La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
· En 2021 Trump asaltó el capitolio de EU: ¿Lopez Obrador haría lo mismo en México?
Puede decirse que Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador tienen en común ciertas características personales que los hacen similares. Aunque a primera vista podría parecer que ambos personajes difieren en absoluto debido a las ideologías que ambos encabezan -el primero de ellos, de derecha, y el segundo de izquierda- en los hechos la realidad parece demostrar que sus temperamentos y actitudes tienen gran semejanza. Quizá, muchos lectores podrán preguntarse en qué consiste la supuesta igualdad que identifica a estos controversiales actores políticos, sin embargo, es posible que también una parte considerable de la opinión pública no necesite hacerse tal pregunta porque ya ha analizado sus perfiles y comportamiento, llegando a la misma conclusión citada en este artículo.
Es decir, en el ejercicio del poder Trump y López Obrador han dado sobrada muestra de que sus personalidades tienen en común una especie de postura dictatorial y tiránica, tendiente a controlar y dominar su entorno de una forma omnímoda, unipersonal y autoritaria. Sin temor equivocarnos podemos citar como evidencia que refleja este negativo talante en el ex mandatario norteamericano, la rebelión civil y toma del Capitolio de los Estados Unidos ocurrida el 6 de enero de 2021, por instigación y arenga del mismo Trump, quien al perder la elección presidencial frente al candidato demócrata -y actual presidente de Estados Unidos- Joe Biden, se negó a entregar a éste el mando presidencial, e intentó dar un golpe de Estado, con los resultados ya sabidos que significaron pérdidas de vidas humanas y un considerable daño a la institucionalidad y el orden legal de ese país.
Andrés Manuel López Obrador -autor de la frase “al diablo con sus instituciones”-, también ha asumido comportamientos lesivos para las instituciones y el Estado de derecho de México, al haber trastocado varias veces la estabilidad jurídico-política del Estado mexicano mediante una serie de maniobras ilegales que en reiteradas ocasiones ha ordenado a los legisladores afines a sus propósitos, para intentar, a contrapelo de la Constitución, la aprobación reformas como la eléctrica, electoral y la incorporación de la Guardia Nacional al Ejército. Los denodados y permanentes intentos que en contravención a los principios de división de poderes y respeto a organismos autónomos, López Obrador ha realizado pretendiendo eliminar la independencia del Poder Judicial de la Federación (SCJN), así como extinguir al Instituto Nacional de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), son otra clara muestra de los talantes autoritario y antidemocrático que han sido el signo distintivo del desempeño del actual jefe del Estado mexicano.
Por ello, es dable afirmar que no resultaría extraño que si a Andrés Manuel López Obrador y su partido les es adverso el resultado electoral de los comicios del presente año, el mandatario mexicano tal vez sería capaz de intentar emular en
2024 la deshonrosa osadía que por un motivo semejante el polémico Donald Trump cometió en contra de las instituciones y el prestigio de Estados Unidos. Con razón puede decirse que Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador son políticos cuyas actitudes y reacciones son idénticas o bastante parecidas, pues en el desempeño de sus cargos han dado muestra de su proclividad a violentar los principios de legalidad, institucionalidad, libertad y democracia, cuando éstos se contraponen a sus apetitos personales.