ABLANDO Y ESCRIBIENDO
FOROS DE CONSULTA, TIEMPO PARA ESCUCHAR
SUAVIZANDO LA NUEVA REALIDAD
POR ERNESTO AVILÉS MERCADO*
Con una participación importante, pero poco representativa, la cámara de diputados terminó en Sinaloa los 9 foros de consulta para la reforma del poder judicial, con mucho ruido y pocas nueces.
Ante las amenazas permanentes del presidente de la República de cambiar de tajo a los ministros, magistrados y jueces actuales, tanto Federales como del fuero común en todas las entidades del país, López Obrador mantiene los calificativos de corruptos a todos los jueces por igual, porque -dice- no aseguran una justicia imparcial, al responder a intereses políticos, económicos y no al de dar a cada quien lo que por ley le corresponde.
El presidente afirma que todas las actividades jurisdiccionales están marcadas por la corrupción y que la mejor forma de combatirla es eligiendo por voto ciudadano directo, universal y secreto a los nuevos juzgadores, preferentemente a los recién egresados de las carreras de derecho.
Ante la imposibilidad de llevarse a cabo en la práctica, los diputados federales, han tomado estos foros como espacios de tiempo para tratar de adecuar estas reformas a una realidad legislativa que pueda ser viable, que cumpla con los propósitos del presidente, pero también que asegure que la dinámica de la justicia, pueda seguir trabajando.
La gradualidad en los procesos de renovación de los juzgadores nacionales, es una de las que seguramente estarán incorporadas en la reforma; la permanencia de los juzgadores en los cargos, su independencia e imparcialidad para actuar, que es un mandato constitucional, además que es una obligación del Estado mexicano el asegurarlo, al estar establecido por la jurisprudencia de la CIDH, y además, forma parte de los Principios básicos relativos a la independencia de la judicatura, establecido por la ONU desde 1985, es otro mandato, que de no contemplarlo, podría ser denunciado ante la Corte Interamericana y eventualmente si es eliminado de la reforma, se tendrá que regresar.
El cambio de juzgadores, no asegura por ese solo hecho, el mejoramiento de la calidad de justicia que se imparte, son muchas las instituciones que se deberían de coordinar para asegurar que lo que le llegue a un juzgador, haya pasado por los filtros de calidad en la integración, exhaustividad en la investigación, profesionalismo en la presentación de las demandas o denuncias, además del apoyo científico con los peritos calificados, por parte de servicios periciales.
El tema de la capacitación y actualización, tiene que incorporarse como otro de los temas básicos e indispensables dentro de la reforma, pero no en exclusiva para los agentes del Ministerio Público, defensores de oficio o funcionarios del Poder Judicial, es necesario que esas mismas capacitaciones, las puedan recibir los abogados litigantes, como integrantes del foro jurídico nacional.
El pasado martes 06 de agosto, se llevó a cabo en la ciudad de Saltillo Coahuila, el foro sobre defensoría de oficio y colegiación del ejercicio de la abogacía, en donde propusimos como Federación Estatal Chihuahuense de Colegios de Abogados, una propuesta para que los abogados litigantes particulares puedan acceder a esas capacitaciones.
Se planteó que fueran incorporados por medio de créditos en las escuelas institucionales de formación jurídica y que una vez egresados y estar debidamente capacitados y actualizados en sus materias, el Estado pueda disponer de ellos para alguna representación en concreto; es decir para que pudiera representar al Estado en algún litigio especializado y de esa forma se fuera pagando la capacitación recibida.
El reconocido catedrático y extraordinario jurista, ex magistrado presidente del TSJ, Pablo Héctor González Villalobos, decía que las mejores sentencias no son las que se redactan en la intimidad del despacho de los jueces, sino la que se construyen en los debates entre los abogados que defienden sus causas con argumentos y la fuerza del derecho.
Nosotros pensamos que la premisa para mejorar la calidad de la justicia no inicia con la reforma judicial, sino que debe ser simultánea con la procuración de justicia, partiendo de la aplicación de recursos económicos fuertes que se vean como inversión y no como gasto.
Nos esperan tiempos muy difíciles, porque el poder judicial representa el equilibrio entre poderes y en breve será la política la que prevalezca en la toma de decisiones de administración de justicia, aunado a la limitación del amparo en materia de suspensiones, desaparecerá y en estas condiciones no habrá quien podrá defender nuestros derechos como personas.
La mejor manera de actuar ante la inminencia de una crisis derivada por los cambios, es la de adecuarse a la transformación, adaptarse a las nuevas formas que se presentan, una sola golondrina no hace primavera y el entendimiento que se hace a partir de una crisis, es emulando a Darwin, sobrevivir a la nueva realidad.
*ABOGADO LITIGANTE MIEMBRO DE LA FECHCA Y DE LA AECHIH
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