POR: MAXIMILIANO CARRANZA
En 2013, un joven de Texas —¡qué raro!—, llamado Cody Wilson, diseñó la pistola “The Liberator”, un modelo de arma que se fabrica utilizando una impresora 3-D. En esta semana, Wilson y su Liberator ganaron una batalla legal contra el gobierno de Estados Unidos y a partir de agosto próximo cualquiera podrá descargar los planos e imprimir su propia pistola.
La histórica demanda que ganó Wilson, a través de su compañía Defense Distributed, marca un histórico precedente sobre la discusión de armas en Estados Unidos y particularmente la Segunda Enmienda de su Constitución.
Esta semana, después de tres años en los juzgados, Defense Distributed ganó el derecho de divulgar y comercializar su pistola imprimible. Además, el gobierno gabacho tendrá que pagar todos los gastos legales. “Es gratificante”, decía Cody Wilson mientras agregaba que la cultura de armas en Estados Unidos es un “salto garantizado y seguro” a la modernidad.
En 2015, cuando empezó la demanda, el gobierno había pedido que retiraran todos los planos y guías hacia las pistolas 3-D de su sitio web. Las autoridades acusaban que cualquiera pudiera descargar The Liberator violaba las Regulaciones Internacionales de Tráfico de Armas. Sin embargo, Wilson se defendía diciendo que “too little, too late” o sea, que para cuando los quisieron prohibir, los diseños ya habían sido descargados más de 100 mil veces.
Defense Distributed anunció “el comienzo de la era de armas descargables”.
Para el fundador de una asociación pro-armas que siguió de cerca el caso, esta decisión legal fue una victoria para la libertad de expresión y “un devastador golpe a los intentos de prohibir las armas”.
Mientras tanto, los críticos de la medida están bastante preocupados: argumentan que aumentarán las armas no registradas y el gobierno perderá el control. Además, critican que el material de impresión 3-D no se vería en un detector de metales y The Liberator será una sencilla manera de portar armas ocultas.
Para sus creadores, el arma imprimible “es una simple curiosidad”.