A los pilotos de las actuales escuderías de la Fórmula 1 no les cayó nada bien la última decisión de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA), relacionada al valor de las multas que aplican los comisarios. Por lo pronto, podrían recibir sanciones de hasta un millón de euros, después de un cambio drástico en el reglamento de ese deporte.
Antes del Gran Premio de los Estados Unidos programado para este fin de semana, el organismo rector de la categoría anunció que aumentó el costo de la penalización máxima que los comisarios pueden imponer a un piloto, a partir de los 250.000 euros.
La FIA explicó que la cifra se había mantenido estática durante los últimos 12 años y “no refleja las necesidades actuales”. Pero la decisión fue recibida con sorpresa por los pilotos, tal cual lo refleja un informe del diario The Guardian. Y surgieron las voces, encabezadas por el británico Lewis Hamilton, que la próxima temporada iniciará un nuevo contrato de dos años y 100 millones de libras esterlinas con Mercedes. “Si nos van a multar con un millón de euros, asegurémonos de que el 100% de esa cantidad se destine a una causa”, reclamó el séptuple campeón.
“Hay mucho dinero puesto en esta industria y hay mucho más que debemos hacer para aumentar la diversidad, mejorar el acceso y crear más oportunidades para las personas que no tienen la oportunidad de practicar un deporte como éste. Esa es la única manera de que me saquen ese dinero”, subió la apuesta Hamilton, que además acusó a la FIA de “mala comunicación” después de que ese organismo cuestionara su condición de “modelo a seguir” tras cruzar la pista y chocar en la carrera anterior en Qatar.
Hamilton, de 38 años, fue multado con casi 50.000 dólares en las horas posteriores al gran premio del 8 de octubre, en el que cruzó el circuito luego de una embestida en la primera curva con su compañero de equipo y compatriota George Russell. Siete días después del incidente en Lusail, y en una medida sin precedentes, la FIA manifestó que las acciones de Lewis están bajo revisión.
El australiano Daniel Ricciardo, de vuelta a la competición con Alpha Tauri después de perderse cinco carreras por una fractura en una mano, lo calificó de “aterrador”, y el danés Kevin Magnussen, de Haas, calificó el movimiento de “ridículo”, al referirse a las multas.
Un portavoz del organismo amplió: “En vista del estatus de modelo a seguir de Lewis Hamilton, la FIA está preocupada por la impresión que sus acciones pueden haber creado en los pilotos más jóvenes”. El multicampeón hizo una lectura de eso: “No creo que me hayan señalado. Fue simplemente una mala comunicación. No creo que lo que dijeron sea lo que querían decir. Están investigando cómo abordar estas cosas en el futuro para asegurarse de que no vuelva a suceder”.
Se entiende que la FIA planea reunirse con el siete veces campeón del mundo aquí en Austin. Es poco probable que Hamilton enfrente sanciones adicionales (la FIA optó por no llevar el caso a la Corte Internacional de Apelaciones para aumentar su multa), pero en el futuro se podrían imponer castigos más severos por una infracción similar.
“El punto es importante. Cuando me senté en la oficina de los comisarios levanté las manos y reconocí que en el momento había tomado una decisión equivocada. Me disculpé de inmediato”, completó.