libre para nuevos talentos. Al estar tan enamorado de su sonido y no querer que se disolvieran de forma definitiva, Freddie aprovechó la oportunidad y le dijo a los miembros de la banda que quería ser su cantante principal. Lo único que hizo falta para convencerles fue escucharle cantar.
En seguida, Mercury pasó a formar parte de la banda y más tarde cambió su nombre por el de Queen, lo que provocó una gran controversia en su momento, debido a su asociación con la comunidad LGBTQ. Freddie simplemente dijo que le encantaba el nombre porque «¡era majestuoso y sonaba espléndido!» Polémica o no, Queen estaba a punto de cambiar la historia de la música.
Tenía un rango vocal de cuatro octavas
Aparte de su embriagadora y extravagante personalidad sobre el escenario, Freddie tenía un rango vocal extraordinario y muy poco común entre el resto de artistas y la gente en general. Podía alcanzar un rango de cuatro octavas con su voz. Para darte una pequeña perspectiva, Whitney Houston y Mariah Carey están entre los pocos artistas con un rango vocal de cuatro octavas y no son cantantes estándar, ¿verdad?
En cuanto la banda escuchó la voz de Freddie, supo que era algo excepcional. Si a eso le añadimos su personalidad única y carismática y su incomparable actuación cada vez que se subía al escenario, obtenemos una leyenda del rock and roll.
Queen creó un nuevo sonido
Queen empezó a ganar seguidores y a convertirse en una banda popular en 1973. Cuando la gente veía a Mercury en el escenario, quedaba hipnotizada, dejaba al público boquiabierto y éste empezó a enamorarse de su personalidad en el escenario, pues conseguía que el público se animara con un simple movimiento de manos.
Era una época en la que el rock duro era muy popular, con grupos como The Rolling Stones, The Who y Led Zepellin. Aunque Queen se consideraba rock and roll, tenía un sonido diferente al del resto de las bandas de rock de la época, porque creaban nuevos sonidos y melodías que nadie había escuchado antes.
Como ya hemos mencionado, Freddie eligió el nombre «Mercury» por la importancia que tenía en la mitología persa, que lo consideraba un mensajero de la verdad y el amor, debido a que era el planeta más cercano a la Tierra. Además, Freddie era un firme creyente en la astrología y Mercury (Mercurio) tenía mucha influencia sobre su signo zodiacal.
La banda con el astrónomo, el biólogo, el ingeniero y el artista gráfico
Lo más interesante es que Freddie Mercury no era el único miembro de la banda con una mente extraordinaria. Los demás miembros de la banda de Queen eran bastante especiales, cada uno de ellos con títulos en diferentes profesiones.
El guitarrista de Queen, Brian May, tiene un doctorado en física y astronomía (que terminó en 2007); John Deacon, el bajista, tiene una licenciatura en electrónica; y Roger Taylor, el batería, fue a la facultad de medicina y estudió odontología, pero decidió cambiarse a la biología y se licenció en la East London Polytechnic. Luego llegó Freddie, con su diploma en artes gráficas. Afortunadamente, todos ellos decidieron dedicar su vida a la música, en lugar de a sus impresionantes profesiones.
Su primer álbum no tuvo éxito en las ventas
Queen grabó su primer álbum en 1973, titulado «Queen». La banda estaba eufórica, era la primera vez que grababan un álbum y no podían esperar a ver cómo reaccionaba el público ante este nuevo sonido. Desgraciadamente, no hubo mucha gente que lo comprase, ya que Queen todavía no era una banda tan popular y extendida.
Su segundo álbum, sin embargo, fue una historia completamente diferente. La banda lanzó su segundo álbum, «Queen II», en marzo de 1974. Pero esta vez, tuvieron la oportunidad de difundir su música en la televisión un mes antes, en un programa de televisión llamado «Lost Top of the Pops». Su exposición en los medios ayudó a impulsar las ventas del disco y Queen empezó a disfrutar de un éxito comercial a gran escala.
Ese mismo año, en mayo de 1974, Queen consiguió su gran oportunidad al recibir la propuesta de actuar como teloneros de una banda inglesa llamada Mott the Hoople, que ya contaba con un gran número de seguidores en el Reino Unido por aquel entonces. Mott the Hoople había escuchado a Queen y les gustó tanto su sonido que les pidieron que fueran sus teloneros en un concierto que tenían en los Estados Unidos, lo que supuso su primera actuación ante el público estadounidense.
Desgraciadamente, la banda tuvo que volver a casa antes de que terminara la gira, después de que su guitarrista, Brian May, amaneciera un día muy enfermo de hepatitis B. La enfermedad fue tan aguda que estuvo a punto de hacer que May perdiera el brazo, pero afortunadamente no fue necesario y se recuperó. ¿Te imaginas que le hubieran tenido que amputar el brazo al guitarrista de Queen?
Queen publicó su tercer álbum, «Sheer Heart Attack», en el que se incluyó la conocida obra maestra ‘Killer Queen’. La canción fue escrita por Freddie y el álbum recibió grandes elogios por parte de la crítica, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos.
Sorprendentemente, la banda no obtuvo tantos beneficios como esperaba, a pesar de la fama que se habían ganado. Todavía estaban muy endeudados, descubrieron que la productora con la que habían estado trabajando les había estado robando a manos llenas y Queen decidió que no iba a aguantar más. ¡Bravo!
Grandes expectativas con «A Night at the Opera»
Queen decidió que era el momento de contratar un nuevo mánager; y eligieron nada menos que a John Reid, que también era el mánager de Elton John por aquel entonces. Reid reconoció el talento de Queen, y a partir de ahí mantuvieron una relación profesional muy fructífera.
Queen estaba a punto de lanzar un nuevo álbum, «A Night at the Opera» y tenían mucho que perder si no tenía éxito, ya que necesitaban desesperadamente obtener ingresos significativos. Sabían que si este álbum no triunfaba, lo más probable es que tuvieran que disolver la banda y seguir por caminos separados. Por supuesto y afortunadamente, esto no ocurrió.
Elton John dijo que “Bohemian Rhapsody” no tendría éxito
«Bohemian Rhapsody» se convirtió en una de las obras maestras musicales de Queen. Pero nadie apostaba por ello en aquel momento. De hecho, muy poca gente sabe que cuando Reid le enseñó el tema terminado a Elton John, éste le dijo: «¡¿Estás loco?!». Se refería al hecho de que la canción duraba más de seis minutos. No es una buena receta para un single de éxito, ya que los temas más populares de la época rara vez superaban los 3 minutos.
Pero Freddie no cedió; cuando los productores le pidieron que acortara la canción, se negó. Había creado «Bohemian Rhapsody» con una visión en mente: crear una ópera de rock and roll, la primera de este estilo. Resulta que el público supo apreciarla y los productores no podían estar más equivocados. La canción se convirtió en el número uno de las listas musicales del Reino Unido, donde permaneció durante nueve semanas consecutivas.
Freddie era muy discreto con su vida personal
Freddie Mercury era muy reservado con su vida personal, muy poca gente sabía lo que ocurría entre bastidores. Aparte de sus compañeros de banda, la única persona que estuvo realmente cerca de Freddie fue su amiga Mary Austin, a la que conoció en 1969.
Tenían una hermosa relación, basada en la sinceridad y la confianza; con el paso del tiempo, se fueron acercando y enamorando. Finalmente se fueron a vivir juntos y un día, Freddie le propuso matrimonio.
Freddie estuvo comprometido
Mary estuvo a su lado desde el principio. Conoció a Freddie Mercury antes de que fuera el rostro de Queen y siguió en contacto con él después. Se llevaban tan bien que cuando Freddie le propuso matrimonio, con un anillo de Jade, que colocó en una caja, dentro de una caja más grande, dentro de una caja más grande, Mary dijo que
sí.
Estuvieron comprometidos durante seis años, pero nunca llegaron a casarse. Mary empezó a notar que ella y Freddie se estaban distanciando y que había algo diferente en él. Cada vez que ella intentaba hablar con él sobre el tema, él le decía que la quería y que todo estaba bien. Pero finalmente, Mary decidió marcharse.
Su orientación sexual secreta
Austin fue la fuente de inspiración de la maravillosa canción «Love of My Life». Se puede decir que hasta cierto punto, realmente fue el amor de su vida y siempre lo será. Pero tras seis años de noviazgo y con Freddie cada vez más distante, Austin decidió poner fin a su relación sentimental y rompió con él. Ella estaba convencida de que él tenía una aventura.
Cuando se enfrentó a Austin, Freddie decidió que era el momento de decirle a su mejor amiga la verdad: era bisexual. Austin, a su vez, le dijo que estaba convencida de que no era bisexual, sino gay. Le dijo que en el fondo lo sabía desde hacía mucho tiempo, pero que no comprendía por qué Mercury seguía luchando contra su identidad sexual. A pesar de ello, siguieron siendo muy amigos durante el resto de la vida de Freddie.
Mercury conoce a otro «Love of His Life» (Amor de su vida)
Tras salir del armario como bisexual, Freddie empezó a salir con hombres y mujeres. Pero una noche, en 1984, Freddie conoció a Jim Hutton en un bar, se hicieron íntimos y, en 1985, eran prácticamente inseparables.
Mercury y Hutton mantuvieron su vida privada en secreto. De hecho, no fue hasta hace poco que Hutton decidió compartir su historia con el mundo, a través de su autobiografía, «Mercury and Me». Estuvieron juntos hasta la muerte de Freddie, en 1991. Hutton estuvo a su lado en todo momento.
A Freddie le encantaban los Jackson 5 y era un ávido fan de Michael Jackson desde mucho antes de convertirse en el rostro de Queen. Al volver de su gira por Sudamérica, Freddie estuvo a punto de grabar una canción con el rey del pop, pero había algo en Jackson que no le gustaba.
Por alguna razón, nunca se ponían de acuerdo cuando intentaban grabar o nunca estaban en el mismo país el tiempo suficiente como para acabar. Ya frustrados, las cosas concluyeron definitivamente después de que Freddie llamara a su banda para que fuera a recogerle al estudio de grabación porque ¡Michael Jackson había traído una llama con él!
«A Night at the Opera» fue un álbum muy caro para su época. Su producción costó unos 500.000 dólares, una cantidad absurda en 1975; hay una razón por la que «Bohemian Rhapsody» y «Love of My Life» fueron éxitos descomunales. Solo para «Bohemian Rhapsody», tuvieron que utilizar seis estudios de grabación diferentes.
Este álbum empezó a dar fama y dinero a Queen y en la década de 1980 todo el mundo los conocía. Su éxito no conocía fronteras, porque en 1981 recibieron una llamada diciendo que iban a hacer una gira por Sudamérica. Al parecer, en Argentina y Brasil estaban locos por Queen. Queen recibió una gran oferta
La banda estaba sorprendida, especialmente después de recibir una oferta para hacer un concierto en un enorme estadio de fútbol en Buenos Aires, Argentina. En primer lugar, dudaban de si podrían llenar un estadio de fútbol entero y, en segundo lugar, dudaban de visitar un país que todavía se encontraba bajo una dictadura.
No obstante, el grupo decidió ir a por todas, y pronto comenzaron las conversaciones con el general del ejército del país para decidir si podían organizar un concierto con capacidad para más de 50.000 personas en un único recinto. Temeroso de los grandes disturbios que pudiera causar la multitud, el general tenía sus dudas, pero aun así Queen decidió correr el riesgo.
Un concierto inolvidable
Queen voló a Argentina en 1981 y dio una de las mayores actuaciones de su carrera, ante un público de 100.000 personas. Resulta que Freddie era un maestro a la hora de entretener a las grandes masas. La forma en que llevaba el micrófono a todas partes por el escenario, y la forma en que bailaba, era algo que nadie había visto antes.
Su actuación sobre el escenario deslumbró al público de Argentina y Brasil, y cuando volvieron al Reino Unido, sentían que el cielo era el límite. Poco después, viajaron a Canadá para grabar en uno de los mejores estudios de Norteamérica.
Mercury vivía con diez gatos
Por si no fuera ya suficientemente interesante, Freddie también era un ávido amante de los animales, especialmente de los gatos. Tenía diez gatos en casa, a los que trataba como a niños. Sus primeros gatos fueron Tom y Jerry, que adoptó cuando vivía con Mary Austin.
Pero tenía una favorita, una gata calicó llamada Delilah. Mercury incluso escribió una canción sobre ella, titulada precisamente «Delilah», que aparece en su álbum «Innuendo». La gata estaba igual de enamorada de Freddie y permaneció a su lado hasta el día de su muerte.
Un bache en el camino
Incluso después de su gran éxito en Sudamérica y su creciente fama en Estados Unidos, Queen seguía teniendo dificultades para vender sus discos. Resulta que algunos de sus álbumes no se vendían tan bien como el segundo y el tercero.
La banda decidió tomarse un descanso y cada miembro empezó a trabajar en proyectos individuales. Por supuesto, el plan siempre fue reagruparse. Fue entonces cuando John Deacon escribió «I Want to Break Free» y Roger Taylor «Radio Gaga». La banda volvió a escalar rápidamente a los primeros puestos de las listas de éxitos y estaban preparados para un gran regreso. Pero una vez más, algo los detuvo.
Su vídeo musical no podía ser transmitido en Estados Unidos
Aunque la canción «I Want to Break Free» fue un gran éxito en Estados Unidos e Inglaterra, el vídeo musical no fue tan bien recibido. Querían vestirse de travestis y grabar un vídeo musical único que acompañara a la potente canción. Pero en Estados Unidos no les gustó la idea.
Querían que el vídeo fuera una referencia cómica a un famoso programa de televisión británico de la época, llamado «Coronation Street». Como era de esperar, los países europeos lo entendieron y les hizo gracia, pero los estadounidenses, no tanto. El vídeo fue prohibido por varias cadenas de televisión estadounidenses.
La mayor actuación de sus vidas
Esto hizo que Queen perdiera popularidad y demanda entre el público estadounidense. Sin embargo, consiguieron remontar con su histórica actuación en el concierto Live Aid de 1985 en el estadio de Wembley. Una de las actuaciones más icónicas de la historia del rock hasta la fecha.
Queen tenía asignado un set de 18 minutos, pero actuó durante casi una hora. Nadie sabía cómo cautivar al público, especialmente al de un estadio, como Freddie Mercury. Cualquiera que vea las grabaciones de este concierto queda hipnotizado, imagínate estar allí. Podría haber seguido durante mucho más de una hora y la gente no hubiera pedido que parase.
Algo no iba del todo bien con Freddie
El concierto Live Aid dio a Queen la fuerza que necesitaba. Aumentó sus energías y llenó sus corazones con el amor por la música que los había unido en primer lugar. Esta había sido la mejor actuación de sus carreras y no podían esperar a conquistar el mundo una vez más.
Sin embargo, algo no estaba del todo bien. Algo pasaba con Freddie y, de alguna manera, parecía que ésta era una de las últimas veces que actuaría. Trágicamente, esto resultó ser cierto.
Noticias espantosas
Resulta que Freddie había descubierto que era seropositivo. Consiguió mantenerlo en secreto hasta los últimos días de su vida. Su compañero, Jim Hutton, llegaría a revelar más tarde que se le diagnosticó por primera vez en 1987.
Sus compañeros quedaron destrozados por la noticia, no podían creer que a una persona tan bella e icónica le quedara tan poco tiempo. Pero Freddie, como siempre, decidió que iba a disfrutar cada minuto, escribiendo y cantando hasta el último segundo. Y eso es exactamente lo que hizo. La banda mantuvo la enfermedad de Freddie en secreto, como él había pedido. Pero pronto empezó a notarse en el aspecto físico de Mercury.
Freddie se fue debilitando con el tiempo y al ser un icono de la moda, le preocupaba su aspecto. Con el tiempo, se dio cuenta de que ya no era capaz de actuar en directo, incluso actuar ante las cámaras se le hizo difícil. Durante el último año de su vida, hubo momentos en los que apenas podía mantenerse en pie.
Pronto se vio confinado en su cama y poco a poco empezó a darse cuenta de que tenía muchos proyectos y obras de arte inacabados que no tendría tiempo de completar. Una de ellas fue «Mother Love», escrita por el guitarrista Brian May, que contiene la última interpretación vocal de Mercury, seis meses antes de su muerte.
Al poco tiempo de cumplir 45 años, Freddie Mercury falleció, el 24 de noviembre de 1991. Estaba junto a su marido, Jim Hutton y sus queridos animales, en su hermosa casa de Londres. Freddie dejó el 50% de lo que poseía a su mejor amiga Mary Austin y a sus diez gatos. El 50% restante lo dejó a su pareja, Jim Hutton, a algunos amigos, a su madre y hermana. Pero dejó al mundo una herencia mucho más valiosa.
Freddie Mercury era uno de esos músicos que solo se presentan una vez en la vida. Era un verdadero artista nato que brillaba con luz propia allá donde iba. Dio al mundo música de la forma más hermosa. Su persona y su música han seguido marcando la vida de la gente durante generaciones. Mercury enseñó al mundo que no hay nada más importante que ser fiel a uno mismo y estar enamorado de lo que uno hace, porque solo así somos capaces de cambiar el mundo.
Todos sabemos que «Bohemian Rhapsody» hizo historia en el mundo del rock and roll en su momento, al tratarse de una composición musical inédita que enloqueció a las multitudes. Fue la primera canción popular de la historia que no tenía estribillo y presentaba estilos musicales tan diferentes. Por no hablar de sus notas de ópera rock, solo de guitarra y balada.
Por supuesto, Bohemian Rhapsody fue una canción innovadora como nunca antes se había escuchado y era lógico que todo el mundo empezara a preguntarse qué historia había detrás de los extraños arreglos musicales de la gran canción y su letra profunda y conmovedora. A lo que Freddie se limitó a responder: «No tiene ningún significado real, es toda una rima sin sentido».
El mundo quedó devastado cuando el cantante de Nirvana Kurt Cobain se suicidó en 1994. El mundo de la música sufrió una gran pérdida con la muerte de este brillante músico. Sin embargo, lo que muchos no saben es que Cobain mencionó a Mercury en su nota de suicidio, diciendo que «admiraba y envidiaba su capacidad para actuar y abrazar el amor del público y cómo «parecía amar, saborear el amor y la adoración de la multitud.»
Y, de hecho, este era un rasgo único de Freddie, tenía la capacidad de conectar con su público de una manera que removía cuerpos y almas.
Como hemos mencionado anteriormente, Freddie estudió diseño en la universidad y era un artista de gran talento. Fue él quien diseñó el famoso logotipo del escudo de la banda poco después del lanzamiento del primer álbum de Queen, en 1973.
Estaba compuesto por los signos zodiacales de cada uno de los miembros de la banda, dos leones para Leo (el signo de Deacon y Taylor), un cangrejo para Cáncer (el signo de May) y dos hadas para Virgo (el signo de Freddie). Para rematar, diseñó un majestuoso fénix con las alas abiertas por encima de todo. No estamos seguros de lo que representa el fénix, pero podemos elaborar algunas buenas teorías.
Al igual que muchos genios de la música, a Freddie le llegaba la inspiración en los momentos más extraños. Como le preocupaba que se le olvidara una idea antes de escribirla en un papel, decidió instalar un piano en el cabecero de la cama.
Lo más gracioso es que, al ser de doble articulación, ni siquiera tenía que darse la vuelta para tocarlo.
El zoroastrismo es una de las religiones monoteístas más antiguas del mundo, fundada por el profeta Zoroastro en Irán, hace aproximadamente 4.000 años y la familia de Freddie era ávida practicante de esta religión de Oriente Medio.
El zoroastrismo predica que realizar buenas acciones es la única manera de que una persona sea feliz y evite el caos. Creen que la vida es un viaje temporal en el que la gente debe luchar contra la falsedad y defender la verdad a toda costa. Muy bonito, ¿no? Freddie nunca abandonó su religión y fue creyente del zoroastrismo hasta el final de su vida. El servicio en su funeral fue realizado por un sacerdote zoroástrico.
El característico «micrófono sin pie» de Freddie comenzó como un completo accidente. Resulta que, durante uno de los primeros conciertos de Queen, el soporte del micrófono de Mercury se rompió mientras interpretaba una canción. Al negarse a cambiarlo en medio del espectáculo y a interrumpir la canción, simplemente siguió cantando. Y el resto, como se suele decir, es historia.
Supuestamente, Freddie lo prefería así y exigió que se utilizara esta configuración para todos los conciertos siguientes. Lo llamaban «micrófono sin pie» porque básicamente solo usaba el brazo y el micrófono, sin el soporte.
A Freddie le encantaba poner apodos a todos sus amigos cercanos y Elton John era uno de ellos. Ambos se pusieron apodos, llamándolos sus «alter-egos»; el apodo de Elton era «Sharon» y el de Freddie era «Melina».
En la Navidad de 1991, unas semanas después de la muerte de Mercury, alguien llamó a la puerta de Elton. Era un amigo común que llevaba un paquete envuelto en una funda de almohada, era un regalo que Freddie había dejado para Elton justo antes de morir. Cuando John sacó el paquete, vio un cuadro de uno de sus artistas favoritos, el pintor británico Henry Scott Tuke, y una nota que decía: «Querida Sharon, pensé que te gustaría esto. Con cariño, Melina. Feliz Navidad».
Siendo el icono que fue y su inigualable legado musical, es lógico que se construya un monumento en su honor. En 1996, se erigió una estatua de tres metros en honor a Freddie Mercury, con vistas al lago de Ginebra, en Suiza.
La estatua se inauguró en una hermosa ceremonia, a la que asistieron el padre de Mercury y dos de sus compañeros de banda: Brian May y Roger Taylor.
El primer caso de SIDA en Estados Unidos se registró en abril de 1980. Siete años más tarde, Freddie Mercury fue diagnosticado con la enfermedad y tras su muerte en 1991, se convirtió en la primera gran estrella del rock en morir por una complicación relacionada con esta enfermedad.
Esto ayudó a arrojar luz y a concienciar sobre la terrible enfermedad que tomó por asalto a los Estados Unidos en la década de los 80. El SIDA había sido un tema tabú y, como tal, había sido ignorado durante años. Los compañeros de Mercury decidieron organizar un concierto en honor de su amigo, el Concierto de Homenaje a Freddie Mercury para la Concienciación sobre el SIDA. Algunos de los mayores artistas de la historia del rock and roll y del pop actuaron en directo en el evento. Entre ellos, David Bowie, Elton John, Guns N’ Roses, Metallica, Spinal Tap, George Michael, Robert Plant de Led Zeppelin y Def Leppard, entre otros. Elizabeth Taylor pronunció un intenso discurso sobre la prevención del SIDA.
Una de las canciones más famosas de Queen, «Crazy Little Thing Called Love», surgió de la forma más inesperada. En el verano de 1979, Mercury estaba en un lujoso hotel de Múnich, grabando el álbum de estudio «The Game», cuando decidió darse un baño.
A los pocos minutos, cuenta la historia de cómo se le metió una melodía en la cabeza y al instante supo que tenía que escribirla. Rápidamente salió, se envolvió la cintura con una toalla y pidió al jefe del equipo de carretera de Queen que le diera una guitarra acústica. Mercury tocó la melodía y escribió una canción en «cinco o diez minutos», como él mismo declaró. Resultó que tenía razón al apresurarse, ya que esa pequeña melodía era «Crazy Little Thing Called Love».
Como ya hemos mencionado, Mercury era un gran amante de los gatos; vivía con casi 10 gatos, a los que quería mucho e incluso les dedicó un álbum, «Mr. Bad Guy». Así que, tal vez este siguiente dato no sea tan sorprendente a estas alturas, pero, aun así, nos ha parecido digno de mención.
Según algunos de sus amigos más cercanos, cada vez que Freddie se iba de gira, llamaba a su casa una vez al día y pedía a quien estuviera cuidando a los gatos, que los pusiera al teléfono uno por uno para que pudieran escuchar su voz. ¡Toda una leyenda!
En 1990, Queen había empezado a trabajar en un nuevo álbum, «Innuendo». Pero para entonces, Freddie ya llevaba un tiempo luchando contra el SIDA y estaba en las últimas fases de la enfermedad, casi sin poder ni siquiera caminar. Cuando May escribió «The Show Must Go On», no estaba seguro de que Freddie pudiera cantar, pero como ya sabemos, no estamos hablando de un ser humano corriente. Mercury grabó la poderosa voz en una sola e impresionante toma.
Freddie estaba tan enfermo para entonces, que el vídeo de la canción era básicamente un montaje de viejas imágenes de las actuaciones en directo de la banda y solo aparece brevemente, bebiendo un trago de vodka y diciendo: «Lo haré, cariño». Y ciertamente lo hizo.
Se dice que Freddie no era muy aficionado a la fantasía ni a la ciencia ficción, pero en 1980 hizo una muestra particularmente extraña de apoyo al género.
Era el año en que se iba a estrenar «Star Wars: El Imperio Contraataca» y una noche, durante un concierto, Mercury decidió mostrar su entusiasmo por el innovador clásico de la ciencia ficción cantando «We Will Rock You» sentado sobre los hombros de un ayudante que iba disfrazado de Darth Vader. Cómo nos gustaría que alguien lo hubiera grabado.
Sex Pistols le deben su fama a Mercury
Seguramente has oído hablar de la legendaria banda de punk británica Sex Pistols. Lo que probablemente no sepas es que, de no ser por Freddie, no lo habrían hecho. Resulta que Queen fue contratado para aparecer en un famoso programa de televisión británico en 1976 para promocionar su nuevo álbum, «A Day At The Races».
Sin embargo, Freddie tenía una cita con el dentista a la que no podía faltar (¡suena lógico ya que era su primera visita al dentista en 15 años!). Como cancelaron en el último momento, el equipo del programa encontró una banda para sustituirlos: los Sex Pistols. Esta aparición los lanzó a la fama.
Freddie Mercury vs. Sid Vicious
Irónicamente, unos meses después de esto, en 1977, Mercury y Vicious tuvieron un desencuentro. Queen estaba grabando su álbum, «News of the World», en los estudios Wessex de Londres, cuando Sid Vicious entró de repente y le preguntó burlonamente a Freddie «¿Has conseguido ya llevar el ballet a las masas?», estaba borracho y buscaba pelea.
Lo curioso, sin embargo, es que a Freddie no le molestó ni lo más mínimo. De hecho, decía que «no se iba a meter» con ‘Simon Feroz’, como Mercury apodaba a Sid (su segundo nombre era Simon). A Mercury le gustaba burlarse de Sid, respondiendo «¿Qué vas a hacer al respecto?» cada vez que le decían que no usara más ese apodo, ya que Vicious lo odiaba. Los Sex Pistols odiaban toda la imagen de Queen y su fama sin parangón.
Hemos oído hablar de algunas estrellas de rock que tienen extrañas peticiones antes de un espectáculo, obsesiones extravagantes y, en general, un comportamiento insano. Freddie no era diferente, excepto que su obsesión era no atarse los zapatos.
Sí, has leído bien. Freddie creía que atarse los cordones de los zapatos «no era lo que se hacía en el rock and roll». De hecho, una vez en 1977, cuando la banda se preparaba para un concierto, se ve a Mercury relajándose en una silla mientras un miembro del equipo le ataba los cordones. Cuando le preguntaron al respecto, respondió: «Oh no, nunca me ato los cordones, ¡quiero decir nunca!».
Aunque volvería a aparecer ante el público en 1990, la última actuación en directo de Mercury con sus queridos compañeros de banda fue en agosto de 1986.
Queen dio un concierto multitudinario en Knebworth Park, un famoso recinto de Knebworth (Inglaterra). Se dice que más de 160.000 personas asistieron al evento.
En 1990, Queen ganó el «Premio Británico a la Contribución Sobresaliente a la Música» y esta fue la última vez que Freddie Mercury apareció en público. Para entonces, la enfermedad ya se había apoderado de Freddie; tenía un aspecto pálido y demacrado y estaba extrañamente callado, en comparación con su habitual carácter extravagante.
Después de que Brian May hablara en nombre de la banda, dando un breve discurso de aceptación y agradecimiento, Freddie se inclinó suavemente hacia el micrófono y solo dijo: «Gracias… buenas noches». Nadie volvería a saber de Mercury, hasta noviembre de 1991, cuando emitió un comunicado oficial, confirmando que tenía SIDA. Un día después, falleció.
A diferencia de otras estrellas de rock legendarias que fallecieron de forma prematura, a las que se puede ir a presentar sus respetos, el lugar de descanso de Mercury es desconocido hasta el día de hoy. Fue incinerado inmediatamente después de fallecer el 24 de noviembre de 1991 y su mejor amiga y ex esposa, Mary Austin, se quedó con las cenizas.
Dos años después, Mary salió un día de su casa, asegurándose de evitar a los paparazzi y se llevó las cenizas. Entonces dijo que Freddie siempre había querido ser enterrado en un lugar secreto donde nadie lo molestara, ni siquiera se lo dijeron a su familia.
Uno de los álbumes en solitario de Freddie fue grabado con la soprano de ópera española Montserrat Caballe. Grabaron juntos el álbum «Barcelona» y Caballe llegó a decir que «la diferencia entre Freddie y casi todas las demás estrellas del rock era que él vendía por su voz».
Continuó diciendo: «Su técnica era asombrosa. No había problemas de tempo, cantaba con un marcado sentido del ritmo, su colocación vocal era muy buena y era capaz de deslizarse sin esfuerzo de un registro a otro».
Mercury colaboró con David Bowie en la canción «Under Pressure». Sin embargo, cuando estaban grabando la canción, se dice que hubo muchas discusiones entre los dos artistas. A pesar de ello, Bowie siempre afirmó tener un inmenso respeto por Mercury, declarando: «¡Tengo que respetar a un hombre que lleva mallas!». Curiosamente, Bowie y Mercury ya se habían visto dos veces, muchos años antes.
La primera vez fue al principio de sus carreras, reddie trabajaba en una tienda de ropa y un día, Bowie entró buscando ropa nueva. A pesar de que acababa de tener un éxito de la crítica con «Space Oddity», Bowie tenía grandes problemas económicos y no podía pagar nada. El gerente de la tienda le dijo que se podía llevar un par de botas gratis. Y adivina quién se las ajustó… así es, nuestro propio monarca, Freddie Mercury.
Por si alguien no se ha enterado, en 2018 se estrenó una película sobre la vida de Mercury, llamada «Bohemian Rhapsody». En la película, Freddie Mercury es interpretado por el actor Rami Malek, quien dijo: «que me ofrecieran el papel de Freddie Mercury fue un momento de gran tensión». Podemos entender por qué. Sin embargo, parece que Malek eligió bien, ya que gracias a su interpretación se llevó a casa el Oscar al mejor actor. Y eso no es todo lo que ganó esta obra maestra.
También ganó en las categorías de «Mejor edición de sonido», «Mejor mezcla de sonido» y «Mejor montaje». Aunque hubo mucha controversia en torno a la película, algunos afirmaron que era históricamente inexacta y Mary Austin (la mejor amiga y ex esposa de Freddie) dijo que no le gustaba cómo se representaba a los otros miembros de la banda en la película: «se les muestra como demasiado amables». En cualquier caso, ver cómo un personaje tan emblemático cobra vida en la gran pantalla es impresionante.