Figuras de la Época de Oro del Cine no supieron administrar sus bienes
Durante la Época dorada del Cine Mexicano, la mayoría de las estrellas ganaron enormes cantidades de dinero gracias a su trabajo. Fueron varios los que amasaron grandes fortunas, las cuales prácticamente les daban seguridad económica para toda su vida, y no solo para ellos, sino también para sus descendientes.
Pero como en el mundo del espectáculo no todo es color de rosa, los excesos están a la orden del día, y cuando los actores se dejan deslumbrar por los lujos que gozan en su profesión, hay algunos que se vuelven descuidados y gastan a manos llenas sin preocuparse por el mañana, pensando que siempre les irá bien en el trabajo, pero cuando no es así, su vida de ensueño se convierte en una verdadera tragedia.
Los bienes acumulados por algunos artistas de la Época de Oro del Cine Mexicano, sólo les duraron un tiempo. Germán Valdés, «La Vitola» o Fernando Soto fueron algunas de las celebridades que quisieron comerse el mundo de un bocado y se llenaron de viajes y glamour, hasta quedarse con los bolsillos vacíos y murieron en la pobreza.
Germán Valdés «Tin Tan» fue un actor sumamente rentable en el cine, casi al nivel de Pedro Infante; sin embargo, debido a varios problemas legales, deudas y préstamos, no pudo acumular riqueza. A lo largo de su carrera participó en 102 películas, pero derrochó casi todo el dinero que ganó. En los años 60, eran frecuentes las notas en las que se decía que buscaba financiamiento para sus películas, además de que adquiría deudas que luego no pagaba y terminaban en juicio.
Debido a sus problemas financieros le embargaron una finca en San Ángel, así como un terreno en Acapulco. Por si fuera poco, en 1969 estuvo cinco horas en la cárcel por girar un cheque sin fondos.
Fanny Kauffman «La Vitola» ganó una enorme fama dentro del cine mexicano; era la reina del humor blanco y junto a Germán Valdés «Tin Tan» marcó una de las páginas más entrañables del espectáculo nacional. En total filmó 39 películas, las cuales le dejaron una jugosa fortuna y una fama que traspasó fronteras.
Sin embargo, los fantasmas de las adicciones no tardaron en aparecer. Fanny tenía una afición enfermiza con el póker, lo que la hizo perder mucho de lo que ganó como artista, entre ello, dos casas y más de 100 centenarios. Además, se retiró del medio artístico a los 72 años de edad, pues decía que estaba cansada y que el público ya no se divertía con ella como antes.
Fernando Soto «Mantequilla», actor de la Época de Oro del cine mexicano, pasó sus últimos días enfermo de diabetes y añorando sus días de gloria sobre los escenarios. Trabajó en más de 200 películas, en la mayoría fue el fiel compañero de Pedro Infante; sin embargo, su debut en el cine fue al lado de Mario Moreno «Cantinflas».
«Mantequilla» vivía entre carpas, teatros y sets de filmación, así que mientras tuvo salud jamás le faltó trabajo. A este actor le apasionaban el juego y el amor, por lo que le gustaba pasarla bien, pero nunca puso empeño en atesorar sus bienes.
Sus compañeros decían que era muy «desprendido» y algunos se ofrecieron a ayudarle a administrar sus ganancias, pero él se negó. Cuando enfermó de diabetes y el dinero comenzó a faltar, sus amigos organizaban comidas para recaudar fondos y entregárselo al actor. Cuando murió, su familia no tenía ni dinero para sepultarlo.
Sus rasgos caucásicos delataban a Wolf Ruvinskis, había nacido en Lituania, pero el éxito lo conoció en México. Su infancia estuvo marcada por la pobreza y el miedo a no tener qué comer, pero encontró una salida a su futuro incierto: el deporte. Debutó en la lucha libre y no tardó en aparecer en cintas al lado de «Cantinflas» o «Tin-Tan». Gracias a lo que ganó en el cine, pudo abrir una cadena de restaurantes y una casa de cambio al sur de la ciudad.
Sin embargo, a pesar de la gran fortuna que atesoró durante sus años de trabajo, no le fue bien económicamente en los últimos años de su vida. A su última esposa e hijos, solo les heredó una casa y algunas acciones que estaban en embargo preventivo por problemas fiscales.
Armando Soto La Marin, mejor conocido como «El Chicote», fue muy famoso durante la Época de Oro del cine mexicano. Actuó al lado de artistas como Jorge Negrete, lo que hizo crecer aún más su fama. Durante su carrera le sobraron las buenas ofertas de trabajo, pero desde que aumentó su fama, el actor se hizo más exigente con los directores que lo contrataban.
Con la fama y el dinero que tenía, comenzó a derrochar a manos llenas, incluso su comportamiento cambió, pues se dice que siempre estaba armado y que comenzó a beber durante las filmaciones. Pero todo en la vida se acaba y eso fue lo que pasó con la fortuna de Armando Soto.
Sus gastos desenfrenados lo llevaron a la ruina y tuvo que recurrir a sus amigos para salir de esta penosa situación, pero ellos no pudieron hacer mucho. Es por ello que «El Chicote» pasó sus últimos días viviendo prácticamente al día.
Ana Bertha Lepe poseía una envidiable belleza, por lo que era muy solicitada para trabajar en cine, teatro y televisión. Durante sus tiempos de fama, ganó lo que quiso y los productores le tenían reservado un lugar muy especial a la altura de las grandes estrellas de cine. Recibió ofertas para alternar con los galanes del momento y tenía excelentes ganancias por cada contrato que firmaba. Disfrutó de su dinero con una vida llena de lujos, autos, joyas y los mejores vestidos. Pero las riquezas se terminaron debido a una mala administración de sus bienes.