Por: José Luis Jaramillo Vela
Desde la infancia se interesó por el arte, la cultura y el aprendizaje.
Gerardo Murillo Cornado, nació el 3 de octubre de 1875 en Guadalajara, Jalisco, en el muy popular, tradicional y céntrico barrio de San Juan de Dios. Su padre, Eutiquio Murillo, de oficio farmacéutico y boticario; su madre, Rosa Cornado, ama de casa. Gerardo no fué el típico niño que traía sus bolsillos llenos de canicas, trompos y baleros, en vez de eso, el niño mostraba inquietud y curiosidad por las cosas y buscaba aprender sobre ellas, ya sea preguntando, indagando o buscando en algún libro; desde esa temprana edad, mostró un marcado interés por los montes, cerros y volcanes, por las manifestaciones artísticas y aunque parezca extraño, mostraba mucho interés por el agua. Aunque nunca teorizó sobre el tema, Gerardo pensaba (como muchos), que el agua era un ser viviente, tanto así, que después ya como adulto, de ahí tomó su seudónimo de “Atl”, (agua en náhuatl).
Adolescencia y juventud, se desatan sus múltiples facetas, intereses y aficiones.
Al dejar la niñez y entrar a las etapas de la adolescencia y la juventud, sus intereses, gustos, aficiones y pasiones se multiplican y empieza a asomar el multifacético, erudito, artista y a veces difícil, complicado y revoltoso joven Gerardo Murillo; en esta etapa comienza a participar en la exploración, geología, vulcanología, filosofía, historia, crítica de arte, política, enseñanza, periodismo y derecho; ya había aprendido el oficio de la peluquería y el estilismo y realizaba caricaturas y dibujos, así como escribía ensayos.
A la edad de 19 años, se decide a entrar de lleno a la pintura y se inscribe en el taller del maestro Felipe Castro en Guadalajara, ahí recibe sus primeras lecciones de pintura. En 1895, ya con veinte años, se
muda a Aguascalientes y en el Instituto Científico y Literario termina sus estudios de preparatoria; regresa a Guadalajara donde frecuenta el taller y estudio de Félix Bernardelli, un artista brasileño que se consagró en México como uno de los pilares del modernismo y con quien el joven Gerardo Murillo trabó una sólida amistad.
En 1897 a sus veintidós años, Gerardo Murillo elige irse a la Ciudad de México a la prestigiosa Academia de San Carlos (hoy Escuela Nacional de Bellas Artes y Diseño de la UNAM); es ahí en ese lugar, donde coincide con muchos artistas libre pensadores, con ideas políticas disidentes y contrarias al porfirismo de la época; también aquí se relaciona con José Vasconcelos, convirtiéndose ambos en aguerridos activistas políticos de ideas revolucionarias anti porfiristas; su activismo político lo llevó a aportar grandes ideas acerca de la reconstrucción del Estado Mexicano, fortaleció su nacionalismo y su sentido de la mexicanidad y como veremos más adelante, su involucramiento en luchas sociales, con el tiempo, lo llevaron a adoptar conductas y posturas políticas totalitarias e intransigentes.
Murillo se va a Europa doblemente becado.
El gobierno del General Porfirio Díaz había establecido un programa de becas para el extranjero, con el fin de motivar y estimular a los talentosos jóvenes mexicanos en todas las áreas de la ciencia, la tecnología y las artes para que se fueran al extranjero a pulir sus conocimientos y habilidades y regresar a México a aplicarlos en el desarrollo del País; de esa manera, Gerardo Murillo es seleccionado para recibir una beca en artes y pintura; también recibió el apoyo económico del Gobernador de Jalisco Luis Curiel.
Gracias a las becas, Gerardo Murillo estuvo en Inglaterra, Alemania, Francia, España e Italia; en la Universidad Sapienza de Roma, estudió y terminó su Doctorado en Filosofía, en la Universidad Sorbona de París terminó su Licenciatura en Derecho Penal; terminó sus estudios y se recibió como Vulcanólogo y además en su estancia en París que era la capital mundial del arte, se sumergió en el mundo del arte y la pintura, aprendió y se relacionó con los grandes maestros de la pintura de esa época como Edgar Degás, Jules Bretón, Paul Cézanne, Gustave Courbet y Gastón Bussiere, entre otros.
Durante su estancia en Italia, no pudo contener sus ansias políticas y colaboró con el Partido Socialista de Italia y con el Periódico Avanti!, órgano informativo de ese partido.
También en París, quedó impresionado con la pintura mural renacentista, por lo que se interesó en estudiarla; asistió a la cátedra de sociología con el fundador de dicha ciencia Émile Durkheim y a la cátedra de psicología del arte con Henri Bergson. Gerardo Murillo exprimió y aprovechó al máximo su beca y su estancia en Europa, aprendió mucho, terminó dos carreras y un doctorado, estudió, aprendió y se codeó con los mejores de la época y para rematar con broche de oro y demostrar que aprovechó su beca, en la Exposición Anual del Salón de París en 1900, que era considerado el evento artístico y cultural más importante del mundo, organizado por la Academia de Artes de París, la Sociedad de Artistas Franceses y el Museo del Louvre; ahí obtuvo nada menos que la medalla de plata por su exposición de obras al pastel.
Concluye su becado y regresa a México.
Una vez concluida su beca, regresa a México; pocas personas han aprovechado y justificado al máximo cada centavo de su beca y cada segundo de su estancia en Europa como Gerardo Murillo, se trajo de Europa tres carreras, un doctorado, un conocimiento artístico enorme, grandes relaciones con la crema y nata de la pintura y una medalla de plata por sus obras; lo único que no cambió fueron sus inclinaciones y activismo político y hasta en eso, como veremos más adelante, le produjo grandes beneficios al País en ese momento.
De manera inmediata, a su regreso es contratado por la Academia de San Carlos para hacerse cargo de la clasificación, evaluación y restauración de todas sus colecciones de obras de arte, por lo que ahí mismo instaló su estudio; pero ahora la inquietud de Gerardo era enseñar los conocimientos adquiridos y desarrollados, y comenzó a asistir como oyente a los talleres de pintura y dibujo impartidos por las noches, para conocer cómo eran los métodos de enseñanza artística, mismos que no le gustaron; la Academia de San Carlos le brinda entonces la oportunidad de impartir clases… y politizó la Academia!
En sus clases incitaba a sus alumnos a ver la importancia del arte popular, a plasmar los problemas sociales y políticos en la pintura y reflejar ahí también las ideas políticas del artista; Murillo decía que “el arte social plasmado en un lienzo, en un cuadro, nadie lo va a comprar, pero si lo plasmas en un mural, nunca te va a faltar trabajo e influyes políticamente en las personas”, así creó El Renacimiento Artístico Mexicano y la Escuela Mexicana de Muralismo, sus primeros alumnos fueron David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, José Clemente Orozco, José Chávez Morado, Julián Márquez y el muy jovencito Ignacio M. Beteta.
En 1910, Gerardo Murillo ya era conocido en la comunidad artística y pictórica, con el mote de “El Agitador”, por sus ideas y conceptos políticos; ese mismo año, Porfirio Díaz ordena al Maestro Justo Sierra, Secretario de Educación Pública y Bellas Artes, organizar las festividades para celebrar los cien años del inicio del Movimiento de Independencia y como parte de los festejos, se organiza una exposición pictórica con pintores españoles encabezados por Ignacio Zuloaga y Joaquín Sorolla, lo que provocó el descontento del medio artístico de México, ni tardo ni perezoso, Murillo organizó una enorme protesta social y política, tomando la Secretaría de Educación Pública y Bellas Artes; Porfirio Díaz le entrega tres mil pesos para que aplaque su protesta, y con ese dinero organizó una exposición masiva en la Alameda Central de la Ciudad de México, desde luego con la temática Política y social.
Segunda estancia en Europa y su visión futurista.
En 1911, el Gobernador Curiel de Jalisco, lo vuelve a becar para una segunda estancia en Europa, estableciéndose en París, en donde comienza a realizar exposiciones pictóricas, y funda el periódico “Action d’ Art” y también la “Liga Internacional de Pintores y Artistas”, su objetivo era reunir a escritores y artistas combativos para convertirlos en factores primordiales de progreso, eso, según sus creencias y conceptos políticos. En esa segunda etapa parisina, comienza a firmar sus obras con el seudónimo “Atl”, luego conoce al poeta y escritor argentino Leopoldo Lugones, quien se había declarado admirador de sus obras y Lugones le dice que debe aprovechar que tiene un doctorado en Filosofía y lo rebautiza como “Dr. Atl”, a Murillo le gustó, firmó sus obras con ese seudónimo y se quedó para siempre.
Murillo vivía con la beca otorgada por el Gobernador Curiel de Jalisco, pero con el dinero que recaudaba por sus exposiciones en París y en varios países de Europa, que era bastante, lo ahorraba en un fondo para un proyecto que traía en mente: una ciudad única y futurista. El Dr. Atl estaba muy entusiasmado dándole forma a su proyecto, que consistía en crear una ciudad única, ultramoderna, auto sustentable y exclusiva; pretendía que esa ciudad albergara y mantuviera a los personajes más destacados, brillantes y selectos de la civilización contemporánea para que no se perdiera ni el conocimiento, ni el arte y que de manera permanente hubiera personas impulsando dichos temas; para ello, Murillo ya tenía visualizado unos terrenos cercanos a París, donde se instalaría la nueva ciudad, sin embargo, los sucesos de la Revolución Mexicana terminarían por truncar su fantástico proyecto.
El Dr. Atl desde Francia presta sus servicios a la Patria, a la Revolución y su regreso a México.
El 19 de febrero de 1913, el General Victoriano Huerta usurpa el poder asesinando al Presidente Madero y al Vicepresidente Pino Suárez, Murillo reacciona fundando el periódico “La Révolution au le Mexique”, en el que informaba al público francés los pormenores y las atrocidades de Victoriano Huerta, quien ya había solicitado un préstamo por 130 millones de francos al Gobierno de Francia; Murillo hace gala de sus relaciones e influencias en el mundo artístico e intelectual de Europa y ejercen presión en el gobierno y en los bancos franceses; Murillo consigue entrevistarse con el Ministro de Finanzas Charles Dumont y con el Primer Ministro y Jefe de Gobierno de Francia, Georges Clemenceau, apodado “El Tigre” y logra impedir el préstamo de los 130 millones de francos. Este servicio a su Patria le trajo consecuencias al Dr. Atl.
Victoriano Huerta se quedó chiflando en la loma, sin préstamo, conocido por sus atrocidades y ridiculizado en el mundo como un presidente borrachín e inoperante; su respuesta fué ordenar el arresto, encarcelamiento y fusilamiento del Dr. Atl si se le veía en territorio nacional.
En noviembre de 1913, en el Puerto de Coatzacoalcos, Veracruz desembarca el Capitán Giorgio Stello, piloto as de la Real Fuerza Aérea Italiana y enviado especial del Primer Ministro Italiano Giovanni Giolitti (al menos eso decían sus cartas credenciales); al ser abordado por el comandante de la Comandancia Militar de Coatzacoalcos, Stello se identifica plenamente y les dice que viene a ofrecer la ayuda de Italia al Presidente Victoriano Huerta y se retira en un coche que ya lo esperaba… era el Dr. Atl y ni cuenta se dieron, se había pitorreado una vez más del Ejército y de Huerta!!
El Dr. Atl se puso de inmediato en contacto con su amigo Venustiano Carranza, jefe del Ejército Constitucionalista, Murillo se puso a órdenes para ayudar a la Revolución desde su trinchera, Carranza tenía problemas con Villa y con Zapata y necesitaba arreglarse con los dos, para poder derrocar al asesino Huerta; el 28 de abril de 1914 el Dr. Atl se entrevista con Emiliano Zapata para pedirle que se uniera a Carranza para derrocar a Huerta, Zapata le responde: “Porqué he de hacerlo si ni el General Villa lo ha hecho” y Murillo le dice que “Villa se unirá en cuanto lo haga usted”, y lo convenció, Villa se unió después y derrocó a Huerta.
Otro servicio más del Dr. Atl a la Revolución Mexicana y a Carranza; en 1915 Villa y Zapata se habían vuelto a separar de Carranza y entre ellos dos habían firmado el Pacto de Xochimilco contra Carranza, quien veía como nadie confiaba en él porque era muy mentiroso y traicionero y ahora necesitaba tener de su lado a los sindicatos aglutinados en la Casa del Obrero Mundial, para integrarlos a sus fuerzas
constitucionalistas; una vez más, el Dr. Atl en Orizaba, Veracruz, convenció a los 67 miembros de que movilizaran a todos sus obreros desempleados para unirse a Carranza y su Ejército Constitucionalista, con la promesa de casa y sustento para sus familias; de esta acción del Dr. Atl, surgen las grandes centrales obreras y su corporativismo político; por supuesto que Carranza los traiciónó, pero ya había surgido el movimiento obrero y su primer gran líder: Luis N. Morones.
El vulcanólogo, El Paricutín y su pasión por pintar volcanes y cerros.
La fascinación del Dr. Atl por los volcanes lo llevó a ser vulcanólogo y a pintar y estudiar todos los volcanes de México y de Italia; estudió y registró cada detalle del Volcán Paricutín en Michoacán, desde su nacimiento hasta su extinción, quedando todos esos datos en su libro “Cómo nace y crece un volcán”, nunca se amedrentó por las explosiones y erupciones de los volcanes al estar en el mismo cráter, ni temió por su salud al estar respirando los gases tóxicos de las emanaciones volcánicas, aunque en una expedición geológica sufre una caída y como consecuencia pierde una pierna; aún así continuó y siguió pintando volcanes, paisajes y montañas; son épicos sus lienzos sobre el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl así como los volcanes italianos Etna y Strómboli.
También son obras maestras sus lienzos sobre el Pedregal de San Ángel y la zona aurífera de Oaxaca, incluso está en el mismo nivel de los grandes paisajistas José María Velasco y Joaquín Clausell.
Obra, legado y contribuciones del Dr. Atl .
+ A pesar de ser el iniciador de la reconocida y poderosa Escuela Mexicana de Muralismo y de haber producido a los mejores exponentes, jamás perteneció ni se identificó con el muralismo.
+ Durante la II Guerra Mundial se declaró abiertamente nazista y admirador de Hitler.
+ Cuando quiso pintar algunos murales, el Presidente Ávila Camacho, debido a su declarado nazismo lo proscribió y se refugió en el Hotel Casino de la Selva de Cuernavaca, auspiciado por Don Manuel Suárez y Suárez, donde vivió algunos años.
+ En 1950 es admitido como miembro del Colegio Nacional, renunciando un año después debido a que: “El prestigio y seriedad del Colegio Nacional disminuirían su espíritu revolucionario”.
+ En 1956 el Senado de la República le otorga la Medalla Belisario Domínguez.
+ En 1958 obtiene el Premio Nacional de Bellas Artes.
+ Al perder una pierna en una expedición volcánica, creó una nueva técnica plástica, el “Aeropaisaje”, que consiste pintar paisajes sobrevolando en helicóptero y en vuelo fijo.
+ Fue el creador de los “Atl Colors”, que es una pasta dura, compuesta de cera, resina y petróleo con la que se puede pintar sobre tela, papel y roca; las obras en Atl Color presentan colores muy vivos y son difíciles de falsificar.
+ Sostuvo uno de los romances más escandalosos y tormentosos con Nahui Ollin (Carmen Mondragón Valseca), una excéntrica ninfómana que gustaba de mostrarse desnuda y con quien el Dr Atl sostuvo temibles y sonados arrebatos y pleitos pasionales. El Dr. Atl siempre la protegió a través de una pensión.
+ Su seudónimo Atl significa agua en náhuatl y lo adopto “por la maravillosa alegría de vivir que tiene el agua”; el Dr. Atl pensaba que el agua era un ser viviente, una corriente que ha ganado adeptos.
+ Como escritor publicó dos novelas, una serie de cuatro cuentos titulada “Cuentos de todos colores”, un libro de poesías, una autobiografía y dos ensayos´.
+ La colección completa de la obra pictórica del Dr Atl pertenece al Museo Nacional de Arte (MUNAL), del Instituto Nacional de Bellas Artes y puede ser prestada a otros museos para su exhibición, a pesar de que el Dr. Atl siempre pensó que su obra sería destruida por los políticos, debido a sus posturas políticas.
+ Gerardo Murillo Cornado, Dr, Atl, personaje fascinante y multifacético fallece el 15 de agosto de 1964 a causa de un paro cardiorrespiratorio, sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres.
e-mail: jaramillovela@hotmail.com
Fuentes Bibliográficas:
+ colnal.mx/integrantes/gerardo-murillo
+ museoblaisten.com
+ inba.gob.mx
+ masdemx.com + www.gob.mx/cultura
+ munal.mx
+ es.wikipedia.org