HABLANDO Y ESCRIBIENDO
PENICHE RICO, CORRAL AUSENTE Y CHIHUAHUA EN MANOS DEL CRIMEN
POR ERNESTO AVILÉS MERCADO
La principal responsabilidad de un gobernante, en cualquiera de sus niveles, es la de buscar construir con el apoyo de los sectores sociales, espacios de seguridad y paz social, que permita el crecimiento de las actividades económicas, productivas, sociales culturales y de convivencia, porque a partir de éstas, se consolida una base de desarrollo integral, con la cual, se elevará la buena marcha de la entidad que se gobierne.
Eso se ha estado esperando desde las últimas administraciones de gobierno que han pasado por nuestro estado; la realidad es que ninguno ha tenido la capacidad suficiente para responder a las grandes expectativas que se forman, a partir de lo que se promete durante el período de campaña y lo que se hace una vez alcanzado el cargo.
El tema de inseguridad, ha sido el talón de Aquiles para todos, porque al contrario de reducirlos, en cada administración los niveles han aumentado exponencialmente, sin que se tenga alguna alternativa viable sobre como enfrentarla.
Con una impunidad arriba del 95%; con índices de credibilidad institucional del menos del 8%; con una pesada carga de corrupción que alcanza todos los niveles, pero particularmente, con una desconfianza social que es evidente hacia sus instituciones, las cosas parecerían que no pueden ir peor.
En Chihuahua los proyectos planes y estrategias que se han diseñado para abatir la enorme escalada criminal no han funcionado; cuando se habla de grandes golpes a la delincuencia y se publicitan fotografías de personajes detenidos, con enormes cantidades de droga y armamento, en las primeras audiencias son puestos en libertad, por errores de la fiscalía al momento de la detención o de integrar las carpetas, por violaciones al debido proceso y por afectar la esfera de derechos humanos de los imputados.
Las rivalidades políticas entre el Gobernador Javier Corral y los alcaldes de Chihuahua, Ciudad Juárez y Cuauhtémoc, han marcado la agenda de la violencia, por la escasa o nula colaboración conjunta; la coordinación solo existe en las declaraciones y las fotografías de prensa, pero en la practica, cada quien investiga sus propios asuntos.
El fiscal del Estado Cesar Augusto Peniche Espejel, no ha dado resultados en su responsabilidad; las proyecciones que seguramente presentó para enfrentar la delincuencia, ninguno ha funcionado…
Durante su permanencia como delegado de la PGR del 2010 al 2015, nunca se involucró con las acciones del Estado, pero ahora como Fiscal, pretende sea la federación la que tome las riendas de los asuntos que por jurisdicción le corresponden.
Anteriormente, los asuntos que se conocían por parte de la fiscalía del Estado que correspondían a la federación, se ponían a disposición de ellos, con una frecuencia de 10 o más por semana, pero, según los informes que presentó la PGR en los años 2016, 17 y 18, no se les canalizó ninguno asunto; es decir, todos fueron radicados por la Fiscalía para ser investigados en Chihuahua y arreglados en la misma entidad.
En Ciudad Juárez se han presentado ya diversos amparos por parte de los agentes del Ministerio público del fuero común, ya que a varios de ellos se les ha rasurado de sus cheques la compensación, dejándolos solamente con el salario, que es muy bajo, cuando lo verdaderamente fuerte para ellos era, precisamente la compensación mensual.
Nuevamente las carpetas que tienen que investigar los ministerios públicos rondan las cifras de 1200 a 1500 cada uno, mientras que los agentes investigadores no pueden cumplir con su trabajo porque la mayoría de sus vehículos se encuentran en el taller, donde no cuentan con presupuesto para adquirir las refacciones…..teniendo como consecuencia que los niveles de impunidad del 95%, tiendan a aumentarse.
Ojalá y Javier Corral pueda entender que el compromiso que tiene con la ciudadanía para devolver la paz y la seguridad, no depende de una persona, sino de todo un proyecto que involucre a todos los grupos sociales del Estado; que la ineficiencia personal y la ausencia de resultados, son síntomas inequívocos de incapacidad para el cargo y que al final, el único responsable del gran fracaso será el Gobernador y nadie más; los dos años que le quedan de su gobierno podrán ser utilizados para revertir la marcada ineficiencia de su gabinete y en particular el desempeño inútil de su fiscal general, que sin duda ha aprovechado inmensamente su poder para beneficiarse económicamente…..netoaviles@gmail.com