POR AGENCIA REFORMA
Washington DC, Estados Unidos.- Estados Unidos entrará este 2020 a un territorio no explorado en su historia electoral con Donald Trump buscando la reelección con uno de los niveles de aprobación más bajos para un Mandatario, tras un proceso de juicio político pero con una economía en relativo auge.
Tradicionalmente, los Presidentes estadounidenses, tras un primer mandato, tienen la ventaja a su favor para ganar la reelección, pero la baja popularidad de Trump abre una oportunidad a los demócratas.
Nunca hemos visto números así para un Presidente que termina su primer mandato: Una aprobación consistentemente alrededor del 45 por ciento entrando hacia la reelección. No tenemos nada con qué comparar», indicó a REFORMA Patrick Murray, director del Instituto de Encuestas de la Universidad de Monmouth.
(Trump) perdería si esto fuera una elección que fuera decidida por el voto popular a nivel nacional. Pero todavía tiene la oportunidad de ganar aún con estos números porque son más cerrados en los Estados que decidirán la elección (bajo el sistema de Colegio Electoral)».
Como mostró 2016, cuando a pesar de que la demócrata Hillary Clinton ganó el voto popular por 2.8 millones de votos, el sistema indirecto en Estados Unidos da ventaja a los republicanos, pues basta inclinar Estados claves para garantizar la mitad de los 538 votos en el llamado Colegio Electoral de Estados.
Una muestra de que 2020 será un año electoral inexplorado está reflejado en la paradoja de que, a pesar del desempleo más bajo desde 1969 y una economía en relativo auge proyectando un 2.1 por ciento de crecimiento en 2020, Trump no logra ver índices de aprobación en un nivel más alto.
En otro terreno inexplorado rumbo a 2020, los expertos creen que los comicios romperán récord de participación en Estados Unidos para una elección Presidencial, dado que 50 por ciento de los estadounidenses dijeron en diciembre estar extremadamente entusiastas de votar, según un sondeo de CNN.
La participación en las elecciones de 2020 probablemente superará todos los récords anteriores», señaló David Cohen, profesor de ciencia política en la Universidad de Akron en Ohio. «Y luego de ellas, un País agotado esperará que 2021 marque el comienzo de un período menos polarizado».
Y es que si algo ha quedado claro en diciembre es que el único resultado verificable del proceso de juicio político que enfrenta Trump es una polarización aún más fuerte entre sus simpatizantes y sus opositores, pero sin cambiar radicalmente como ocurrió en 1974 con el ex Presidente Richard Nixon.
El juicio político (…) no ha movido la aguja de la reelección en ninguna dirección», apuntó Murray.
Sin embargo, y a pesar que existan aún encuestas comparables en los Estados claves para la reelección de Trump, un asunto paradójico en lo que coinciden algunos de sus críticos y sus simpatizantes es que, si la elección fuera en este momento, el Mandatario lograría el éxito.
Célebre tras la elección de 2016 por haber sugerido que Trump podía ganar la Presidencia al enfocarse en los Estados demócratas del llamado ‘Cinturón del Óxido’, como Michigan, Pennsylvania, y Wisconsin, el cineasta Michael Moore dijo hace unos días que ese apoyo sigue ahí.
«El problema es que si la votación fuera hoy creo que (Trump) ganaría los Estados Electorales que necesita. Viviendo allá les puedo decir que su nivel de apoyo no ha bajado ni un centímetro. De hecho, diría que es aún más rabioso de lo que era antes», indicó al programa Democracy Today.
En esta evaluación a favor de Trump, Moore coincide con el director de su campaña, el experto en redes Brad Parscale, quien después de la votación a favor del juicio político en la Cámara baja, dijo que el apoyo de la base republicana del Presidente es aún más fuerte rumbo a la elección de 2020.
Esto encendió nuestra base. Encendió a las personas que apoyan al Presidente. Están frustrados, están molestos, y eso motiva a los votantes (…) Han encendido un fuego», expresó.
No obstante, la atención política de las primeras semanas de 2020 estará enfocada en las elecciones internas del Partido Demócrata para elegir al contrincante de Trump, una competencia que todos coinciden terminará enfrentando a un polo centrista frente al polo progresista del Partido.
Con Iowa como primera parada el 3 de febrero, el ex Vicepresidente Joe Biden del campo centrista y Bernie Sanders del campo progresista siguen arriba en las preferencias pero siempre con la misma pregunta sobre cual será la mejor receta para desenredar el acertijo de cómo vencer a Trump.