Una pelea que inició con el cobro de aranceles -por conservar la industria calzado Made in México– está obligando a las empresas a sacar sus fábricas de China y trasladar sus compras a proveedores mexicanos y vietnamitas.
“Los aranceles son insostenibles, ya tenemos muchas acciones impuestas y en implementación y la más importante fue cambiar el origen de producción (y compra de calzado a México y Vietnam)”, afirma Patricio Ibarra, CEO de IB Group.
Una serie de cambios en las cuotas arancelarias para proteger a la industria del calzado mexicana frente a los productos de China afectaron la estrategia de negocios y cambió el modelo de importaciones, comenta a Forbes México.
Según el directivo de la compañía, los anuncios del cobro de aranceles al calzado no dieron pie a mucho espacio de tiempo, ya que fueron de la noche a la mañana, así como hubo tiempo para planear.
El gobierno de México impuso un arancel del 30% a inicios de 2024 a una gran parte del calzado importado de China, luego determinó una medida adicional de cuotas arancelarias de entre 45% y 50% a principios de octubre a esos mismos productos manufacturados en el gigante asiático.
“Tenemos oficina en China y otra oficina en Vietnam —para el desarrollo de producto y de búsqueda de proveedores—, lo que hemos hecho fue cambiar (la producción de calzado) a otros países a donde hay tasas preferenciales, como Vietnam, y otros que se están explorando”, expresa el empresario.
La empresa determinó mover la producción a Vietnam, así como desarrollar y fabricar ciertos productos, -como ya se hacía- en México, un mercado donde ayuda el tipo de cambio, hay respuesta rápida y el calzado está libre de aranceles, agrega.
“Tres marcas del portafolio de IB Group tienen un gran componente de calzado, siendo Champions una de ellas. Del 100% de las ventas de Champions, el 50% es calzado y en su gran mayoría se importaba de China. Es un efecto relevante poder migrar la producción a otros países, por lo que ya está sucediendo”, declara Patricio Ibarra.
Comenta que el gran efecto del cobro de los aranceles se ve en 2024 y el primer semestre de 2025, ya que había órdenes de producción de calzado y no puedes mover el desarrollo ni la línea de producción de un producto de un mes para otro.
“El efecto positivo de mover todo el producto a otros países se concretará a partir del segundo semestre de 2025”, detalla el representante de la firma.
“Nos gusta trabajar con terceros, no invertiremos en la fabricación propia. La empresa siempre contrata y trabaja de la mano con proveedores certificados y de un alto nivel que pueda satisfacer la demanda y los productos”, apunta.
Ya tenemos identificados y una historia de fabricar calzado en gran volumen en México a través de varios proveedores, por lo que “estamos regresando con más volumen, porque la parte de importación de China se puede complicar y la perspectiva que se va complicar aún más, incluso (puede que) empeore por las cuotas”, manifiesta el CEO IB Group. Hoy están trabajando con 2 o 3 fábricas de calzado en México.
Patricio Ibarra dice que su industria es muy dependiente de la importación, mientras se empieza el año con un tipo de cambio estable de entre 16.90 pesos por dólar y 18 pesos por dólares.
“Después de la mitad del año y a su cierre, el tipo de cambio está por arriba y tiene un impacto importante”.
Adicionalmente, el precio de los contenedores han estado fluctuando, lo cual a las importaciones nos afecta importante, añade.
Las ventas récord de IB Group
“En términos generales será un año positivo para IB Group, ya que crecerá entre 30% y 33% de ingresos total de la compañía”, recuerda.
Champions es uno de los drivers de crecimiento y con una alta penetración de distintos clientes departamentales y especializados, explica.
“Toda las demás marcas se han comportado con crecimientos de doble dígito bajo, en caso de Champions fue un 30%, lo que ocasiona que todo el portafolio tenga un crecimiento de ingresos o ventas netas”.
Las ventas tendrán un ritmo positivo, pero hay un desaceleramiento en ciertos mercados y mucho de nuestro negocio está concentrado en la venta a terceros o cadenas, enfatiza.
A través de la cadenas sí hemos sufrido un desaceleramiento en las ventas, porque hoy los clientes son más conservadores y apuestan menos a las compras de productos, indica Patricio Ibarra.
“Hemos visto que nos ha afectado un poco, pero hemos encontrado la manera de contrarrestar los efectos de la baja confianza de los consumidores”.
El 2024 ha sido un año que tuvo muchas promociones, lo cual puede desacelerar la venta, pero en términos de contribución o de rentabilidad sales afectado.
El Buen Fin fue bueno en ventas para la empresa, pero sumamente promocional y acaba pegando en la rentabilidad, concluye el CEO de IB Group.