JIRONES DE NUESTRA HISTORIA
¿EN DÓNDE ESTÁN NUESTROS HÉROES?, ¿REALMENTE A QUIENES LES RENDIMOS HOMENAJE?
Por: José Luis Jaramillo Vela
La verdad es que “no se nos da”
A través de la historia, México, a diferencia de muchos otros, hemos sido un país cuya relación con sus héroes ha sido dictada más por la conveniencia de una política de Estado, que por un verdadero, espontáneo, profundo y sincero espíritu de reconocimiento a quienes a través del tiempo y en diferentes épocas, han lidereado las causas nacionales que han hecho de México un mejor país.
Y esto es debido a que así somos, como país y como sociedad, hemos formado lo que los antropólogos sociales han llamado un sincretismo, que es una mezcla de nuestros ancestrales rasgos culturales con las prácticas religiosas adquiridas después de trescientos años de dominación española; porque también nuestras culturas que habitaron nuestro territorio, eran muy parcas en este tipo de situaciones, no eran muy dados a reconocer a sus héroes, mucho menos cuando las diferentes tribus y culturas del centro del país, tenían como fundamento religioso los sacrificios humanos como ofrendas a sus diferentes dioses.
Al producirse el choque cultural con la Conquista de los españoles, es cuando la población avasallada se ve confundida en lo político, en lo social y en lo religioso, porque se produjo un brusco cambio en la forma de ser gobernados, en la forma en que tendrían que establecer una relación social con quienes los conquistaron a ellos y a sus territorios y por encima de eso, porque les quitaron sus creencias, borraron a sus dioses y les implantaron la creencia en un solo dios; no vamos a entrar en averiguatas religiosas, pero así fue eso moldeó la enorme fé católica que actualmente tiene la población mexicana, porque el impacto del choque cultural fue tan brutal, que los indígenas necesitaban creer en algo o en alguien y por eso se abrazaron tan fuerte al catolicismo que les ofrecían los misioneros españoles, pero mezclado con rasgos y elementos de sus culturas milenarias y así, con el mestizaje, se formó ese vínculo que hoy llamamos sincretismo.
Una vez asentado por competo el dominio español, comenzamos a adquirir ya las costumbres y usanzas españolas y una de ellas fue el que después de la Independencia, se inicia ya el hablar de reconocer a los Héroes de la Nación.
Comienza a reconocerse a los Héroes Nacionales
En 1829, España intenta reconquistar a México pero es derrotada de manera heroica por tierra y por mar; es cuando se levantan imponentes las figuras de los Generales Antonio López de Santa Anna y Anastasio Bustamante y la del Almirante Pedro Sáinz de Baranda y Borreiro, como los que evitaron la reconquista, uniendo sus nombres a los de quienes nos habían dado la Independencia. Es entonces cuando apenas se comienza a hablar del tema de los héroes.
En 1835, España anuncia al mundo que reconoce formalmente a México como un nuevo país (desde 1821, ya muchos países lo habían reconocido) y renuncia de manera oficial a cualquier intento de reconquista; es a partir de aquí que el Gobierno Mexicano considera ya de manera más seria, el reconocer a los Héroes Nacionales, pero como suele suceder en estos casos y más en México, la política comenzó a torcer a la Historia.
En esos inicios del reconocimiento a los Héroes Nacionales o a mexicanos muy destacados, no pasaba de hacerse una mención política o una guardia de honor o una celebración, ya fuera el día de su natalicio, de su muerte o de la fecha en que sucedió el hecho por el cual se le honraba; era todo, no había más, pero ya existía un reconocimiento.
La historia la escriben los vencedores… o los que están en el poder
En 1944, el escritor inglés George Orwell, quien en ese momento era columnista de la revista británica Tribune, acuñó la universal y célebre frase “La historia la escriben los vencedores”, misma frase que en 1955 tomó Winston Churchill y le dio un giro personal, al declarar: “La historia será muy generosa conmigo, porque pienso escribirla yo”, y así fue; años más tarde, en 2016 la escritora española Carla Montero modificó la frase, añadiendo: “La historia la escriben los vencedores, pero el paso del tiempo le da voz a los vencidos”.
Han pasado ochenta años desde que George Orwell acuñó esta frase que no ha perdido veracidad, puesto que absolutamente nadie la ha refutado, lo que le da aceptación y validez universal; pero incluso antes de que existiera la frase, los políticos y gobernantes ya aplicaban el concepto, al escribir y reescribir la historia oficial; según las conveniencias políticas o el grado de aceptación que tuviera el homenajeado en el ánimo del gobernante en turno, así se escribiría su historia, o la de los hechos que lo acompañaron.
En 1895, el Presidente Porfirio Díaz ordena iniciar la investigación, ubicación, búsqueda y acopio de los restos de los principales héroes y caudillos de la Independencia de México, porque ya tenía proyectado que a partir de 1900 se iniciaría la construcción de la Columna de la Independencia (El Ángel) y ahí serían sepultados las restos de dichos héroes, como muestra de perpetuo reconocimiento de México y los mexicanos hacia ellos. Una costumbre durante el Virreinato, que se extendió hasta después de la Independencia, era que los caudillos y personajes famosos e importantes se sepultaran en las catedrales e iglesias, esto dificultó dichas labores de recuperación.
La presión mediática
Existía en la época, un periódico semanal llamado El Mundo Ilustrado, que se publicaba en la Ciudad de Puebla; éste periódico, de la nada (tal vez queriendo crear un escándalo para vender más ejemplares), inician una campaña señalando las malas condiciones en las que se encontraban las tumbas de los héroes y caudillos en las catedrales e iglesias, la campaña creó un escándalo mediático que se desinfló solo, pues ya todos sabían del proyecto de Porfirio Díaz; pero le siguieron buscando…
Para tales trabajos, el Gobierno formó un pequeño grupo de tres médicos y algunos ayudantes como historiadores y aficionados a la antropología, todos ellos y sus hallazgos, custodiados por un batallón del Ejército Federal y junto a ellos los incisivos y mordaces periodistas de El Mundo Ilustrado, cuyo propietario, el periodista Rafael Reyes Spíndola buscaba generar escándalo para levantar el periódico y también golpear al gobierno de Porfirio Díaz.
Es verdad que, aunque existía el Museo Nacional de Historia Natural, no había aún en México, una institución especializada en el tratamiento, custodia y clasificación de restos humanos, pero se hizo lo que se pudo, con las herramientas y conocimientos de la época; de todos modos el periódico El Mundo Ilustrado, se encargó de evidenciar las carencias técnicas y materiales de la época, pero cargó duro diciendo que todos los restos iban a dar a una sola caja y sin identificar ni clasificar, lo cual era falso y ellos lo sabían, provocando un escándalo nacional, porque se le hizo creer a la gente que los restos de sus héroes estaban siendo profanados.
Los restos de los Caudillos
El trabajo no era fácil ni sencillo, en aquella época no estaba muy sólido el concepto de la cadena de custodia y no existían los conceptos de logística para el traslado de los restos de nuestros héroes, pero lo que sí es cierto, es de que en todo momento fueron custodiados por soldados del Ejército Federal, aún así no se descartan errores, mal manejo, robo, mala intención, etc.
En el caso de los restos de Miguel Hidalgo, Mariano Jiménez, Juan Aldama, Ignacio Allende y Mariano Matamoros, tuvieron que ser trasladados desde Chihuahua y los restos de los primeros cuatro habían sido decapitados después de fusilarlos para que sus cabezas fueran expuestas como escarmiento público en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato; durante diez largos años permanecieron ahí colgadas las cabezas, por órdenes del General Félix María Calleja del Rey.
Por cuestiones políticas, de presupuesto y problemas sociales, la Columna de la Independencia se concluyó hasta 1910, ya con el Gobierno Porfirista a punto de derrumbarse y con la población enardecida, no se pudo trasladar los restos de nuestros héroes, optando por dejarlos resguardados en los subterráneos de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, donde permanecieron hasta 1925, por causas de la Revolución Mexicana.
En 1906, al mismo tiempo que se construía la Columna de la Independencia, Porfirio Díaz ordena construir el nuevo edificio del Congreso de la Unión, que sería imponente y moderno y que no pudo concluir Porfirio y lo vino terminando Lázaro Cárdenas en 1938, y que actualmente es el Monumento a la Revolución, donde descansan los restos de los caudillos de la Revolución Mexicana.
Concluida la Revolución Mexicana y ya con un gobierno con cierta estabilidad política y social, en 1925 se ordena el traslado de los Héroes Nacionales a descansar a la Columna de la Independencia, pero…
Con bombo y platillos, pero… ¡ohh, sorpresa!
Es el año 2010, México se apresta a celebrar con bombo y platillos el Bicentenario del Inicio de la Independencia de México, el Presidente Felipe Calderón ha organizado una serie de grandes festejos para celebrar los 200 años del grito de Dolores; como parte de los festejos, el presidente ha dispuesto que los restos de los Héroes de la Independencia sean trasladados de la Columna de la Independencia al Palacio Nacional, para ahí ser exhibidos al pueblo mexicano, turistas y público en general por un período de dos años, para luego ser retornados a la Columna de la Independencia.
Toda la operación estuvo a cargo del INAH, cuyo Director, Alfonso de María y Campos dispuso de todo un equipo de Antropólogos Sociales, Antropólogos Físicos, Curadores, Restauradores, Historiadores y Especialistas en ADN y conservación de cuerpos, todos ellos bajo la custodia del Ejército Mexicano.
El 30 de mayo de 2010, de la Columna de la Independencia sacaron un total de 9 urnas con restos, fueron trasladadas a Palacio Nacional (cuando sí era del pueblo), por cadetes del Colegio Militar en un Carruaje descubierto, seguidos por un convoy de once vehículos militares, en un recorrido en donde la gente en las calles arrojaba claveles blancos
al paso del convoy, que tardó dos horas para llegar a Palacio Nacional; ahí había ya un área dispuesta para su estudio, tratamiento, conservación, esterilización y clasificación, para que estuvieran listos para el 15 de septiembre ponerse en exhibición pública durante los próximos dos años en la Galería de Palacio Nacional.
Las cosas empezaron a ir mal desde un principio, la primera alarma se enciende; como era posible que en nueve urnas estuvieran los restos de doce Héroes de la Patria que, en principio, debían ser: Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama, José María Morelos, Mariano Matamoros, Mariano Jiménez, Xavier Mina, Vicente Guerrero, Leona Vicario, Andrés Quintana Roo, Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria. El equipo de especialistas del INAH comenzó con su trabajo multidisciplinario, contando con que todo estaría listo para el 15 de septiembre.
La segunda alarma se prende cuando los investigadores descubren que no son los restos de doce caudillos, sino ¡de catorce!, al acreditarse los restos de los Generales Pedro Moreno y Víctor Rosales, quienes no aparecían en la relación de caudillos, pero ahí estaban sus restos, de forma inexplicable.
La tercera alarma, se puso no en rojo, sino en morado, cuando los especialistas descubren lo que ya los Historiadores sospechaban desde hacía muchos años, que el General Mariano Matamoros no habría sido hombre, sino mujer; en sus restos estaba un esqueleto de mujer, de la misma edad, estatura y complexión del General Matamoros. Los Historiadores sabían que el General Mariano Matamoros tenía una voz muy aflautada, casi femenina, también sabían que nunca se desnudaba en presencia de nadie, también conocían historias de soldados que manifestaban creer que Matamoros usaba bajo la ropa algún tipo de faja , tal vez para disimular los senos; nunca se supo a ciencia cierta, pero sospechas hubo muchas y ahora con esto, los especialistas quedaron estupefactos, sin embargo, no hay nada concluyente, porque hasta el día de hoy se sigue investigando ese caso por parte de historiadores.
La cuarte alarma se encendió cuando los especialistas se dan cuenta de que, entre los restos de los caudillos, hay huesos de otras personas, huesos de niños y hasta huesos de venado, botellas y cosas que no debían estar ahí; los expertos estaban desconcertados y abatidos, ellos estaban haciendo su trabajo pero tenían el Jesús en la boca nomás de pensar qué le iban a decir al presidente… y ese día llegó, el 1 de septiembre de 2010, el Presidente Calderón pide un informe sobre los avances de los restos de los Caudillos.
El grupo interdisciplinario presenta un informe científico muy preciso, muy exacto y muy profesional, a través del Director del INAH, Alfonso de María y Campos, cuentan que el Presidente Calderón casi se va de espaldas por la sorpresa, pero conservó la calma y es que en el informe se detallaba sobre la posibilidad de que el General Mariano Matamoros pudiera ser un héroe trans de México. Lo más importante del informe era que, aunque no completos, pero sí había restos de todos los Héroes de la Patria, incluidos los cráneos. Calderón ordenó traer a todo el equipo científico completo, incluido el Director del INAH.
Cuenta el Director del INAH que al día siguiente se reunió el Presidente Calderón con él, con el equipo de expertos y con la Directora de Comunicación Social de la residencia, Alejandra Sota; los felicitó a todos por su impecable trabajo, y ordenó tres cosas: primero, que los restos de los Héroes sí se expondrán en Palacio Nacional conforme a lo proyectado; segundo: instruyó a la Directora de Comunicación Social, acerca de que quedaba prohibido hacer pública la investigación de los expertos hasta el 30 de noviembre de 2012, último día de su gobierno y tercero: ordenó que se continuara investigando acerca del General Mariano Matamoros, “porque es lo mejor y más justo para él”.
A final de cuentas, el pueblo quería ver a sus héroes y los vió, porque al pueblo le gusta adorar hasta una prenda de sus héroes; por su parte, el Estado Mexicano gusta de controlar y manejar la historia oficial a su conveniencia política, dando a conocer lo que considera que el pueblo debe conocer y ocultando lo que considera que el pueblo no debe conocer, ya sea sobre su historia o sobre sus héroes y personajes; a diferencia de los demás países, en especial los
más desarrollados, en donde la historia se cuenta como sucedió y sus héroes se presentan como fueron, con sus virtudes y defectos, pero destacando lo que aportó a su país.
Un pequeño escándalo… ¿qué tanto es tantito?
Los británicos, que dominan como nadie y tienen un talento único para narrar historias de misterio e intriga, también son insuperables maestros para darle un tono amarillista, sensacionalista y un toque escandaloso a las noticias y además, están a la caza de ellas; pues bien, la BBC de Londres se puso muy trucha y en el año 2013, publicó en sus canales de televisión y en sus plataformas de internet para todos los idiomas en todo el mundo, un reportaje titulado “Los líos de México con los restos de sus héroes”.
En ese reportaje, la BBC desnuda a México en lo que se refiere al tratamiento que da a sus héroes nacionales, entre otras cosas, hace pública toda la investigación que había sido prohibida en 2010, incluso se va más a fondo, detallando cómo México no ha tenido ni siquiera la voluntad política para encontrar los restos de el Emperador Cuauhtémoc, teniendo una institución tan calificada como el INAH, quien tiene en su poder los posibles restos del caudillo azteca pero no ha sido autorizado a avanzar en su estudio para certificar si esos restos, son o no de Cuauhtémoc.
También expone cómo el INAH tiene en su poder varios restos, entre los que podrían estar los de Sor Juana Inés de la Cruz, pero el Gobierno le impide corroborar su autenticidad, tal vez por temor a que no sean y quedar en ridículo; el asunto sí es de interés general (según la BBC), ya que Sor Juana Inés de la Cruz está considerada una de las más grandes poetisas de la literatura universal.
También expone la BBC, la incapacidad política y diplomática del Estado Mexicano, para recuperar el Penacho de Moctezuma, en poder y en exhibición del Museo Etnográfico de Viena, Austria; así nos exhibe la BBC y todavía, para echarle sal y limón a la herida, en 2020, al presidente López Obrador se le ocurre, de manera muy populista, pero excesivamente torpe e ingenua en lo político y diplomático, enviar a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller con una cartita a tocar las puertas del Palacio de Gobierno de Austria, en su “calidad” de “Presidenta del Consejo Nacional para la Recuperación del Patrimonio Histórico de México” (¿?), a pedir que si por favor nos podían devolver el penacho de Moctezuma. Por supuesto, batearon a la mujer, hicimos el ridículo y fuimos el hazmerreír mundial.
En dicho reportaje la BBC hace picadillo al Gobierno Mexicano, por todo lo que encontraron en las urnas extraídas de la Columna de la Independencia, en donde se encontraron hasta huesos de venado y botellas; el tema fue de como México trata a sus héroes y de cómo se exaltan los valores de nuestros héroes, pero también el descuido y el abandono en el que los tenemos. El tema no es de prioridad internacional, ni es como para provocar la Tercera Guerra Mundial, pero sí es un tema de mucha relevancia nacional que se debe atender; donde sí alcanzó a causar cierto escándalo, fue en la comunidad historiográfica internacional, pero no pasó de ahí.
El famoso reportaje ni alcanzó a tomar vuelo, cuando de manera muy rápida el Presidente Peña Nieto reunió al entonces Secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, al Embajador de México en Reino Unido, Diego Gómez Pickering y al Embajador de Reino Unido en México, Duncan Rushworth y santo remedio, en unos cuantos días, la BBC bajó dicho reportaje de todas sus plataformas y canales, lo borró y en su lugar puso una escueta y amigable nota periodística sobre el mismo tema.
Después de todo esto, se ordenó al INAH realizar una revisión a todos los restos de los Héroes cuyos restos descansan en el Monumento a la Revolución, hasta la fecha se desconocen los resultados de dicha revisión .
Fuentes Bibliográficas:
+ admagazine.com
+ mexicodesconocido.com.mx
+ lajornadamaya.mx
+ bbc.com
+ expansión.mx
+ elmundo.es
+ estudioshistoricos.inah.gob.mx
+ scielo.org.mx
+ jornada,com.mx
+ go.gale.com
+ hemerotecadigital.uanl.mx + www.gob.mx
+ es.wikipedia.org