POR: MAXIMILIANO CARRANZA
En las últimas semanas hemos leído de ciudades alrededor del mundo que alcanzan sus máximos históricos de temperatura, comunidades que tienen sus días de agua contados, sequías e incendios forestales incontrolables. Esta vez, es momento —si no era momento desde hace 20 años— de platicar con más seriedad sobre el calentamiento global y el efecto invernadero que estamos creando en la Tierra.
Imagínate la situación ambiental de nuestro planeta como una fila de fichas de dominó. Si una ‘ficha’cae, impulsada tal vez por la desaparición del Amazonas o el deshielo entero de alguna zona polar, será casi imposible detener la caída de la siguiente; reflejada, por ejemplo, en 1ºC arriba a la temperatura global o unos metros más al nivel del mar.
Si fallamos en este delicado balance de ‘fichitas’, la Tierra como la conocemos entraría en un “camino irreversible” de destrucción natural.
¿Suena trágico? Sí ¿Es real? De acuerdo a los científicos de Centro de Resiliencia de Estocolmo, esta situación es muy factible.
En su estudio presentado en el diario de Procedimientos de la Academia Nacional de las Ciencias, los investigadores suecos admiten que existe la posibilidad de que suceda algo trágico: aunque nos volvamos ciudadanos mundiales ejemplares y reduzcamos nuestras emisiones de CO2, el calentamiento global pudo haber pasado el punto de no-retorno. Según su pronóstico, ya empezamos a ver las primeras fichas de dominó tambalearse.
“Esta cascada de eventos podría inclinar a la Tierra a un nuevo sistema de operación”, decía el profesor Johan Rockstrom, director ejecutivo del centro de investigaciones que presentó el estudio.
Actualmente, las temperaturas globales están, en promedio, un grado centígrado arriba de lo que estábamos antes de las épocas industriales. Si los cálculos de los investigadores suecos son correctos, el planeta se estabilizará en 4 o 5 grados arriba de lo que estamos y el nivel del mar podría estar 60 metros más alto de lo que vemos hoy.
Para calcularle: en los últimos 1.2 millones de años, la Tierra nunca había estado tan caliente.
¿Quieren una noticia que mejora un poco la situación? Algunos otros científicos entrevistados por The Independent dicen que los estudiosos suecos se pasaron de extremistas y que su estudio es demasiado especulativo. Peeeeeero… admitieron que es un evento posible.
¿Y qué podemos hacer?
Esta es la parte importante. De poco sirve un estudio que funciona como escuchar campanadas en la calle que anuncian el fin del mundo. Por eso, los autores del estudio presentan algunas posibles soluciones, después de todo, “los seres humanos estamos impactando el sistema de la Tierra a nivel mundial. Esto significa que nosotros, como comunidad global, también podemos gestionar nuestra relación con el sistema para influir en las futuras condiciones del planeta”.
De acuerdo al estudio, vamos a tener que dejar de quemar combustibles fósiles a más tardar en el 2050.
También, vamos a tener que dedicarle un buen tiempo a plantar árboles y proteger los bosques que todavía nos quedan. A eso, súmenle que los hámsters mentales tendrán mucha chamba buscando maneras de bloquear los rayos del sol y desarrollar máquinas que saquen el carbono de nuestra atmósfera.
¿Y ahora?
Tal vez, los científicos suecos tienen menos puntería que el Brujo Mayor. Sin embargo, no podemos dejar el futuro de nuestro planeta en el azar o en la pequeña posibilidad de que la esperanza, por sí sola, “permita a la humanidad conducir al planeta a un ‘estado intermedio’”.