Periodista
El futbol femenil mexicano sigue en crecimiento. La liga se ha posicionado en el mapa internacional y no es exageración. Jugadoras de distintas partes del mundo ubican a la Liga BBVA Femenil como una de las más competitivas e interesantes en materia de desarrollo para las futbolistas. Es de su interés para expandir sus carreras fuera de sus países de origen. América Femenil, Tigres Femenil, Chivas Femenil, Rayadas y Tuzas son cinco equipos con proyección hacia el exterior. Sin embargo, pese a esos avances, el panorama es contrastante hacia el interior del campeonato local.
Mientras que hay clubes con un proyecto claro de impulsar a sus planteles femeninos, otros simplemente los ignoran. Eso se refleja en la disparidad de la liga, tanto en resultados y nivel de juego como en el trato que reciben las futbolistas. Desde su profesionalización hasta la fecha, la Liga BBVA Femenil cuenta con cinco equipos que se disputan el título. Son precisamente los mencionados arriba. En tanto, de forma irregular, hay un grupo de equipos que se esfuerzan por acceder a la liguilla, tales son los casos de Pumas, Xolas, Atlas.
A esa irregularidad se suma el abandono que sufren equipos como Centellas del Necaxa, un plantel que ha debido lidiar contra todo tipo de adversidades. Una de las más inverosímiles es la falta de uniformes para sus jugadoras, quienes han debido portar una misma indumentaria en sus partidos, incluso algunas camisetas tuvieron que ser parchadas para ocultar patrocinios pasados. Hay que añadir el tema de la precariedad salarial y limitaciones de infraestructura para entrenamientos o transportación.Durante el torneo anterior se registraron golizas de escándalo que motivaron a cuestionar qué tan benéfica o perjudicial era esa distancia evidente en la cancha. En el torneo que se disputa actualmente, las goleadas persisten. Se han registrado marcadores con siete goles de diferencia, lo que se traduce en la continuidad de una disparidad que, entre otros factores, habla del valor que las instituciones le dan al futbol femenil.
Después de ocho jornadas efectuadas, América Femenil asumió el liderazgo con paso perfecto de ocho victorias. Su ofensiva es de 35 goles, es decir, anota en promedio cuatro por partido. Ha recibido ocho goles. El último lugar general es Santos Femenil con ocho derrotas consecutivas y apenas dos goles anotados. En tanto, el plantel santista ha recibido 28 goles, es decir, 3.5 por juego.
Con esas mismas fechas disputadas, Tigres Femenil lleva siete triunfos y un empate. Su ofensiva ha marcado 32 goles, es decir, cuatro goles por partido. Ha recibido cinco goles. El penúltimo lugar de la tabla es Mazatlán Femenil con cero puntos, cinco goles a favor y 26 en contra. El equipo mazatleco vive una situación similar que Santos.
América Femenil y Tigres Femenil son clubes con capital destinado a fichajes. Ambos mantienen estándares salariales para sus jugadoras, procuran instalaciones adecuadas para entrenamientos y poseen un plan integral que concibe a sus planteles femeninos como elemento activo de carácter profesional. En esa misma línea se conducen Rayadas, Chivas Femenil, Tuzas. Asimismo trabajan con sus divisiones inferiores para la formación de futuros talentos.
El resto de equipos de la Liga BBVA Femenil transita en la irregularidad e incertidumbre constante. Falta de continuidad en cuerpos técnicos, malas gestiones deportivas en la conformación de cuerpos técnicos y planteles, recursos limitados para fichajes, ausencia de proyectos integrales e indiferencia hacia el futbol femenil son aspectos que repercuten para que estén al margen de competir por campeonatos.
Recientemente Real Madrid y Barcelona efectuaron una visita a México para jugar contra América Femenil y Tigres Femenil. La internacionalización de la liga femenil comienza a generar frutos. No obstante, el rezago al interior del torneo local permanece. En este sentido, futbolistas, periodistas y comunicadoras se han pronunciado en reiteradas ocasiones para que todos los clubes traten con dignidad a sus equipos femeninos. Las exigencias primarias son: salario, infraestructura para entrenar, condiciones óptimas de desarrollo y jugar en sus estadios.