Historia de Pablo Antonio López • El cambio climático se cierne sobre México en el año 2024 con la posibilidad de la formación del Fenómeno La Niña. Este evento, conocido por el enfriamiento de las aguas superficiales del océano frente a la costa tropical, podría desencadenar un aumento en las temperaturas y la sequía en ciertas áreas del país.
En la actualidad, México está experimentando los efectos del Fenómeno El Niño, que se combina con la llegada de Frentes Fríos y Tormentas Invernales. Sin embargo, se prevé que este clima frío sea gradualmente reemplazado por un calor intenso y constante con la llegada de La Niña.
Probabilidades de intensidad: de Niño a neutro y luego Niña
Los datos apuntan a una tendencia clara: El Niño está en camino hacia una fase neutra durante la primavera (marzo a mayo), con una probabilidad que se eleva del 26% al 79%. Esto podría ocurrir ya para el mes de abril, indicando un debilitamiento progresivo del fenómeno y un retorno a condiciones más estables.
Sin embargo, el panorama cambia nuevamente cuando nos adentramos en el verano de 2024. Las probabilidades de que La Niña regrese superan el 50%, con posibles indicios ya para mayo o junio. Esta tendencia se fortalecería con el paso del verano hacia el otoño, anticipando un retorno de La Niña y sus implicaciones climáticas.
Barrera de primavera y tendencia de febrero
La transición de invierno a primavera siempre presenta desafíos para los modelos meteorológicos, especialmente entre febrero y abril. Durante esta etapa, la circulación atmosférica experimenta cambios significativos, lo que puede dificultar la predicción precisa de las condiciones climáticas.
Para la segunda quincena de febrero, se espera una retirada rápida del anticiclón y su dorsal, dando paso a la corriente en chorro. Esto podría generar la formación de DANA’s y/o vaguadas polares, provocando periodos de tiempo invernal con lluvias, viento, nevadas y temperaturas muy frías, especialmente en los estados del centro-norte del país.
Primavera meteorológica: ¿más calor o lluvias?
Las proyecciones para la primavera indican condiciones más secas y calurosas de lo normal en gran parte del país, especialmente en regiones como Chihuahua, Coahuila y Guerrero, incluyendo el Valle de México. Sin embargo, existe incertidumbre en estados del noroeste y sureste, donde algunos modelos sugieren lluvias adicionales.
Esta incertidumbre se atribuye en parte a la presencia residual de El Niño, que podría mantener patrones climáticos invernales en ciertas regiones. Además, las tormentas vespertinas y las turbonadas podrían regular las temperaturas entre abril y mayo, influyendo en la percepción térmica durante la primavera.
El regreso de La Niña y sus implicaciones
Si La Niña regresa como se anticipa, su presencia podría influir en la cantidad y distribución de las lluvias durante el verano y otoño de 2024. Esto podría resultar en un aumento de la actividad ciclónica en el Atlántico, con posibles impactos en las regiones noreste, centro, oriente y sureste del país.
La presencia de La Niña también podría contribuir a la mitigación de la sequía en ciertas áreas, al tiempo que aumenta el riesgo de eventos climáticos extremos, como tormentas tropicales y huracanes. Sin embargo, la certeza de estos pronósticos dependerá de la evolución precisa del fenómeno en los próximos meses.
En conclusión, el panorama climático para el invierno y el año 2024 es incierto y sujeto a cambios, con la posibilidad de un súper El Niño seguido por el retorno de La Niña. Ante esta situación, es crucial mantenerse informado sobre los pronósticos climáticos y tomar medidas preventivas para mitigar los posibles impactos de eventos climáticos extremos.