Entre vasos de cerveza y espontáneos, la Final de la Liga de Campeones de Concacaf se vio machada por la reacción de la afición mexicana, la cual no controló la frustración de la derrota ante Estados Unidos.© Editorial Medio Tiempo Los jugadores de Estados Unidos fueron agredidos. (Foto: Mexsport)
Entre vasos de cerveza y espontáneos, la Final de la Liga de Campeones de Concacaf se vio machada por la reacción de la afición mexicana, la cual no controló la frustración de la derrota ante Estados Unidos.© Editorial Medio Tiempo Los jugadores de Estados Unidos fueron agredidos. (Foto: Mexsport)
Entre vasos de cerveza y espontáneos, la Final de la Liga de Campeones de Concacaf se vio machada por la reacción de la afición mexicana, la cual no controló la frustración de la derrota ante Estados Unidos.© Editorial Medio Tiempo Los jugadores de Estados Unidos fueron agredidos. (Foto: Mexsport)
Entre vasos de cerveza y espontáneos, la Final de la Liga de Campeones de Concacaf se vio machada por la reacción de la afición mexicana, la cual no controló la frustración de la derrota ante Estados Unidos.© Editorial Medio Tiempo Los jugadores de Estados Unidos fueron agredidos. (Foto: Mexsport)
Los seguidores tricolores que acudieron al encuentro arrojaron múltiples objetos a los jugadores estadounidenses, muy especialmente después del gol de Christian Pulisic que significó el 3-2, aunque a lo largo del partido anduvieron muy inquietos.Durante el primer tiempo se observó que vasos de cerveza fueron lanzados al rival de la selección mexicana, pero conforme avanzó el cotejo también la frustración se fue en contra del equipo del Tata Martino.Para sellar con broche de oro, algunos aficionados se metieron al campo de juego, mientras que la lluvia de objetos continuó en los minutos finales cuando Andrés Guardado buscó pelea y originó múltiples empujones.
Otra vez el grito
La afición mexicana en Estados Unidos sigue sin entender que no debe emitir el grito homofóbico en los estadios y en la Final de la Liga de las Naciones ante Estados Unidos en Denver, Colorado, se escuchó y el partido se tuvo que detener por unos minutos sobre el final del encuentro.