ERROR EN ESTRATEGIAS DE CORRAL FRENTE A LA PANDEMIA
Por Lorena Ruiz
Colaboradora
Y continúa la gente de Comunicación Social de Corral con sus boletines amarillistas, al encabezarlos constantemente “tantos miles de contagios y tantos decesos en el estado”. Les falta poner “en 15 meses de la pandemia”, pero más importante, decir la posición en que nos encontramos frente al resto de los estados del país.
Claro que en el texto se incluyen los casos del último día, pero no destacan que lo relevante son los casos activos, así como los muertos en 24 horas, o la advertencia de la relajación de la sociedad por lo que se ha incrementado y la poca capacidad de atender a pacientes o sospechosos de COVID.
Si bien son números reales y nos ponen en vergonzosos lugares a nivel nacional, según el reporte del 23 de abril del 2021, mucho de lo que pasa en el estado más grande de la república y con tanto territorio no debería ocurrir (a pesar de que en las ciudades los conglomerados son iguales en todo el mundo).
Chihuahua ocupa en esta fecha el décimo lugar nacional de casos registrados; es tercer lugar en casos activos (1,275), debajo de la Ciudad de México que tiene 9,029 con sus 23 millones de habitantes, y del estado de México; y somos el noveno lugar en número de muertes acumuladas. Una vergüenza.
Todo es por la falta de atención del gobernador a este problema.
Principiemos: Corral se va cada fin de semana a Juárez o se brinca a El Paso, Texas, pues es nacido en esa ciudad norteamericana y justifica sus movimientos y viáticos con las “ruedas de prensa” de los lunes en Juárez y allí, conduce los temas que quiere sean la agenda y noticia.
Les deja el tema de la pandemia al subsecretario estatal y su gente, quienes cada día repiten lo mismo al estilo Gatell y ya nadie los pela.
Sabiendo que en Chihuahua el porcentaje de muertes es de los más elevados del país comparado con el número de contagios, debe promover y ordenar de inmediato el consejo que le dieron especialistas: aplicar miles de exámenes para detectar COVID de manera gratuita en los gimnasios municipales o parques de todo el estado.
Con esto se obtienen dos beneficios, aunque se eleva el número de casos, se baja el porcentaje de mortalidad y se logra que, al detectar los contagiados, la gente se mantenga en sus hogares en recuperación, evitando la propagación del virus.
En lugar de cerrar supermercados, debe autorizar su apertura las 24 horas, con lo que los consumidores se programan y no se hacen las largas filas de contagios en cajas, pasillos y entradas de éstos.
La venta de licores debe permanecer toda la semana hasta las 8 de la noche, incluidos los “supercierres”, ya que el consumo es “normal” en días normales, y se excede ante la prohibición (además de las filas y filas por comprar cervezas o bebidas alcohólicas).
Y súmale el clandestinaje.
Las sanciones para quienes hacen fiestas deben ser más severas, pues en la última quincena en Amarillo-Naranja, en el territorio estatal se incrementaron las “reuniones familiares” y al calor de las copas, se quitan el cubrebocas y empieza el riesgo.
Andamos mal en atención al problema. Parece que tenemos un Hugo López en casa. Y parece que todo es política, en lugar de cuidado, comprensión y respuestas para la sociedad.