PENICHE, ADEMÁS DE INCAPAZ, MENTIROSO!
HABLANDO Y ESCRIBIENDO
PENICHE, ADEMÁS DE INCAPAZ, MENTIROSO!
POR ERNESTO AVILÉS MERCADO
Uno de los síndromes más frecuentes que se presentan al final de cada administración de gobierno, en cualquiera de sus niveles, es el relacionado con la idea de mantenerse en el Poder, a través de interpósita persona, dejando a alguien de su entera confianza para que le cuide las espaldas, pero sobre todo, para que continúe su legado político y social, como la más importante acción a desarrollar, una vez que se ha dejado el cargo.
Chihuahua no ha quedado exento con Javier Corral, que primero intentó convencer a sus correligionarios panistas, de que Gustavo Madero, podría ser mucho mejor candidato que Maru Campos para el gobierno del estado, pero lo batearon; más recientemente, logró convencer a los candidatos, Alfredo el caballo Lozoya y a Miguel Riggs, para que le hicieran contrapeso a la candidatura de Maru Campos y Marco Bonilla, pero tampoco le ha salido bien.
Lo que ahora pretende el gobernador Javier Corral, es que a través de una reforma constitucional para dotar a la Fiscalía general del Estado de una total independencia y autonomía del Poder Ejecutivo, se pueda prolongar la permanencia de César Augusto Peniche Espejel en la Fiscalía General del Estado por dos años más; es decir, que en el caso de que resulte ganadora Maru Campos, Juan Carlos Loera o cualquier otro candidato, tendría que trabajar con el fiscal Peniche y no sería hasta los dos años posteriores de su gobierno, cuando pudiera nombrar a diversa persona, en coordinación con el Congreso.
Esta iniciativa de reforma, fue presentada por la oficina del gobernador al Congreso del Estado, para que los legisladores la hicieran suya y de esa forma pudiera pasar como propuesta de todos los diputados y no del ejecutivo Estatal.
La intención es buena, pero lleva jiribilla, ya que el separar la fiscalía del ejecutivo, representaría que la fuerza punitiva del Estado, ya no estaría a disposición del gobernador en turno, ni para realizar venganzas políticas, ni mucho menos para fabricar casos de investigación, ejercer presión sobre personas y grupos contrarios a su política implementada y de manera especial para cubrir delitos realizados por el mismo gobernante.
Dicen que el diablo está en los detalles, y en esta iniciativa está Cesar Peniche, ya que en uno de los artículos de elegibilidad, se establece que no se requiere haber nacido en la entidad para encabezar la fiscalía, mientras que en cuanto a experiencia, señala que debe contar con un mínimo de 7 años en el ámbito de la procuración de justicia.
Esta iniciativa, fue adecuada para que le quedara a la medida de César Augusto Peniche Espejel.
Ante la exhibición pública del documento entregado a los legisladores, el fiscal ha rechazado que se haya pretendido llevar a cabo, cuando él mismo se había encargado de comentarlo entre su equipo de trabajo.
Este Gobierno de Javier Corral ha sido deficiente e incapaz en todos los aspectos de la administración pública, porque ni para mantener su imagen pública ante la ciudadanía; su nivel de aceptación social se encuentra en el último lugar nacional, pero en el caso de Peniche como fiscal General, ha sido objeto de señalamiento de corrupción, enriquecimiento inexplicable, incapacidad para dirigir la Fiscalía, pero de manera especial, maltrato y una total falta de empatía con su estructura operativa como son los policías y los agentes del ministerio público.
Cada año desde su ingreso a la fiscalía, Peniche les ha solicitado a los diputados le aprueben incrementos al presupuesto de seguridad, para aumentar salarios, pero solamente a los funcionarios de primer nivel, nunca para los policías o ministerios públicos, que no solo tienen que vivir con bajos salarios, sino también con señalamientos de narco fiscales.
Los abogados que han salido de la fiscalía y se han colocado en algunos despachos privados y en el ejercicio libre de su profesión, toman los asuntos que pueden y quieran, no deben ser criticados por Peniche por buscar un mejor nivel de vida para ellos y sus familias, porque con qué calidad moral el fiscal los critica, cuando se ha encargado de colocar ex agentes federales persiguiendo delitos federales, cuando su función es el fuero común.
Lo que se debería de cuestionar a Peniche es su incapacidad para mantener a los ministerios públicos en sus cargos, que en estos 5 años de Javier Corral, no han recibido aumento salarial, no cuentan con la infraestructura física y material para trabajar adecuadamente, ya que en la mayoría de los casos, tienen que compartir equipo de cómputo con dos o más compañeros, no tienen tampoco infraestructura adecuada para recibir en secrecía las declaraciones de testigos e imputados, incluso de las mismas víctimas.
Las prestaciones sociales como salud, no cubre ni siquiera las principales funciones de emergencias, para solicitar consulta con un médico se tardan más de un mes y cuando se tiene suerte de que lo atiendan antes, la receta no se surte porque no hay medicamentos, teniendo el derechohabiente que adquirirlos en farmacias privadas con su propio dinero.
No son sujetos de crédito para vivienda ni tampoco para adquirir bienes de consumo, en muchos de los casos, la papelería que requieren para realizar su trabajo, lo tienen que adquirir ellos mismos; desde la secretaría de hacienda, les colocaron checadores para registrar sus horarios de entrada y salida, pero como se desconoce que los ministerios públicos, tienen que acudir a distintas audiencias y que en algunos casos se llevan todo el día, para Hacienda, el no registrar salida y entrada es inasistencia, por lo que se les descuenta el día y no es hasta pasado un mes, cuando se les devuelve el dinero que erróneamente les fue descontado de su salario.
Cómo pretende Cesar Peniche generar empatía con sus subalternos, cuando los aumentos salariales van destinados siempre a sus funcionarios de primer nivel; como pretende ser reconocido por sus pares como un fiscal eficiente y honesto, cuando no es capaz de defender el derechos de todos y sobre todo, cuando no puede explicar y comprobar su riqueza económica que ni aún ahorrando todo sus modestos ingresos como funcionario y viviendo en la modesta medianía de su salario no le alcanza para tener lo que tiene.
*INTEGRANTE DE LA AECHIH