El masaje metamórfico, también conocido como técnica metamórfica, es un tipo de masaje suave parecido al masaje linfático que se realiza en pies, manos y cabeza. Sirve para trabajar un problema o un bloqueo de energía que se generó al nacer y que puede dar lugar a unos patrones de conducta que se repiten durante toda la vida.
Metamorfosis significa transformación y la aplicación de esta técnica permite recuperar la energía vital que fue generada en el período de gestación, favoreciendo el potencial de auto-curación de cada uno y proporcionando un estado de relajación y bienestar que induce al equilibrio.
Es importante resaltar que nuestra salud no sólo es dictada por la ausencia de dolor corporal sino por la capacidad de vivir en armonía. Y este masaje contribuye a mejorar nuestra salud porque, podríamos decir que se produce una “metamorfosis” de la persona, un nuevo comienzo.
A pesar de haber sido descubierta hace más de 50 años, esta técnica sigue siendo una gran desconocida aunque sus efectos son importantes y por ello merece que te cuente su historia pero antes, tengo que hablarte de la reflexología, porque de ahí partió todo.
Reflexología, el punto de partida
Las antiguas civilizaciones, egipcia y china entre otras, sabían que el cuerpo enfermaba a causa de nuestros pensamientos. La reflexología es una terapia portadora de este principio ya que forma parte de la medicina china.
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Para los chinos, el cuerpo es un gran campo energético, cuya energía, llamada ki, se difunde armoniosamente por todo el cuerpo a través de unos canales energéticos llamados meridianos. En acupuntura se trabaja con ellos para regular este flujo de energía. Cuando se crea un desequilibrio en una parte del cuerpo, por acumulación o falta de energía, aparece la enfermedad.
Pero volvamos a la reflexología y veamos brevemente qué es, porque de ella nació la Técnica metamórfica. La reflexología es una terapia manual basada en la existencia de zonas reflejas en los pies que representan todos los órganos y partes del cuerpo, los cuales pueden tratarse mediante la presión o el masaje de estos puntos. El cuerpo entero está representado por los pies: la cabeza está representada en el dedo gordo del pie y la columna vertebral por el lado interior del pie. Como dice un proverbio chino: «La sonrisa viene de los pies.»
Historia del masaje metamórfico
Fue durante la década de los 60, cuando el naturópata y reflexólogo británico Robert St. John, comenzando con la reflexología del pie, investigó y creó su propia técnica que denominó técnica metamórfica, un masaje que combina cuerpo y mente. Robert trabajó en la teoría que «si la mente tiene el poder de lograr que enfermemos, también puede curarnos».
En realidad el Dr. Robert buscaba la forma de poder ayudar a personas con síndrome de Down y autismo pero descubrió un método válido y aconsejable para cualquier persona que quisiera mejorar su estado de salud.
A través de la reflexología fue desarrollando un mapa emocional cuya principales zonas eran:
- zona del padre (dedo gordo del pie), que conicidía con la concepción.
- zona de la madre (en el tobillo) que coincidía con el nacimiento.
El padre representa nuestro guía, nos infunde entusiasmo y confianza para ir con seguridad por la vida y la zona del dedo gordo del pie es donde aparecen los conflictos con el principio paterno. El masaje en esta zona permite limpiar todos los miedos y tensiones con el padre.
La madre es la que nos cuida, alimenta y nos ayuda a cubrir nuestras necesidades básicas. El principio materno se corresponde con la zona del talón que es la parte del cuerpo que más carga soporta por lo que es importante que sea liberada de tensiones.
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Las novedosas investigaciones de este naturópata británico permitieron descubrir que los nueve meses de gestación que pasamos en el vientre de nuestra madre están localizados en varios puntos en el lateral del pie, cuya zona refleja corresponde a la columna vertebral. Y existe una relación estrecha entre este mapa con el esquema prenatal, que incluye el período que va desde la concepción hasta el nacimiento. Por eso, al principio la denominó Técnica de la Terapia Prenatal.
¿En qué consiste la Técnica de la Terapia Prenatal?
La técnica metamórfica consiste en un masaje suave, nada invasivo, que sirve para desbloquear las emociones y todo cuanto sucedió y pudo habernos afectado, aunque sin saberlo, durante el proceso de gestación, en él que se forjaron, entre otros, los patrones de comportamiento.
Lo que distingue esta técnica de otras es que no se necesita un conocimiento anatómico y tampoco se necesita necesariamente que la persona sepa los acontecimientos que pudieron afectar durante su gestación ya que al trabajar con la mente subconsciente, estos acontecimientos salen a la luz y son sanados. En ningún caso, esta técnica suplirá la atención de un especialista en medicina cuando sea necesario, pero sí, será de gran apoyo y veremos ahora el por qué.
La importancia del periodo de gestación
Desde la concepción hasta el nacimiento, recibimos mucha información o patrones que se instalan en nostros e influyen en el resto de nuestra vida. Almacenamos, por un lado, los factores genéticos heredados por nuestros padres y, por otro lado, los factores inmateriales que marcan nuestra genética personal y que provienen del cosmos, del ambiente en el que vivimos y de la época en que nacemos.
Cualquier estímulo durante el embarazo puede afectar al feto en su salud física o emocional. Por ejemplo, mucho influye en nuestra vida, si fuimos hijos deseados, si el parto fue natural o inducido, si hubo complicaciones en el embarazo y los estados emocionales sobre todo de la madre durante el periodo de gestación. Todo estos factores pueden producir posteriormente una serie de disfunciones en el niño, estableciéndose patrones de conducta que pueden persistir durante toda la vida.
Vivimos infinidades de experiencias en el útero materno y por ello la experiencia fetal es muy importante. La energía de la que hablabamos antes, puede bloquearse por acontecimientos del pasado y esto nos impide seguir adelante.
Beneficios de la técnica metamórfica
La técnica metamórfica permite que la persona transforme sus patrones emocionales, mentales y de comportamiento. Es una herramienta que ayuda a las personas a curarse, soltando las limitaciones del pasado, permitiendo sentirse libres de condicionamientos para continuar con sus vidas.
Los pacientes que reciben una sesión suelen reportar muchos cambios en su vida: relaciones más estables, y sobre todo, más confianza en su futuro y en sí mismo.
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Cómo se realiza un masaje metámorfico
El masaje metamórfico se realiza estando el paciente descalzo, sentado o tumbado, en un entorno tranquilo y relajante, acompañado de una suave música, incienso o velas. Para realizar el masaje se pueden utilizar aceites esenciales, pero antes, habremos preparado el pie limpiándolo con toallitas húmedas o con una toalla previamente calentada al vapor que ayudará mediante el calor a relajar el pie.
En la práctica, el terapeuta usa un ligero masaje o un toque suave con los dedos en el lado interior del pie del paciente, comenzando desde el dedo gordo, justo en la esquina de la uña, hasta el talón; primero se trabaja con el pie derecho, luego se trabaja con en el otro pie de la misma manera y finalmente se pasa a las manos y a la cabeza.
En este recorrido se estimulan:
- la glándula pineal y
- la glándula pituitaria.
La sesión suele durar aproximadamente una hora, con una frecuencia entre cada tratamiento de una vez por semana. En el caso de niños o ancianos se reducen los tiempos. El tratamiento completo varía en función para cada caso particular.
Es importante recalcar que durante las sesiones el terapeuta no interpreta ni hace diagnóstico, ya que éste es sólo un catalizador. Como ya hemos comentado, el masaje metamórfico no requiere conocer los síntomas o la enfermedad y, por lo tanto, no hay necesidad de hacer ninguna historia clínica.
Gracias al poder sanador que radica en cada uno de nosotros y a la ayuda de un buen terapeuta que nos acompañe, lograremos que la energía fluya libremente, transformando los patrones que hemos ido adoptando a lo largo de nuestra vida.
Fuentes
– Masaje metamórfico de Miguel Ángel Qirón, edición 1996.
– Reflexología de Doreen E. Bayly, editorial EDAF 1984.
– Reflexoterapia de Denis Lamboley, editorial RBA 2007.
– Guía Práctica de la Técnica Metamórfica de María del Carmen Boira, editorial Indigo 2009.