Artículo No. 1181
Hace 50 años, en junio de 1969, la NASA logró lo que la humanidad soñó por milenios, caminar sobre la Luna, y regresar a la Tierra.
Cuando los ingenieros de la NASA, escucharon el plan lunar de Kennedy, mucho de lo necesario, ni siquiera existía.
Entre ello, la computadora de abordo de las naves Apollo.
Este proyecto fue asignado al Instrumentation Laboratory, del Massachusetts Institute of Technology, MIT. La computadora fue llamada, Apollo Guidance Computer o AGC. Una AGCiba en el Módulo de Comando, para calcular la ruta de la Tierra a la Luna y de vuelta, calcula la altura y velocidad para entrar en órbita lunar y en órbita terrestre.
Otra AGC estuvo en el Módulo Lunar, calculó la velocidad de descenso y ruta a la superficie de la Luna. Luego, calculó los parámetros para alcanzar al Módulo de Comando, que los esperaba en la órbita lunar y emprender el regreso a casa.
¿Qué tan diferente es la AGC de nuestras computadoras, teléfonos o tabletas actuales?
Veamos, en informática se utilizan las palabras grecolatinas: kilo, que significa mil; mega, un millón; giga, mil millones; y tera, un billón.
Proviniendo el español del latín, y parte de este del griego, es innecesario adoptar la fonética inglesa para estas palabras. Pronunciamos guiga o jiga, no yiga. Giga es en griego: gigante, y no decimos yigante, ni tampoco yimnasio, otra palabra griega.
LAS ESPECIFICACIONES
Al comprar una computadora, teléfono o tableta, nos fijamos en la velocidad del procesador, en el tamaño de la memoria RAM y del disco duro.
El procesador se mide en hertz o hercios (h), cada hercio es un proceso, un cálculo o un ciclo por segundo. A mil hercios le llamamos kilohertz o kilohercio; al millón, un megahertz; y a mil millones de ciclos, un gigahertz. A mediados de los 90, se alcanzó el tope de velocidad actual, con el procesador pentium IV, que llegó a los 3 800 Mhz, es decir, realiza 3 millones 800 mil cálculos por segundo. Hoy, las computadoras se venden a 1.2 o 1.6 Mhz de velocidad.
La computadora utiliza un lenguaje binario. En español tenemos 27 letras para formar nuestras palabras, la computadora solo utiliza el 0 y el 1, el código binario. Podemos entender al 0 como apagado y al 1 como encendido.
Las imágenes, los textos, los vídeos, la música, los mapas, los juegos, todo se escribe con 0s y 1s.
Un 0 o un 1, se almacena en un cajoncito, llamado bit (b), de binary digit, o bitio en español. Al juntar 8 bits, tenemos un byte (báit) (B).
A mil bytes, le llamamos, un kilobyte o un kbyte. Escrito KB en mayúsculas, ya que Kb, se refiere a kilobits. Aunque, casi todos escriben Kb de forma errónea, para referirse al kilobyte.
A un millón de bytes, o mil kbytes, le llamamos un megabyte (MB).
Mil millones de bytes, o mil megabytes, es un gigabyte (GB).
Al billón de bytes, o mil gigabytes, le llamamos, un terabyte (TB).
Por cierto, no confundamos la palabra en español billón, con la palabra del inglés billion, son cantidades diferentes, igual sucede con trillón en español, y trillion en inglés.
Hoy, los discos duros de las computadoras almacenan 500 GB o un TB.
Los teléfonos inteligentes o tabletas, almacenan 8, 16, 32 o 64 GB. Y podemos agregar una tarjeta de 8, 16, 32 o 64 GB, para almacenar más información.
Comparemos ahora, la AGC que viajó a la Luna, con nuestras computadoras, teléfonos inteligentes o tabletas electrónicas.
La AGC almacenaba 2 048 comandos en la memoria RAM, y 36 864 en la ROM. La RAM es la memoria que al encender el aparato, carga lo necesario para utilizarlo, y se borra al apagar la computadora.
La AGC tenía una memoria RAM de 64 kilobytes, mientras que su procesador alcanzaba una velocidad de 0.043 Mhz.
Entonces, su computadora, teléfono o tableta, con un procesador de 1 Ghz y 8 gigabytes en memoria o disco duro, es 23 255 veces más veloz y tiene 125 mil veces más almacenamiento que la AGC.
Hace 50 años, la AGC guió a los astronautas, a 384 mil km. de la Tierra, en el frío y obscuro espacio, para tocar suelo lunar, y regresarlos sanos y salvos.
Gracias al programa de computadora escrito por Margaret Hamilton y su equipo, la AGC no se sobrecargó, eliminaba lo innecesario. Eso salvó a la Apollo 11 en el descenso lunar de estrellarse. Funcionó cuando Jim Lowell borró los datos del regreso a la Tierra en la Apollo 8, y los recalculó en minutos, antes de alejarse para siempre de la Tierra. O permitió retomar el control de la Apollo 10 al sobrevolar la Luna, cuando los astronautas duplicaron las ordenes y la nave entró en giro descontrolado. La AGC funcionó de maravilla.
Puede revisar un simulador de la AGC en: www.svtsim.com/moonjs/agc.html, y los manuales para conocer su electrónica: klabs.org/history/build_agc/
Hoy, la AGC nos parece pequeña frente a nuestras modernas computadoras, teléfonos o tabletas, lo que pone en perspectiva, el desperdicio de recursos si solo enviamos mensajes y vemos vídeos. Aunque esa es su función, podríamos hacer mucho más.
Por cierto, ¿cuánto pesa su laptop, teléfono inteligente o tableta? Le pregunto, porque la AGC tenía un peso 32 kilogramos. german@astropuebla.org