HABLANDO Y ESCRIBIENDO
SEGUNDO INFORME DE GOBIERNO;
TODO MAS CERO, ES IGUAL A CERO
POR ERNESTO AVILÉS MERCADO
El pasado Viernes, en la apertura del período ordinario de sesiones del Congreso del Estado, como lo establece la Constitución local, el Gobernado Javier Corral, entrego los documentos donde se da cuenta del estado que guarda la administración Estatal, correspondiente al último año de su administración.
Javier Corral, como todos los que han presidido el Gobierno del Estado, le ha impreso un estilo propio a su forma de gobernar.
Como se recordará, las circunstancias en las que arribó al gobierno de Chihuahua, no fueron las más adecuadas, ya que acaparó el hartazgo social y el descontento por la forma de terminar de Cesar Duarte; basando su estrategia electoral en prometer que se acabaría la corrupción y que metería a la cárcel a su antecesor, el ex gobernador.
Poco o nada se dio a conocer sobre su programa estatal de desarrollo y la forma en la que podría mantener en ascenso el avance del desarrollo integral de la Entidad y sus sectores.
Los principales rubros de su administración han sido la seguridad pública y la procuración de justicia.
En estos dos puntos, los resultados no han sido del todo favorables; antes por el contrario, las cifras dan cuenta de la incapacidad que se ha tenido para enfrentar con éxito los problemas derivados de una lucha desigual, donde la sociedad pone los muertos, las víctimas de robos, asaltos, secuestros, extorsiones, feminicidios, mientras que el gobierno a través de sus instituciones de seguridad, aportan los niveles más altos de corrupción que se hayan tenido alguna vez en Chihuahua, mientras que también, el descredito nacional por estas acciones, le son atribuibles al representante de la entidad como es el mismo Javier Corral.
Las relaciones poco cordiales que se tuvieron con el gobierno de Peña Nieto, a quien de manera permanente acusara de ser un régimen corrompido y corruptor, que utilizó recursos para beneficiar al partido Revolucionario Institucional (PRI), no ha cambiado mucho ahora teniendo a Andrés Manuel López Obrador como presidente.
La necesidad de que se cambien las fórmulas para entregar los recursos productos del pacto federal, que se reciben vía participaciones federales, es una bandera de lucha del gobernador que difícil, muy difícilmente podrá tener resultados en el mediano y largo plazo; de hecho, se espera que termine su administración como mandatario, sin que se haya presentado alguna modificación.
En nuestro sistema político, hasta antes del gobierno de López Obrador, la forma en que los Estados podían acceder a las principales bolsas económicas para invertir en desarrollo, se operaban desde los pinos, o directamente con el presidente en turno, y se trataba básicamente de convertirse en aliado del presidente para que se canalizaran estos recursos.
Con la llegada de López Obrador y la cuarta transformación, los espacios se cerraron aún más y las posibilidades de que el Gobernador pueda alcanzar partidas económicas extraordinarias para abatir el rezago en que ya nos encontramos, prácticamente son nulas.
La creación del grupo Chihuahua, donde convergen en su mayoría personas con una formación política heterogénea, pero que coinciden en la necesidad de que las políticas económicas y sociales que implementa el gobierno federal se modifiquen, continúan brindándole al gobernador Javier Corral una imagen como político disidente, que eventualmente le continuará generando alguna rentabilidad electoral, precisamente porque representa a muchos de los idealistas que tenemos en todo el país.
En contraste, el desarrollo del Estado se encuentra estancado, no existe obra pública, la violencia ha alcanzado niveles altísimos, como los que se vivieron en la última etapa del gobierno de Reyes Baeza, los encargados de las áreas de seguridad y procuración de justicia, no son originarios del Estado, y por ende, no les interesa el hacer de manera correcta las cosas, sino más bien, el aprovechar económicamente mejor el momento actual porque en esos cargos, nadie sabe lo que pasará el día siguiente, pero además se advierte un hartazgo del gobernador para cumplir con sus responsabilidades de escuchar y atender a la ciudadanía, no soporta las manifestaciones y reclamos, y ante la presencia de personas inconformes y demandantes, simplemente ordena su desalojo.
En un ejercicio de gasto comparativo, sería conveniente conocer cuánto se destina en salarios y en pago de viáticos, así como en gasto corriente, para poder ser comparado con lo que se destina, por ejemplo para becas universitarias, para apoyo a adultos mayores e infraestructura educativa.
En este segundo año de gobierno, Javier Corral puede cambiar el rumbo de la historia para la entidad; Chihuahua por su ubicación geográfica y por la calidad de sus habitantes, siempre se ha destacado del resto de las entidades del país por el empuje, trabajo y espíritu de lucha, lo que se requiere es el liderazgo de un gobernante comprometido con la ciudadanía, que evidencie y demuestre que antes de su proyecto político personal, están las familias chihuahuenses, los maestros, los obreros, los comerciantes, las amas de casa y los estudiantes.
Del Capital social con el que arribó al Gobierno del Estado, Javier Corral ha perdido una gran parte, pero puede recuperarlo si antepone el interés social por el político personal….ojala y esto pueda ser posible….