Francia.- ¿Te imaginas posando junto al cadáver de un familiar tuyo?, seguramente solo de imaginarlo se te enchinó la piel, sin embargo, déjanos decirte que esta fue una práctica muy popular en Francia en los años 40, tanto así que se extendió rápidamente a otros países vecinos y posteriormente a otros continentes. Como si se tratara de algo muy natural, el cuerpo del fallecido era vestido y arreglado para participar en la foto familiar; a este extraño arte se le conocía como fotografía post mortem o fotografía mortuoria.
Cabe señalar que la práctica de fotografiar gente muerta no era para nada un tema morboso, si no por el contrario ya que en ese entonces predominaba la ideología social del Romanticismo, por lo tanto la muerte era visto de forma nostálgica, incluso como un privilegio.
Anteriormente, esta práctica se realizaba en retratos por medio de la pintura y se le conocía como «memento mori», una frase que proviene del latín que significa «recuerda que morirás», la cual buscaba recordar la mortalidad de todos los seres humanos. Este arte se popularizó en religiosos y niños en gran parte de Europa en el siglo XVI.
Fotografiar a niños: «Ángeles dormidos»
En el caso de los niños es un tema bastante particular, a estos pequeños difuntos se les conocía como «ángeles dormidos», ya que se pensaba que además de estar en un eterno sueño, ellos era la inocencia por lo tanto un lugar asegurado en el paraíso. Normalmente aparecían sobre los brazos de su madre a lado de la estatua de un ángel o algo relacionado con la religión.
En otros casos, se les puede ver incluso de pie, como si aún tuvieran vida, vestidos con faldones y con diferentes arreglos en su cabeza. Es importante mencionar que este tipo de fotografía no solo se realizaba en el continente europeo, ya que en México y otros países de Latinoamérica, existen varios pinturas populares que datan del siglo XVIII, donde aparecen bebés recostados sobre una tabla rodeado de flores.
Desafortunadamente en aquella época era muy común que las familias tuvieran muchos hijos que algunos de ellos murieran, ya que la vida victoriana se caracterizaba por lidiar con enfermedades como la tifus, cólera, difteria, sarampión, entre otras.
Tipos de fotografías post mortem
Para realizar este tipo de arte existían tres formas de retratarse, a veces se fotografiaba a las personas «simulando que tenían vida», acomodándolos juntos a los otros miembros de la familia, con los ojos abiertos. Otra forma era acomodar a las personas de forma que «parecieran estar dormidos», donde se les retrataba descansando en un sueño eterno. Por último, existía la opción de que aparecieran «sin simular nada», como su nombre lo dice simplemente aparecían en su lecho de muerte o en ocasiones en el interior de su ataúd.
¿Por qué desapareció la fotografía post mortem?
A pesar de que se volvió una práctica bastante popular, como la mayoría de las cosas ahora solo forma parte de la historia, esto por diferentes razones.
Una de ellas, es que a medida que los años pasaron y la medicina siguió desarrollándose, la esperanza de vida de los niños mejoró considerablemente, por lo tanto se redujo la demanda de familias que estaban interesadas en fotografiar a sus fallecidos.