JIRONES DE NUESTRA HISTORIA
GENERAL DE DIVISIÓN SÓSTENES ROCHA, MILITAR DE TIEMPO COMPLETO; EL MÁS GRANDE SOLDADO QUE HA DADO MÉXICO, DESCONOCIDO POR MUCHOS.
Por: José Luis Jaramillo Vela
De cuna militar
Sóstenes Rocha Fernández nació el 6 de julio de 1831 en Mineral del Marfil, Guanajuato, hijo del Coronel Francisco Rocha y de Doña Dolores Fernández; siendo muy niño, ya daba avisos de su inclinación militar, su padre trataba de apagarle ese deseo, diciendo que no era conveniente para un niño tan pequeño tener esas inclinaciones; pensó que tal vez el pequeño estaba influenciado debido a que todo lo que veía a su alrededor eran armas, uniformes y soldados todos los días en su casa y pensó para sí mismo: “ya se le pasará”.
Pero no se le pasó, el niño creció y ya era un puberto adolescente; en esa edad de cierto descontrol juvenil, se mezcla en un movimiento rebelde, de corte conservador contra el Gobierno Liberal, que pretendía remover a las autoridades liberales de Celaya, Guanajuato, seguramente el jovencito Rocha no tenía ni idea de qué se trataba el argüende, pero ahí andaba; el Gobierno Federal envía al General José López Uraga a sofocar la revuelta, misma que al ser desarticulada, el joven Rocha cae prisionero junto con otros y López Uraga ordena fusilarlos a todos.
Antes de ser fusilados los prisioneros, al cura del lugar se le concedió darles los últimos sacramentos; mientras, López Uraga fumaba plácidamente, esperando a que se organizara el pelotón de fusilamiento, en eso estaba, cuando llega el párroco furioso, reclamándole por tratar de fusilar a un niño de catorce o quince años; Uraga ordena traer al jovencito, lo interroga y se entera de que es hijo del Coronel Francisco Rocha, lo regresa a la celda y ordena que sea fusilado junto con todos los prisioneros. Puestos los prisioneros en el paredón de fusilamiento, el joven Sóstenes Rocha ve un caballo a un lado, corre hacia él y emprende una atrevida evasión, pasando a todo galope frente al pelotón de fusileros, ninguno se atrevió a dispararle.
Al Colegio Militar
Finalmente, en 1851, a sus veinte años, Sóstenes Rocha ingresa al Heróico Colegio Militar, su atribulada madre Doña Dolores tiene aún la esperanza de que la dura vida castrense lo haga desistir, pero su padre, quien, a través de largas pláticas con su hijo, ya había visto en Sóstenes, al militar, al soldado, al hombre valiente y decidido que él mismo, sin proponérselo, con su ejemplo fue forjando; sabía que no había retorno y que el querido hijo debía seguir solo, por el difícil camino de las armas.
A manera de despedida, su padre le arengó cual si fuera uno de sus soldados antes de una batalla, con un emotivo mensaje: “Querido hijo, a partir de hoy tu uniforme será la única ropa que vestirás por el resto de tu vida, pórtalo con orgullo y dignidad; condúcete siempre con honestidad, valentía y lealtad, porque serás un Oficial del Ejército Mexicano; que Dios te bendiga, estaremos siempre a tu lado”.
Graduación con Honores
En 1854, Sóstenes Rocha se prepara para su Ceremonia de Graduación como Teniente Segundo del Cuerpo de Zapadores, que pasarán a formar parte de las filas del Ejército Mexicano. A la casa de sus padres en Celaya, Guanajuato, llega una invitación para la Graduación y una carta del Secretario de Guerra y Marina, General Santiago Blanco Duque, en la que se le informa a sus padres que el Teniente Segundo del Cuerpo de Zapadores, Sóstenes Rocha Fernández se gradúa con todos los honores como el cadete más distinguido de su Generación, por lo que recibirá una carta de felicitación de puño y letra del Presidente de la República, General de División Antonio López de Santa Anna, tal y como se acostumbraba en la época.
Lo que desconocían sus padres, era que, aún siendo cadete, Sóstenes ya era enviado a combatir en algunos levantamientos menores, asonadas y gavilleros, lo que le dio la oportunidad de ir tomando experiencia, aplicar sus conocimientos adquiridos y deslumbrar a todos con su enorme astucia y talento militar. En 1854, siendo aún cadete, es enviado a combatir la Revolución del Pan de Ayutla en el Estado de Guerrero; es puesto bajo las órdenes del experimentado e influyente General Ignacio Comonfort; derrotan y derrocan a Santa Anna y lo hacen huir de México.
Pero el joven Rocha ya había dejado impresionados al General Comonfort y al General Juan Álvarez por su conocimiento y aplicación de las artes de la guerra, estos dos generales hicieron comentarios muy positivos de Sóstenes en los altos círculos militares y su nombre comenzó a cobrar fama.
Inicio de su carrera ya como Oficial del Ejército Mexicano; ¿liberal o conservador?
Durante su etapa como cadete, tuvo muchos compañeros y amigos, todos se conocían y eran compañeros, pero también todos sabían que dependiendo a qué bando se unieran, podían pasar de ser compañeros y amigos, a enemigos de guerra. En el Colegio Militar, sus grandes amigos fueron Porfirio Díaz, Miguel Miramón e Ignacio Alatorre, después conoció a Diódoro Corella, quien venía de Sonora y se hicieron grandes amigos.
Rocha estaba entre dos fuegos, por un lado Porfirio Díaz lo conminaba a unirse a los liberales y por otro lado, Miguel Miramón le insistía en unirse a la causa conservadora; finalmente decide unirse a Miramón y los conservadores, con quienes peleó en las batallas de Guanajuato y Tacubaya, al inicio de la Guerra de Reforma; en estas dos batallas Rocha y Miramón estuvieron bajo las órdenes del ultraconservador General Leonardo Márquez; en la Batalla de Tacubaya ganaron los conservadores, pero hubo tres detalles de los conservadores que a Rocha no le gustaron en absoluto: lo primero fue que Miramón, como subordinado de Márquez, sabía influir en él y Rocha pensó que eso no estaba bien, ni en un genera ni en un subordinado; lo segundo fue que por influencia de Miramón, Márquez ordena fusilar a todos los jefes, oficiales y cuerpo médico del bando liberal que fueron hechos prisioneros; y en tercera, al
unirse a Miramón y los conservadores, Rocha se entera de que los conservadores ya están planeando ir a Europa a buscar un emperador para México.
Esto último no fue del agrado de Rocha, ya que consideró que se trataba de un acto de la más alta traición a la Patria; Rocha, muy a su pesar, termina por desligarse de su amigo Miguel Miramón y de los conservadores, para siempre.
Sóstenes Rocha corrige su rumbo político y marca su brillante carrerea militar
Después de su breve paso por las filas del Partido Conservador, Rocha queda muy decepcionado de los conservadores y comienza su etapa liberal. En esta época los militares se encontraban muy a menudo entre la espada y la pared, debido a la inestabilidad política, los presidentes duraban poco tiempo, a veces solo unos cuantos días, incluso hasta horas; en ese vaivén político, así, hoy estaba un presidente liberal y mañana ya estaba otro conservador, de tal modo que los militares debían ser institucionales y leales y estos desajustes políticos originaban la rebeldía de muchos de ellos a aceptar a un Presidente contrario a sus intereses políticos personales.
Para entonces, Sóstenes Rocha ya era Capitán y es puesto bajo las órdenes del General Santos Degollado, con quien combatió en innumerables escaramuzas y batallas contra todo tipo de levantamientos; Rocha se hizo fama de ser valiente en extremo y muy agresivo en combate, al mismo tiempo que mostraba un conocimiento y una intuición militar, que los mismos generales se mostraban sorprendidos; en algunas ocasiones, el General Santos Degollado le solicitaba opinión a Rocha, y esto lo incomodaba, pues él pensaba que un subordinado no debía dar opinión a un jefe, y siempre trataba de evadir la pregunta con un “no lo sé mi General”.
Entonces el General Degollado lo incluye dentro de su Estado Mayor, en esa instancia, Rocha estaba obligado a emitir opiniones y recomendaciones, pero no estaba a gusto, él era un Capitán opinando y discutiendo con Generales; hasta que uno de esos días, el General Santos Degollado le dice: “Entienda de una vez Capitán Rocha, que en mi Estado Mayor están los que deben de estar y usted ha visto como hasta mis exploradores y espías, que no tienen rango, vienen y opinan y recomiendan, así que tómelo en cuenta”. Este consejo fue de gran ayuda para Rocha.
El verdadero héroe de la Batalla de Puebla
En 1861, el General Santos Degollado es designado como Gobernador de Jalisco y recomienda a la superioridad, un ascenso para el Capitán Rocha; para entonces, las cualidades militares del Capitán Sóstenes Rocha son conocidas en todo el Ejército Mexicano y es ascendido a Coronel, siendo asignado a las órdenes del General Ignacio Zaragoza Seguín.
En los días previos a la Batalla de Puebla, el General Zaragoza manda llamar al Coronel Rocha, este al llegar se encuentra con el Estado Mayor de Zaragoza, conformado por los Generales Miguel Negrete (bisabuelo del actor Jorge Negrete), Francisco Lamadrid, Felipe Berriozábal, Jesús González Ortega y su gran amigo el Coronel Porfirio Díaz; ahí los exploradores y los espías de Zaragoza rinden un informe y ubican al General Lorencez en Veracruz, con ocho o nueve mil soldados y el General mexicano traidor Juan Nepomuceno Almonte (hijo de José María Morelos), como guía.
El General Zaragoza lanza la pregunta directa sobre Rocha: “Coronel Rocha quiero saber qué haría usted”, y Rocha con la mayor naturalidad responde: “mi General Zaragoza, sin dudarlo mi plan sería este…” y seguido le expone como él con los zapadores abriría una zanja para atrincherar a la infantería del General Negrete junto con un agrupamiento de fusileros y a los indios zacapoaxtlas que vinieron en apoyo; luego enviaría al Coronel Porfirio Díaz con una columna para ubicarse a la retaguardia de Lorencez; enviaría a los Generales Lamadrid y González Ortega a caer por los
flancos, dejando un batallón para defender la Ciudad de Puebla; y termina diciendo que la artillería la ubicaría atrás de la trinchera para apoyar el frente y otra sección de artillería para la defense de la Ciudad de Puebla.
Y ese fue el plan de batalla de Zaragoza, con el que derrotaron a los franceses el 5 de mayo de 1862, la clave de la victoria fue la trinchera que cavó Rocha para sorprender a los franceses. La historia le colgó la medalla de la victoria gloriosa al General Ignacio Zaragoza, pero el artífice de la victoria fue el Coronel Sóstenes Rocha.
General Brigadier y brazo fuerte de los Gobiernos de Benito Juárez y Lerdo de Tejada
Previo a la Batalla de Puebla, el General Zaragoza ordena al Coronel Diódoro Corella apoyar con su gente al Coronel Rocha en las labores de cavar la trinchera, ellos ya se conocían, pero ahí se fortaleció la gran amistad y relación militar entre estos dos hombres, misma que en adelante, siempre los acompañaría.
El 17 de mayo, en la Batalla de San Lorenzo, el Coronel Sóstenes Rocha y el Coronel Diódoro Corella son hechos prisioneros por los franceses; el General Lorencez ordena sean enviados a Veracruz, pero cerca de Orizaba, ambos personajes logran fugarse de los franceses y se dirigen hacia San Luis Potosí, donde se reúnen con el Presidente Benito Juárez, que ya había iniciado su Gobierno Itinerante; Juárez, quien ya estaba enterado del valor y la lealtad a la Patria del Coronel Rocha; ahí mismo, el Presidente Juárez asciende a Sóstenes Rocha y Diódoro Corella al grado de General Brigadier.
De inmediato, Juárez dispone que el General Sóstenes Rocha, junto con el General Mariano Escobedo sean los encargados de organizar el Ejército del Norte, que se encargaría de salvaguardar al Gobierno Itinerante, para internarse en el norte de México, en su misión de salvar a la Patria de caer en manos de los franceses. Lo único que le pidió Rocha a Juárez fue que le permitiera unirse a su Estado Mayor a los Generales Diódoro Corella, Carlos Fuero e Ignacio Alatorre, todos ellos gente de su máxima confianza, petición que le fue concedida.
En junio de 1866, el General Sóstenes Rocha al frente del ejército federalista ocupa la Ciudad de Monterrey derrotando a las tropas conservadoras del General Santiago Vidaurri; el 16 de junio en Camargo, Tamaulipas derrota a las fuerzas austriacas e imperialistas de Maximiliano, a cargo del General Feliciano Olvera y del General Macedonio González de la Garza, esto le abrió el camino para tomar el control de la Ciudad de Matamoros, Tamaulipas, principal punto de acceso del Gobierno Juarista para la compra de armamento y que estaba bloqueada por los imperialistas. En esa misma acción, le decomisó al ejército imperialista 200 carros con armamento y suministros bélicos.
Con estas tres acciones de guerra, llevadas a cabo en el mes de junio de 1866, el General Sóstenes Rocha consolida el dominio del Presidente Benito Juárez en el norte de la República y reduce las maniobras de Maximiliano y los franceses; también consolida la enorme confianza que el Presidente Juárez le deposita, misma que Rocha la devuelve con una inquebrantable lealtad a Juárez; de esa manera, el General Rocha dispone que los Generales Mariano Escobedo y Carlos Fuero controlen la región de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, mientras que ordena que el General Anastasio Parrodi se encargue de organizar la recepción de Juárez en Durango y Chihuahua y finalmente dispone que el General Diódoro Corella esté siempre cercano y disponible para el Presidente Juárez.
De esta forma, El General Sóstenes Rocha y su grupo se convierten en el soporte del Gobierno de Juárez, derrotan y expulsan a los franceses, acaban con el Imperio de Maximiliano y le dan la estabilidad necesaria para recuperar y reinstaurar el Gobierno de la República; se dice que detrás de toda decisión de carácter militar que tomaba el Presidente Juárez, primero pedía la opinión del General Rocha.
“Plan de la Noria”, Porfirio Díaz traiciona a Benito Juárez y Rocha le propina dolorosa derrota
En junio de 1871, el Presidente Juárez ordena al Secretario de Guerra y Marina, General Ignacio Mejía que el General Sóstenes Rocha sea ascendido a General de División; Benito Juárez ya había anunciado que se postularía para tratar de reelegirse, situación que no fue del agrado del General Porfirio Díaz y su círculo cercano, entonces Díaz se subleva y proclama el “Plan de la Noria”, exigiendo la destitución del Presidente Juárez, firmando la declaración Porfirio Díaz y doce Generales del más alto rango, quienes se levantaron contra Juárez por diferentes puntos del país.
El Presidente Juárez envía al General Sóstenes Rocha y ocho Generales del más alto rango y leales a Juárez para tratar de aplacar la revuelta de Porfirio Díaz; Rocha tiene que hacer gala de todo su ingenio y capacidad militar para distribuir a sus leales generales y sus tropas y poder cumplir la misión encomendada y se lanza con toda la fuerza del Estado contra los rebeldes.
El General Rocha va personalmente en busca de su anterior amigo Porfirio Díaz, a quien en su propia Hacienda de La Noria en Oaxaca, le propina una dolorosa derrota que ocasiona que Díaz emprenda una grotesca y vergonzosa huída de su propia hacienda, Rocha va en su persecución, pero Díaz se interna en Guerrero y desaparece, mientras que Rocha recibe la orden de Juárez de contener el avance de los sublevados de Nuevo León y Zacatecas.
Mientras Rocha derrotaba a Díaz, el General Ignacio Alatorre derrotaba a las fuerzas sublevadas del General Luis Mier y Terán en San Mateo, Oaxaca, provocando la huída del Gobernador Félix Díaz Mori, hermano de Porfirio, quien se refugió en Puerto Ángel, donde fue asesinado y descuartizado brutalmente por la población.
En otro frente, el General Diódoro Corella asestaba sonora derrota al General sublevado Francisco Narváez en San Luis Potosí; mientras que el General Ignacio Pesqueira derrotaba al General sublevado Francisco Cañedo en Culiacán, Sinaloa; en Yucatán, el General Vicente Mariscal derrota al Coronel sublevado Jacinto Ordóñez.
El broche de oro lo puso el General Sóstenes Rocha en la Batalla de la Bufa, Zacatecas en donde con tres mil hombres más quinientos que le aportó el General Diódoro Corella, quien se le unió en San Luis Potosí, derrotan a los Generales sublevados Donato Guerra, Jerónimo Treviño y Trinidad García de la Cadena que traían un ejército de siete mil hombres. De regreso a la Ciudad de México, los Generales Rocha y Corella aplastan a los Generales sublevados Miguel Negrete y Aureliano Rivera; con esto, el golpe de Estado que fraguó Porfirio Díaz quedó completamente desarticulado.
Mientras, escondido en la Sierra de Guerrero, Porfirio Díaz vió como fracasó su intento de golpe de Estado.
Gobierno de Lerdo de Tejada, el General Rocha le jura lealtad
En 1872 fallece el Presidente Juárez y por mandato constitucional lo sustituye el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sebastián Lerdo de Tejada quien también era leal a Juárez y como primer paso le pregunta al General Rocha si cuenta con su lealtad y este le responde que cuenta con ella de manera incondicional; al igual que con Juárez, en el Gobierno de Lerdo de Tejada la opinión militar del General Rocha pesaban tanto o más que la del Secretario de Guerra y Marina.
En 1876 el General Rocha es enviado a Europa a especializarse en Altos Estudios Militares, su ausencia es aprovechada por Porfirio Díaz para lanzar el Plan de Tuxtepec exigiendo la renuncia del Presidente Lerdo de Tejada, quien ante la ausencia de su soporte militar se siente en desventaja y aún así, por poco y derrota a Díaz en la Batalla de Tecoac, de no ser por el apoyo de ultimo minuto que llegó de los Tres Juanes de la Sierra de Oaxaca, Díaz hubiese fracasado en su segundo intento de golpe de Estado.
Todos los Historiadores coinciden en que Porfirio Díaz se atrevió porque sabía que no estaba el General Rocha, quien con tristeza y decepción recibió en Europa la noticia del golpe de Estado y con enorme dolor la noticia de que su gran
amigo y hombre de máxima confianza, el General Diódoro Corella había caído defendiendo a la República del ataque de Porfirio Díaz.
Regreso a México
En 1880, el General Sóstenes Rocha regresa de Europa graduado y Diplomado en Estudios Superiores de Guerra y se presenta para reincorporarse al Ejército Mexicano; el entonces Secretario de Guerra y Marina, General Carlos Pacheco Villalobos le dice que el Presidente Díaz desea verlo en Palacio Nacional, se especula que dada la confianza y el conocimiento entre ambos, la respuesta de Rocha habría sido un coloquial “Carlos, dile a Porfirio que no hay nada que hablar y del General Sóstenes Rocha no tiene nada que temer”.
Un par de días después, el propio Presidente Porfirio Díaz se presenta ante el General Rocha y le pide que acepte dialogar con él; no se sabe exactamente qué dialogaron, pero el General Sóstenes Rocha fue nombrado por el Presidente Díaz como Director del Heróico Colegio Militar, cargo que ocupó de 1880 a 1886; al terminar fue nombrado por el propio Presidente Díaz como Presidente de la Comisión de Reglamentos, Estatutos y Ordenanzas del Ejército Nacional, cargo que desempeñó hasta su muerte en 1897.
El Sóstenes Rocha de carne y hueso
En su hoja de servicio, que obra en los archivos de la Sedena, constan ciento cincuenta acciones de guerra en las que personalmente y en un papel importante participó; no existe ningún otro militar en la historia del mundo que cuente con tantas batallas en su hoja de servicio, por eso los Historiadores lo catalogan como un militar de tiempo completo.
Sus Partes de Guerra eran tan completos, detallados y bien escritos, que parecían verdaderos tratados bélicos.
Tenía un “feeling” muy especial para pulsar el ánimo de sus hombres y podía retardar hasta por dos o tres días el inicio de una batalla hasta que notara el ánimo de sus tropas donde el lo quería.
Bajo su mando nunca perdió una batalla.
El General Sóstenes Rocha y el General Carlos Fuero, fueron los dos únicos que derrotaron a Porfirio Díaz; ambas derrotas provocaron un comportamiento vergonzoso por parte de Díaz; Fuero lo hizo llorar y Rocha lo hizo huir a esconderse en la sierra.
El General Sóstenes Rocha fue el primer militar mexicano en graduarse en Estudios Superiores de Guerra; además del español, hablaba inglés y francés.
Cuando quería molestar a Porfirio, le gustaba decir: “Yo derroté e hice huir y esconderse al Presidente, y si no me creen, vayan a preguntarle”. Se cree que su amistad se restableció después de haber dialogado.
Escribió tres libros: “Estudios sobre la Ciencia de la Guerra”, “Ayuda de Memoria para el Oficial Mexicano en Campaña”, “Exploración de la Caballería en Campaña para Sargentos y Cabos”; los tres libros en su momento fueron libros de texto en el Colegio Militar.
Por sus cualidades literarias, el General Rocha fue también Jefe de Redacción del periódico “El Combate” y Vicepresidente de la “Associated Press” en México
El Escritor y Abogado José Irineo Paz Flores lo incluye en su libro “Los Hombres más Prominentes de México”, obra que está impresa de manera simultánea en español, inglés y francés.
En México, muchos Historiadores coinciden en señalar que fue uno de los treinta mexicanos que influyeron en el rumbo que tomaría nuestro país.
En su vida personal, al General Rocha se le respetaba por su alto sentido de la lealtad hacia sus amigos, un fino caballero en su trato y en su comportamiento y un ejemplar padre de familia.
El General de División Sóstenes Rocha Fernández, fallece el 31 de marzo de 1897 a los 66 años en la Ciudad de México; por órdenes del Presidente Porfirio Díaz fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres.
Historiadores coinciden en señalarlo como el más grande militar que ha dado México.
Fuentes Bibliográficas:
+ relatosehistorias.mx
+ mexicana.cultura.gob.mx
+ arqhys.com
+ gw.geneanet.org
+ cdigital.dgb.uanl.mx
+ heraldoleon.mx
+ definiciones-de.com
+ mexicodesconocido.com.mx
+ monografías.com
+ maporrua.com.mx
+ es.wikipedia.org