Por: José Luis Jaramillo Vela
Estos vastos territorios y de enorme riqueza natural, eran los dominios de tribus Ópatas, Tarahumara, Yaquis, Seris, Mayos, Yoremes, Zuaques, Mochicahui, Cahítas, Tahues, Xiximes, Totórames, Guasaves y otras tantas tribus que habitaban estas tierras. En 1531 los exploradores y militares Nuño Beltrán de Guzmán y Cristóbal de Oñate ya se habían establecido en las márgenes del Río Guadiana (justo donde después se fundaría Durango) y hacían exploraciones en los bosques aledaños, adentrándose cada vez más en las escarpadas serranías que terminan bajando hacia la costa del pacifico; de manera simultánea, Álvar Núñez Cabeza de Vaca (cuya misión original era conquistar la Florida, pero naufragó en las costas de dicha península, fundando la que hoy es la ciudad de Tampa Bay; se desplazó bordeando la costa hacia Galveston, ahí recibe la orden de desplazarse hacia los territorios del norte de la Nueva España), en donde descubriría los territorios de lo que hoy es el estado de Chihuahua, Nuevo México y Arizona, y se adentraba en la Sierra Tarahumara, desde donde envía información al Virrey Antonio de Mendoza y Pacheco de que existían dos lugares maravillosos llamados Cibolá y Quivirá (lugares que hasta la fecha no se han encontrado), en donde según informa Cabeza de Vaca abunda el oro; esto de inmediato despertó la codicia de todos, principalmente de Nuño Beltrán de Guzmán, quién sostenía una reconocida enemistad con su jefe superior Hernán Cortés; Nuño Beltrán de Guzmán baja hasta la costa del Océano Pacífico y funda un poblado al que llamó Villa de San Miguel de Colhuacán (hoy Culiacán) y por órdenes de Hernán Cortés, se lanza a la búsqueda de las ciudades
de oro de Cibolá y Quivirá, descritas por Cabeza de Vaca; Beltrán de Guzmán, muy a su pesar se ve obligado a informarle a Hernán Cortés que no se localizaron dichos lugares.
Ya para entonces, Cortés y el Virrey de Mendoza se preguntan si Cabeza de Vaca les mintió, o se quedó con los tesoros u ocultó la ubicación para quedarse con las riquezas, o si se repartió con Nuño Beltrán; por lo que Cortés decide, con la autorización del Rey Carlos I y del Virrey de Mendoza, enviar dos expediciones para averiguar qué pasa realmente; la primera expedición naufragó frente a las costas de Mazatlán; la segunda expedición llegó a Topolobampo, donde no pudieron desembarcar y al llegar al Estero de Agiabampo, fueron masacrados por los indios Yaquis; entonces Cortés decide ir personalmente a explorar la región, llegando hasta la parte norte de Sonora, donde fundó Arizpe, rodeando lo que hoy es el Mar de Cortés y llegando hasta un punto donde fundó la Bahía de Santa Cruz (hoy La Paz, B.C.S.) ; al territorio se le llamó «Intendencia de Arizpe» , con capital precisamente en Arizpe, quedando bajo la jurisdicción de la provincia de la Nueva Galicia. Por los méritos obtenidos de su expedición y por haber descubierto y anexado Baja California a la Corona Española, Hernán Cortés es nombrado Comandante General de las Armas del Virreinato de la Nueva España, apenas por debajo del poder del Virrey; Nuño Beltrán de Guzmán fué nombrado Presidente de la Audiencia y Gobernador de la Nueva Galicia con sede en Guadalajara; Álvar Núñez Cabeza de Vaca al no poder explicarle de manera satisfactoria a la Corona Española que fué lo que pasó, o porqué informó que había descubierto las ciudades de oro, fué enviado al Paraguay, donde realizó importantes conquistas, pero también tuvo problemas y fue acusado de deslealtad a la Corona; fué hecho prisionero y puesto a disposición del Rey.
La Intendencia de Arizpe administrativamente se conformó de cinco Distritos: Arizpe, Horcasitas, El Fuerte, Culiacán y San Sebastián, cada uno dividido en tres Partidos. Esta es a grandes rasgos la historia de cómo se conformó la Intendencia Arizpe, que permaneció así hasta el México Independiente, aquí la historia toma otro giro e intervienen otros personajes que van a ser decisivos en la división de este territorio. En 1821, al obtener México su independencia de la Corona Española, la Intendencia Arizpe cambia de nombre y el nuevo gobierno del México Independiente la nombra «Estado de Occidente», pero ahí se encontraba la poderosa familia Almada, asentada en Álamos, con fuertes intereses económicos en toda la parte norte de la Intendencia Arizpe, mismos que se trataron de expandir hacia el cercano estado de Chihuahua, donde la ultra poderosa familia Terrazas se los impidió; éste poderoso grupo de los Almada de Álamos comenzó una batalla por separar el Estado de Occidente y que cada región, Sonora y Sinaloa fueran independientes, para ello argumentaban varios y muy simplones motivos: sostenían la incompatibilidad entre ambas provincias, decían que hasta los climas eran muy diferentes, los «genios y costumbres» de los habitantes eran diferentes, los productos del campo y actividades agrícolas también lo eran ; incluso sostenían que lo que beneficiaba a unos perjudicaba a otros. Lo que realmente querían los Almada era tener el control político y económico de Sonora que era donde tenían su imperio; deshacerse de la parte de Sinaloa, donde no les interesaba mucho y terminar por llevar la Capital de Sonora a su pueblo de Álamos.
Para ello, la familia Almada, a base de dinero entraron en contubernio con distintas autoridades y personajes; primero sedujeron a los hermanos Diego y Alejo García Conde, ambos habían sido gobernadores de la Nueva Vizcaya y sabían los tejes y manejes de la política en altos niveles, además conocían gente tanto en la cúpula del nuevo gobierno independiente como del anterior gobierno virreinal y por si fuera poco, tenían intereses y todavía control en ciertos asuntos en Chihuahua y Durango, por lo que a base de dinero de los Almada, los hermanos García Conde convencieron a Pedro Celestino Negrete, para que a su vez, convenciera a Agustín de Iturbide de separar ambos territorios, cosa que no les funcionó, debido a que el Imperio de Iturbide duró apenas un año y no les dio el tiempo necesario; después vino el gobierno interino del Triunvirato en donde Celestino Negrete formó parte junto con Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo, tampoco pudieron hacer nada porque se convocaron a elecciones, ganando Guadalupe Victoria, en cuyo gobierno ni siquiera incluyó a Pedro Celestino Negrete, aquí los Almada perdieron su tiempo y su dinero, Negrete no pudo hacer nada.
Luego, por medio del mismo Pedro Celestino Negrete trataron de llegar al vice presidente Nicolás Bravo, quien no les hizo caso ya que Bravo le era completamente leal al Presidente Guadalupe Victoria; el que si les hizo caso a los Almada fué el Ministro de Relaciones Exteriores, de nombre Lucas Ignacio José Joaquín Pedro de Alcántara Juan Bautista Francisco de Paula Alamán y Escalada, mejor conocido como Lucas Alamán, quien comenzó a cabildear a favor de los Almada con ciertos diputados del Congreso, con el fin de que por la vía legislativa separaran a Sonora y Sinaloa; por supuesto que ésta trama llegó a oídos del Presidente Guadalupe Victoria, ocasionando la destitución del Ministro Lucas Alamán. El Presidente Victoria, asesta un duro golpe para los Almada: el Congreso reafirmó la permanencia del Estado de Occidente y la Capital que estaba en Arizpe, fue trasladada a El Fuerte; con ésto a los Almada les quedó muy claro que mientras estuviera Guadalupe Victoria como presidente, no iban a poder con sus planes de separar a Sonora y Sinaloa. Una vez que concluye el término Constitucional de Guadalupe Victoria como presidente, se forma otro Triunvirato interino, integrado por Lucas Alamán (comprado por los Almada), Luis Quintanar y Pedro Vélez; éste Triunvirato convoca a elecciones donde resulta triunfador el Presidente Anastasio Bustamante, nombrando a Lucas Alamán como Ministro de Relaciones Exteriores; como una muestra del poder de corrupción de la familia Almada, el 13 de Octubre de 1830, el Presidente Anastasio Bustamante y el Ministro de Relaciones Exteriores, Lucas Alamán expiden el decreto mediante el cual se divide el Estado de Occidente y se forman los actuales Estados de Sonora y Sinaloa; cinco días después, el 18 de Octubre de 1830 el Congreso Federal aprueba oficialmente la desaparición del Estado de Occidente para convertirse en los nuevos Estados de Sonora y Sinaloa.
Finalmente, el 13 de marzo de 1831 se promulga la primera Constitución Política del Estado de Sonora y el 12 de diciembre de 1831 se promulga la primera Constitución Política del Estado de Sinaloa. Así, de esta manera, en base a intereses familiares y económicos, se conformaron estos dos grandes Estados de la República Mexicana.
José Luis Jaramillo Vela
Fuentes Bibliográficas :
• elsoldehermosillo.com
• bibliotecadigital.ilce
• wikisinaloa.org
• sceh.mx
• Wikipedia
• debe.rha.es
• Redalyc.org
• inafed.gob.mx
• relatosehistorias.mx