LA NACION
CABO CAÑAVERAL.- Barry “Butch” Wilmore y Sunita “Suni” Williams, los astronautas varados en el espacio tras una misión de Boeing con varias fallas, dijeron el viernes que fue difícil de asimilar que la cápsula Starliner haya partido de la Estación Espacial Internacional sin ellos y la idea de pasar varios meses más en órbita.
Estos fueron sus primeros comentarios públicos desde que la cápsula Boeing Starliner que los llevó a la Estación Espacial Internacional (EEI) en junio regresó a la Tierra hace una semana. Los astronautas tuvieron que quedarse en la estación después de que la NASA determinó que la cápsula plagada de problemas representaba un riesgo demasiado alto para traerlos de regreso. Ahora se espera que su misión de ocho días se extienda a más de ocho meses.
“Ha sido complicado. Hubo momentos difíciles en todo este recorrido”, dijo Wilmore en una conferencia de prensa virtual junto a su compañera de viaje. Como pilotos de una nave espacial, “no quieres que [la nave] se vaya sin ti, pero eso fue lo que sucedió”.
Aunque nunca esperaron quedarse allí arriba durante casi un año, al ser los primeros pilotos de prueba del Starliner, sabían que podían presentarse problemas que retrasaran su regreso. “Así son las cosas en este mundo”, afirma Williams.
“Creo que podríamos haber llegado al punto de regresar en la Starliner, pero simplemente se nos acabó el tiempo”, expresó Wimore.
El 5 de junio, ambos astronautas despegaron a bordo de la Starliner como parte de la primera misión tripulada de la nave, en lo que en principio iban a ser ocho días en órbita. Pero durante el vuelo, varios propulsores en su módulo de servicio dejaron de funcionar y su sistema de propulsión sufrió múltiples fugas de helio. Desde entonces, Boeing y la NASA han luchado para determinar qué salió mal. El 24 de agosto, la NASA tomó la sorprendente decisión de mantener a Williams y Wilmore en el espacio hasta febrero, cuando regresarán con el vuelo Crew-9 de SpaceX, rival aeroespacial de Boeing.
Aunque Wilmore dijo que “en absoluto” le decepcionó la decisión de permanecer en el espacio, indicó que hubo “desacuerdos” sobre cómo gestionar el regreso.
“En este caso, encontramos algunas cosas con las que simplemente no podíamos sentirnos cómodos viajando de nuevo en la Starliner cuando teníamos otras opciones”, dijo Wilmore. “Hemos aprendido lecciones que vamos a repasar. Participaremos en esas discusiones y las cosas que deben cambiar cambiarán”, agregó.
Williams señaló que estaba “muy contenta” de que la cápsula de Boeing aterrizara en la Tierra sin problemas, aunque sin ellos.
“Queríamos llevar la Starliner hasta el final y aterrizar de nuevo en casa, pero ya sabes, hay que pasar página y mirar a la siguiente oportunidad”, indicó.
Los astronautas, ambos capitanes retirados de la Marina, aseguraron que el apoyo que recibieron los ayudó en la transición al nuevo calendario de regreso. “Puedo resumirlo en una palabra: resistencia”, describió Wilmore. “Se nos encomienda -y aprendemos, y nos entrenamos- para manejar todo tipo de situaciones”.
Nueva vida
Mientras tanto, Wilmore y Williams se convirtieron en miembros de tiempo completo de la tripulación de la estación y colaboran en su mantenimiento de rutina y en los experimentos. Williams asumirá el mando de la estación espacial dentro de unas semanas, dijo su compañero en la conferencia de prensa, la segunda desde que despegaron de Florida en junio.
El dúo, junto con otros siete astronautas a bordo de la EEI, recibió a una nave Soyuz que transportaba a dos rusos y un estadounidense a principios de esta semana, aumentando temporalmente la población de la estación a 12 personas. Y otros dos astronautas volarán a bordo de SpaceX a finales de este mes; Wilmore y Williams regresarán con ellos en febrero.
Williams dijo que está emocionada de poder volar dos naves espaciales diferentes en la misma misión. “Somos testers, probamos cosas, eso es lo que hacemos”, dijo.
La transición a la vida en la estación “no fue tan difícil”, ya que ambos habían estado allí anteriormente, dijo Williams, quien realizó dos largas estancias en la estación espacial hace años. “Éste es mi lugar feliz. Me encanta estar aquí arriba en el espacio”, afirmó.
Wilmore agregó que si bien no se adaptó al instante, lo logró muy pronto.
Los astronautas dijeron que agradecen todas las oraciones y los buenos deseos que han recibido de tantas personas que ni siquiera los conocen, y que eso los ha ayudado a sobrellevar todo lo que extrañan de su vida en casa.
Williams no pudo evitar preocuparse por un tiempo por perder un valioso tiempo cara a cara con su madre. Wilmore no estará presente para el último año de secundaria de su hija menor.
“Estaba un poco nerviosa, para ser honesta, de decir: ‘Está bien, no voy a volver a casa’”, dijo Williams. “La parte buena es que estamos aquí con nuestros amigos, tenemos un viaje a casa y esperamos con ansias los próximos meses”.
El astronauta contó que acababa de solicitar una boleta de voto en ausencia el viernes para poder votar en las elecciones de noviembre en Estados Unidos desde la órbita. Ambos enfatizaron la importancia de cumplir con sus deberes cívicos a medida que avanza su misión.
“No miro hacia atrás y digo: ‘Habría, debería, podría’. Miro hacia atrás y digo: ‘De cara al futuro, ¿cómo puedo solucionarlo? ¿Qué podemos hacer para mejorar esto? ‘”, dijo Wilmore. “Esa es nuestra mentalidad en este momento”.
Agencias AP, AFP y The Washington Post