El Observatorio Europeo Austral (ESO, en sus siglas en inglés) ha aportado más pruebas de la existencia de un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea por medio de nuevas mediciones hechas por el ELT (telescopio extremadamente grande) situado en Chile.
El Observatorio informó de que el instrumento GRAVITY instalado en el telescopio ha permitido observar aglomeraciones de gas girando a aproximadamente a un 30 % de la velocidad de la luz en una órbita circular justo en las afueras del llamado «horizonte de sucesos» del agujero negro.
El horizonte de sucesos de un agujero negro se define como el «punto de no retorno», es decir, el limite dentro del cual los objetos, incluida la luz, quedan atraídos por el agujero negro y caen inevitablemente en él.
El primer material fue observado orbitando cerca del punto de no retorno y las observaciones más detalladas muestran material orbitando muy cerca de un agujero negro», indicó el ESO en un comunicado.
Los destellos observados ahora confirman que «el objeto en el centro de nuestra galaxia es, como se ha asumido durante mucho tiempo, un agujero negro supermasivo».
Esos destellos captados por el ELT se originan muy cerca del horizonte de sucesos del agujero negro y son «las observaciones más detalladas que existen de material orbitando tan cerca de un agujero negro», según el ESO.
«El punto más cercano a un agujero negro que puede orbitar ese material sin ser inevitablemente atraído hacia dentro por la inmensa masa se conoce como la órbita estable más cercana, y es aquí donde se originan los destellos observados», explicó el observatorio europeo.
El director del estudio, Reinhard Genzel, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (Alemania), declaró en el comunicado del ESO que el resultado de las observaciones «es una rotunda confirmación del paradigma sobre el agujero negro masivo».
Han aportado más pruebas de la existencia de un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea. (EFE)