LA NACION
Después de algunos días convulsionados en la selección de Uruguay por las declaraciones de Luis Suárez acerca de las formas que tiene Marcelo Bielsa de vincularse con los jugadores y hasta con los empleados que trabajan en el predio donde se entrena el conjunto nacional charrúa, apareció en escena Federico Valverde, una de las figuras de Real Madrid y capitán de su selección, para dar su punto de vista sobre una situación que cada día arde con más fuerza.
Tras el retiro de Suárez de la selección celeste, el delantero habló acerca de cómo fueron los días que compartió con Bielsa y en especial cómo fue la convivencia del plantel con el entrenador argentino durante la Copa América. “En el Complejo Celeste a los empleados no los dejan pasar y saludar y comer con nosotros. Se tienen que cuidar hasta por la puerta donde tienen que entrar. Me parte el alma que en el Complejo se viva así hoy día. Muchos jugadores hicieron una reunión para pedirle al entrenador que por lo menos nos dijera buen día, ni saludaba”, contó Suárez en diálogo con el programa “De Fútbol Se Habla Así”.
Además contó situaciones que vivieron en la Copa América con el técnico: “Hubo situaciones que me dolieron que no las dije por el bien de la convivencia. A Canobbio, lo banco en lo que sucedió. Muchos días lo puso a hacer ejercicios con los futbolistas que fueron como sparring. Un jugador que está entre los 26 de la Copa América no puede hacerlo partícipe como si fuese un sparring. Molesta. Es una falta de respeto absoluto”. Y agregó: “Él hace una conferencia y habla cosas maravillosas de la gente y en Nueva York hubo un día que nos pidió que no paráramos a saludar a la gente y yo me paré y le dije que a la gente la íbamos a saludar de todas maneras”.
Frente a estas declaraciones de Suárez, las consultas para los jugadores del plantel celeste resultaron inevitables y cuando fue el turno de Federico Valverde de hablar, el volante de Real Madrid y uno de los capitanes de la selección charrúa sorprendió con sus respuestas: “Al final hay cosas que sí son verdad, no hay que desmentir nada, en esto siempre hay que ser sinceros. Pero también es verdad que los problemas hay que hablarlos entre el equipo y hablarlo con la persona con la que hay que hablar”.
Más allá de estas declaraciones que encendieron más el tema, Valverde expresó: “Hay que seguir para adelante. Tenemos que ir con la ilusión y el orgullo de vestir la camiseta de la selección y pensar en ganar y darle lo mejor al país”.
La repercusión de las expresiones de Luis Suárez llevaron a que la Asociación Uruguaya de Fútbol designara a un grupo de futbolistas para brindar declaraciones al momento de llegar a Montevideo para la preparación de los encuentros por las eliminatorias ante Perú, en Lima, y frente a Ecuador en Montevideo. “Cinco jugadores atenderán a la prensa al llegar al aeropuerto de Carrasco. En caso de confirmarse su convocatoria serían: Nahitan Nandez, Sergio Rochet, José María Giménez, Nicolás De La Cruz y Federico Valverde. El resto de los convocados no hablarán. Personal del equipo de comunicaciones de AUF organizará la atención y no atención”, comunicó la AUF.
Además, añadieron: “Los cinco harán atenciones cortas y luego se dirigirán al Complejo Celeste para presentarse a entrenar”.
Todo lo que Suárez dijo sobre Bielsa
- “La relación con Bielsa era sólo profesional. La primera charla que tengo con él fue el 6 de junio, antes de reintegrarme al plantel de la Copa América; esa fue la primera conversación que tuve con él en lo personal. En la convocatoria de noviembre (pasado), había sido mediante un llamado a través del profe, y después hubo un diálogo en un entrenamiento sobre una presión que yo estaba haciendo, y una conversación que tuvimos en la Bombonera durante el entretiempo [contra Argentina], por una situación que pasó con Darwin (Núñez). Ese fue el único diálogo que había tenido con él hasta que me convocó para la Copa América”.
- “No (hablé con él), porque ya conocía la situación y sabiendo de que él tampoco -es algo sabido en el fútbol y todos sabemos que- es de no lidiar mucho con los supuestos líderes o jugadores con experiencia, porque no le gusta. Preferí evitar todo eso, porque estaba la selección por encima y no quería meterme en ese momento, que yo estaba dentro de la selección, ser partícipe de un problema. Pero sí surgieron algunas cosas que a él no se las dije, las daba a entender, y parecía que era preferible callarme para evitar un roce, porque hubieron algunas situaciones en la Copa América que duelen, que a mí me dolieron mucho las situaciones que pasaron, y había que callar por respeto a la selección en ese momento”.
- “Hablé con los compañeros. Fui como capitán a hablar con él, le quería explicar que estamos todos en el mismo barco, que aún no empezó la Copa América. Voy a una conversación con él, me siento enfrente, le hablo cinco minutos, mirándolo a la cara, diciéndole que los jugadores estábamos con él, que íbamos a respetar sus decisiones que tomara, todo lo que iba a ser la convivencia. Y me miró y dijo ‘muchas gracias, Luis’. Me levanté y me fui. No me contestó nada a los 5 minutos que le estuve hablando, y me quedé ahí, esperando una respuesta. Y no tuve ninguna respuesta”.
- Sobre un incidente con Agustín Canobbio: “Hay un malentendido, no fue de alcanzapelotas que lo puso, sino que había tres sparrings, que habían ido chicos de la Sub 20, y a Agus lo puso en la parte de los sparrings a dar pases, y lo puso a él a hacer esos pases, y a los sparrings a hacer los movimientos que tienen que hacer los jugadores. Y a un jugador que está entre los 26 de la Copa América, no le podés dar a entender o hacerlo partícipe como si fuera un sparring. Es algo que molesta. Lo voy a bancar a Agus en esa, porque es entendible, y bastante se contuvo, es normal que llegara a esa situación (…) Muchos jugadores hicieron una reunión para pedirle al entrenador que por lo menos nos dijera buen día. Ni saludaba”.
- “En una conferencia habló del pueblo, de la gente, de la hinchada, que jugamos para la gente. Pero un día estamos llegando a Nueva York a las 9 de la noche, había gente en la puerta del hotel, unas 300 o 400 personas esperándonos cuatro o cinco horas. Y el profe antes de bajar del ómnibus, nos avisa: muchachos, dice Marcelo que no paren con la gente, que sigan derecho. Yo, como capitán, me paro en el fondo y le digo: ¿cómo profe? Yo les paso lo que dice el entrenador, me responde. Como capitán, por respeto a la gente, paramos todos. y ahí estuvimos 15 o 20 minutos con la gente. Al otro día tenemos una charla que el entrenador dice, el uruguayo es esto, que compite, y que juega por la gente, y ahí nos miramos todos. Cómo, si ayer nos pediste que estuviéramos con ellos. A veces es fácil hablar, y que la gente escuche lo que quiere escuchar, pero a veces no es verdad esa historia y eso me duele mucho”.
- “Los jugadores van a llegar a un límite, van a explotar. En la Copa América hubo compañeros que se plantearon pensar que después de la Copa América no juegan más. Después vas porque querés a tu país y morimos por representar a nuestro país (…) Todo se perdió en el complejo. Hay cosas que me llaman mucho la atención. Estábamos cenando o merendando y veías televisión prendida por todos lados, hoy está todo apagado, en silencio, te preguntás dónde estoy entrando”.
- ““Irme con el cariño que me fui, con el cariño de la gente, eso me deja más tranquilo. No quería irme como les tocó irse a otros compañeros, que es una lástima. Tuve la suerte, el privilegio de irme así, con mi gente, con mis hijos, con mi familia, la gente que me apoyó en todo este tiempo, y extrañando un poco, pero también disfrutando de esta etapa”. Y amplió: “No había convivido con Bielsa. Matías (Vecino) se fue con 29 años. Él la vio a tiempo. Sin saber el sentimiento de él, la vi venir por ese lado. Que un jugador con 29 años tome esa decisión es porque llegó al límite de sentirse ninguneado, que lo menospreciaron. Que no sorprenda que haya más casos. Hay que poner un límite. Después la gente se la va a agarrar con los jugadores, que no quieren venir a la selección. Y no es por los jugadores”.