LA NACION
El piloto neerlandés Max Verstappen, quien ya se consagró campeón del Mundial de Fórmula 1, conquistó en la noche del sábado (madrugada de la Argentina) el Gran Premio de Las Vegas al superar en una emocionante carrera al nacido en Mónaco Charles Leclerc y al mexicano Sergio “Checo” Pérez.
El mexicano se quedó con la tercera plaza del podio tras ser adelantado por Leclerc en la última vuelta, pero se aseguró el subcampeonato en la competición, el mejor resultado en la historia para un piloto mexicano.
El camino de Verstappen en la carrera fue con obstáculos. El compañero de Pérez en Red Bull se sobrepuso a numerosas dificultades, incluida una sanción de cinco segundos que le fue impuesta por una agresiva maniobra que realizó por el interior con la que desplazó fuera del trazado a Leclerc para hacerse con el primer lugar.
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Verstappen, de 26 años pero ya tricampeón mundial, no fue el único que tuvo inconvenientes en la pista. Aunque por otras razones, el español Fernando Alonso y el finlandés Valteri Bottas también tuvieron problemas. La falta de adherencia al frío suelo influyó en el trompo que sufrió el español, bicampeón mundial en 2005 y 2006 en la primera vuelta. El finlandés Bottas, quien venía por detrás, no pudo evitar chocar al piloto ibérico. Alonso concluyó en la novena posición y Bottas en la número 17.
Ferrari desaprovechó en Las Vegas una pista de características urbanas que teóricamente le favorecía. Además de Leclerc, su otro piloto, el español Carlos Sainz, fue sexto después de partir desde la duodécima plaza por una controvertida penalización en los ensayos.
El fin de semana arrancó de forma caótica con la cancelación de los primeras pruebas del jueves debido a una alcantarilla mal sellada que provocó graves daños en el Ferrari de Sainz.
Este problema en la pista motivó que la primera noche concluyera a las cuatro de la madrugada, sin público en las gradas y con numerosos pilotos solidarizándose con el enojo de Sainz, quien además fue penalizado con 10 puestos en el lugar de salida por las modificaciones en su auto.
En la carrera Sainz también tuvo un choque, al igual que Pérez, quien apenas comenzada la competencia tuvo que pasar por boxes (en la segunda vuelta) para cambiar su alerón delantero. En la cuarta vuelta se produjo el primer abandono, del británico Lando Norris, de McLaren, quien patinó hasta estrellarse contra el muro en la curva 12 provocando la salida del auto de seguridad.
Tras la reanudación de la carrera, Alonso, Sainz y Pérez se lanzaron a remontar posiciones desde la parte trasera del grupo. El mexicano se puso como objetivo sobrepasar al siete veces campeón mundial Lewis Hamilton y aprovechó el pinchazo que sufrió el británico tras un contacto con Oscar Piastri, que lo catapultó hasta la segunda posición atrás de Leclerc, líder de nuevo por la aplicación de la sanción de Verstappen.
Pero la primera posición se le volvió a escapar rápidamente a Leclerc ante el empuje de “Checo” Pérez, quien tomó el mundo en el ecuador de la prueba.
Leclerc le volvió a adelantar pero Verstappen, recuperado de un impacto con George Russell, ya estaba a rueda del dúo y en la vuelta 38 tomó una primera posición que ya no abandonó hasta que llegó a la meta cantando por la radio el clásico “¡Viva Las Vegas!”.
La carrera del sábado fue crucial en la estrategia de la Fórmula 1 para conquistar el público estadounidense. Una serie de celebridades como Rihanna, Brad Pitt, David Beckham acudieron al evento. Justin Bieber fue el encargado de ondear la bandera a cuadros en la meta.