LA NACION
Un caso insólito generó un escándalo internacional en París 2024, donde Favour Ofili, la mejor velocista nigeriana del momento, no podrá competir en los 100m llanos porque no fue inscripta en tiempo y forma. La bomba de tiempo explotó este martes cuando la atleta expresó su malestar mediante un posteo realizado en sus cuentas oficiales de Twitter e Instagram: “Con gran pesar, acabo de ser informada de que no competiré en los 100 metros en estos Juegos Olímpicos. Me clasifiqué, pero la AFN y el NOC (Comité Olímpico de Nigeria) no me inscribieron. Trabajé duro cuatro años para ganarme esta oportunidad. ¿Para qué?”.
Su enojo fue más allá y apuntó a la dirigencia: “Si los responsables no son castigados por quitarme esta oportunidad, ninguna organización podrá ser confiable en el futuro. La próxima competencia son los 200 metros. Espero que me inscriban”.
Si las cosas hubieran sido diferentes, Ofili debería empezar a competir este viernes. Sin embargo, recién podrá presentarse en la pista el domingo. De todas maneras, la cosa no quedó ahí. Porque este miércoles salieron a contradecirla y a plantear otro escenario.
Deji Ogeyingbo, gerente de Making of Champions (empresa encargada del scouting y el desarrollo de atletas en África), subió una imagen a su cuenta personal de Twitter con la lista oficial emitida al NOC y firmada por el Director Técnico de la Federación de Atletismo de Nigeria, Samuel Onikeku, en cuanto a los deportistas que tienen posibilidad de competir en la cita. En ese papel se observa el nombre de Ofili inscripto en los 100, 200 y 4×100 metros. “Hagan con esta información lo que quieran”, escribió en la publicación.
En este contexto, Onikeku declaró en el portal TV360 Nigeria: “Inscribimos a Ofili para los 100m, 200m y el relevo 4x100m. No sabemos cómo se perdió su nombre en los 100m. Esta es nuestra posición como Federación”.
John Owan Enoh, ministro de Desarrollo Deportivo, respaldó la versión de la AFN: “Al escuchar la angustia de Ofili esta mañana, me puse en contacto con la Federación de Atletismo de Nigeria. El director técnico, Samuel Onikeku, declaró categóricamente que Favour Ofili estaba registrada para los 100m, 200m y el relevo 4x100m. La Secretaría General de la AFN también afirmó que la lista final enviada por ella al NOC (el único organismo del Comité Olímpico Internacional que recibe la lista final de atletas) incluía a Ofili en los 100m también. Estoy en contacto con el Presidente del NOC sobre esto y espero su explicación”.
“No toleraré esta total imprudencia. Es altamente imperdonable, y habrá sanciones exhaustivas después de investigar dónde y de quién provino esta grave negligencia. Todas las partes deben tomar sus deberes muy en serio. El modo actual de operar del Ministerio Federal de Desarrollo Deportivo no permite la incompetencia en ningún nivel”, manifestó. Y cerró: “Como medida inmediata, la Federación Atlética de Nigeria y el Comité Olímpico de Nigeria deben asegurarse de que Favour Ofili no se vea privada de la oportunidad de competir en las carreras para las que está calificada y registrada para representar al país en los Juegos Olímpicos de París. Ella está comprometida a demostrar su capacidad”.
Favour Ofili es medallista de plata en los Juegos de la Commonwealth, campeona de los Juegos Africanos, ex campeona mundial Sub-20 y campeona de los Campeonatos Africanos de Atletismo Senior en los 200m. Ocupa el puesto 22 de la World Ranking entre los corredores de 100 metros y está en la 216° del escalafón en el universo del atletismo.
Sin embargo, su relación con los Juegos Olímpicos no es la mejor. hace tres años se había clasificado para Tokio 2020, pero no pudo competir en suelo nipón porque en medio de la pandemia por Covid 19, por falta de recursos económicos la Federación no pudo realizarle a sus atletas los tests correspondientes.
El caso Comaschi
El caso, aunque con algún condimento diferente, hace recordar lo sucedido con la argentina Ana María Comaschi, quien en 1992 tenía grandes chances de ganar el oro en la competencia de heptatlón. Sin embargo, no pudo competir, pues cuando llegó a Barcelona se enteró de que el Comité Olímpico Argentino no había enviado el fax para anotarla. No figuraba en el sistema.
Dominó varias disciplinas durante la década de 1980 y comienzos de los 90. Alcanzó su apogeo en el campeonato iberoamericano de Sevilla en 1992, la competencia en la que maduró y en donde pegó el salto definitivo para llegar de la mejor manera a los Juegos Olímpicos de Barcelona ‘92, para los que faltaban solo quince días.
Comaschi quería consagrarse en esa cita olímpica. Era su obsesión. Se sentía candidata, que ese iba a ser su juego olímpico. Cuánta razón tenía. Es que, en las semanas previas al inicio de los juegos, la diferencia entre ella y las otras heptatlonistas argentinas era abismal: “Yo tenía 16 mil puntos y mi contrincante 4 mil. Le sacaba dos pruebas enteras. Podría no haber competido en dos pruebas y me hubiera clasificado igual”, le explicó a LA NACION en 2022. Llegaba realmente bien.
Pero se llevaría una horrible sorpresa. Al aterrizar en Barcelona (llegó unos días antes de que arribara el grueso de la delegación argentina) realizó los trámites correspondientes con normalidad y encaró directo hacia el escritorio de admisiones. Tras pedir por su acreditación le respondieron, corto y seco: “Usted no aparece en el sistema”.
Finalmente, nada pudieron hacer. La inoperancia de las autoridades del Comité Olímpico Argentino, con el coronel Antonio Rodríguez al mando, la sacó de la competencia y de la Villa Olímpica. Un día después de la ceremonia de Apertura (que vio por TV), se subió a un avión y volvió a Buenos Aires. Nadie del COA fue a acompañarla.
Después de años de tristeza, un día decidió demandar al COA. La batalla legal comenzó en 1994 y duró hasta 1998, cuando lo ganó. De principio a fin, estuvo marcada por la rispidez y la desmesura argumentativa. Los defensores del COA intentaron instalar que Comaschi no acumulaba los méritos suficientes para clasificarse a los Juegos Olímpicos. Pero ella fue deshaciendo esos razonamientos “en vivo”, uno tras otro, en las pistas: seguía compitiendo y dejando marcas que la posicionaban como una indiscutible deportista top.