Formar nuevos lectores el gran compromiso, dice Arredondo en la Feria del libro de MTY
Monterrey, Nuevo León. – El crítico de rock, Eduardo Arredondo, autor que se define “políticamente incorrecto” se presentó en el marco de la Feria del Libro en Monterrey y señaló que la empresa más importante que tenemos todos, es la de formar nuevos lectores. Ante un lleno casi total, Eduardo Arredondo recordó emotivos episodios de su vida y la de su libro- La Máquina de los Impostores- haciendo alusión que para ser un periodista y crítico se rock, no se necesita de todo el dinero sino de la voluntad y una constancia implacable, es decir redactando de la mejor manera. Ayer no es como hoy indicó, refiriéndose a que el aprendizaje es continuo.
“Hay que leer los clásicos, los periódicos, preguntar, escuchar, viajar y arriesgarse. No siempre, perderás, eso te lo aseguro”.
Mencionó que siendo muy joven se acercó a la lectura, instrumento que le dio primero una inspiración y después se convirtió en un viaje personal.
El autor de La Máquina de los Impostores se presentó en la sala G en el último día de la Feria del Libro.
Dijo que su libro, La Máquina de los Impostores es un compendio de anécdotas personales y un camino que se trazó en su formación como periodista.
“Nunca fue fácil, especialmente cuando trabajas en redacciones de gente incompetente que tiene otros valores y otros principios.
Era ahí en esa redacción, como un mundo al revés, dice recordando. “Trabajé con un asaltabancos era director, Francisco Javier Pizarro, que nunca tuvo sentido común, que mandaba sin saber y como tuvo una vida difícil se comprometió a ser un lacayo de la información y aquellos ideales los tiró al retrete”. A pesar de eso, expuso el autor, “salí adelante leyendo todo lo que podía y haciendo los viajes que podía sin que me lo pagaran los periódicos en los que trabajo.
Lamentó el poco profesionalismo que hay dentro del periodismo, pareciera que es un reino de caníbales, subrayó.
La valía de la Máquina de los Impostores dijo que es el recorrido de primera mano de como el fenómeno del rock, el heavy metal se dio en la frontera.
“Era difícil de explicar cómo jóvenes indocumentados, sin pasaporte, se brincaban el muro con tal de ir a un concierto, sabiendo los peligros y retos que
implicaba”. Al final, hubo una sesión de preguntas y respuestas y fue una joven que vive en Alemania quien de pronto interrumpió la sesión para que le firmara su libro, porque en pocos minutos su avión partiría a Berlín.